Bien podría ser el set de una película de época. Sin embargo, 50 kilómetros separan este chateau estilo Tudor del corazón de la ciudad de Buenos Aires. La imponente estancia "Villa María", diseñada por el célebre arquitecto Alejandro Bustillo por encargo de Celedonio Pereda, conserva todo su esplendor, a más de 90 años de su nacimiento.
Fue una historia de amor la que dio vida a esta propiedad, ubicada en la localidad de Máximo Paz, provincia de Buenos Aires. Pereda, médico de la aristocracia porteña, se casó con María Girado, una joven de una familia tradicional de Chascomús.
Como homenaje a su mujer, el hombre encomendó la construcción de dos fastuosos edificios: el palacio Pereda, actualmente la sede de la Embajada de Brasil en Buenos Aires, y la estancia Villa María, la residencia de verano de la familia, que fue inaugurada oficialmente en 1927.
Hasta la actualidad la estancia lleva el nombre de la que fue su dueña. De estilo Tudor normando, siguiendo los modelos de casas campestres inglesas, cuenta con tres plantas y 3000 metros cuadrados. Al encanto de este casco principal lo rodean 1500 hectáreas de campos altos con terreno para la explotación agrícola y ganadera.
Los expertos aseguran que el toque refinado de la estancia lo otorga un exquisito diseño de jardín diseñado por Benito Carrasco, discípulo del famoso paisajista Carlos Thays.
De estilo Tudor normando, siguiendo los modelos de casas campestres inglesas, cuenta con tres plantas y 3000 metros cuadrados
Los exteriores de "Villa María" incluyen pileta, cancha de tenis y una lago artificial que, por su ubicación, permite reflejar la belleza del edificio.
El frondoso bosque integrado por nogales, eucaliptos y tilos es uno de los grandes atractivos del lugar. Según informan sus propietarios actuales, "el colorido cambiante de más de 300 especies que se perciben en las distintas épocas del año y los senderos peatonales hacen del parque un marco excepcional al edificio".
De a poco esta propiedad rural que fue adquiriendo valor urbano por el avance de la ciudad, en una zona donde se explotaba básicamente ganado y más recientemente también soja.
El lujo es una constante. El casco, con capacidad para 30 personas, cuenta con 11 suntuosas habitaciones.
En ellas se atesoran valiosas antigüedades, pinturas y obras de arte de renombrados artistas. Además, la casa presenta una exclusiva cava de vinos y una caballeriza, que sigue con la línea estética.
El rasgo más saliente de la decoración de los interiores es el uso extendido del revestimiento de madera de roble que se extiende hasta el techo. También sobresalen los pisos de mármol en damero y las terminaciones con materias primas nobles.
Actualmente es posible alojarse o ir a pasar el día en "Villa María". Entre las actividades más atractivas de la estancia se encuentran el avistamiento de pájaros y el paseo a caballo con carruaje. El lugar también ofrece espacios para practicar deportes como golf y voley.
Por sus características, "Villa María" fue protagonista de innumerables eventos sociales que marcaron la historia de la Argentina.
Como una de las postales más cautivantes de la provincia de Buenos Aires, distintas personalidades la visitaron, pasaron Angela Merkel, los reyes Harald y Sonia de Noruega y la cantante Sade, entre otros.
En 2011, Luisana Lopilato y Michael Bublé celebraron su millonaria fiesta de casamiento en el castillo de aires europeos, con más de 300 invitados, entre ellos figuras internacionales. Allí, también dieron el sí Araceli González y Fabián Mazzei.
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