Victoria De Masi: "Los Menem le dieron muchísimas oportunidades a Carlos Nair, pero le negaron el amor"

El hijo del ex presidente, actualmente detenido en el penal de San Martín por tenencia de armas y cocaína, es el foco de “Carlitos way”, una fascinante crónica que indaga en su problemática vida. Infobae habló con su autora

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–¿En qué momento supiste que había algo para contar a partir de Carlos Nair Menem?

–Hubo muchas instancias. La primera fue en el año 2007 cuando participa del reality Gran Hermano Famosos. No era una persona popular. Sabíamos de él a través de las noticias, siempre ligadas a la denuncia de su mamá respecto de la búsqueda del apellido de su hijo, o del suicidio de su madre. Pero, en ese programa, Carlos Nair se muestra como el último eslabón del linaje Menem. Su cara era muy parecida a la del ex presidente y me causaba gran inquietud ver qué había detrás de esa historia y de ese personaje que empezaba a construirse mediáticamente. Después lo abandoné y recuperé la historia en el año 2011. Bajé al archivo del diario Clarín, donde trabajo, pedí el de Carlos Nair y no aparecía con el apellido Menem, lo que ya era un dato. Apareció con el apellido materno, Meza. Cuando empecé a ver cómo se habían cubierto las noticias, había un montón de cosas que podían desarrollarse un poco más. Así que empecé a trabajar. Cuando me puse en contacto con él, unos meses después, en 2012, vi que había muchos más condimentos que agrandaban la historia. Un juicio de filiación que duró 8 años; el no poder integrarse a la familia paterna; una serie de accidentes en auto que hubo en esos años. Una persona que no sabía si explotarse mediáticamente con un trabajo de actuación y que al mismo tiempo tenía un empleo en el Senado que no estaba muy claro, por el cual recibía un sueldo. Ahí me fui metiendo. Me encontré con algo mucho peor de lo que imaginaba y al mismo tiempo con una persona, te diría revisando su historia, muy graciosa y solidaria.

–Por lo que se lee, tuviste una relación muy distante con Carlos Nair, ¿te hubiera gustado que fuera distinta?

–No, no me hubiese gustado que fuera distinto. En realidad, me parece que el laburo periodístico, una de las claves que tiene es que las cosas son tal cual se presentan. E hice el ejercicio de, en vez de tomármelo como algo personal, entender que él tiene esas maneras. Con lo cual me terminaba siendo funcional a la historia que yo quiero contar. Carlos Nair me pasó a buscar en un auto sin frenos, auto que después terminó queriéndoselo vender a un heladero. O me expulsa del negocio de motos que tiene al grito de "¡Pensá preguntas mejores!". O me hace esperar. Es una persona que da muchas vueltas, te cita a un horario y llega mucho tiempo después. Pero bueno, así es nuestro trabajo también.

–¿Pensabas que estaba bien tener esa relación, la misma que tiene con todos?

–Yo creo que esa es la relación que él establece con el periodismo. Algunas preguntas le parecen amables y le sirven. Otras lo incomodan. Yo había ido preparada para esas entrevistas. Preguntas como ¿balearon el frente de tu casa?, ¿fue un intento de homicidio?, ¿por qué pediste que te sacaran la custodia?, para él fueron incomodas de responder. Y, además, él no estaba acostumbrado a ese ejercicio de la prensa, que en vez de lo anecdótico de "la anaconda" iba por otro lado. Era un desafío para los dos. No debe ser cómodo tener un periodista al lado 24 horas no mirándote, sino escrutándote. Siempre, con sus formas, trató de ser amable y caballero. Pero sí, terminamos mal.

Portada de Carlitos Way, de
Portada de Carlitos Way, de Victoria de Masi (Tusquets, 2016)

–Una de las cosas más llamativas de la historia que tiene como hijo de Carlos Saúl Menem es que el ex presidente lo desconocía legalmente después de haber establecido una buena relación con él. Comían juntos, le hacía regalos… ¿Te interesaba este contraste?

–Yo sabía que había un intervalo de tiempo en el que ellos se dejaron de ver entre 1985 y 1990. La revista Noticias había puesto en tapa en febrero del 1994 esta presunción de que Carlos Menem tenía un hijo extramatrimonial. Y acompañó ese texto con un montón de fotos. Y después aparecieron otras en las que Menem estaba con Carlos Nair en la quinta de Olivos, en Anillaco, en Casa Rosada, en la residencia turística de Chapadmalal… Hay una gran contradicción ahí. Para los míos te muestro, te digo "hijo" y vos me podés decir "papá". Sin embargo, para el resto de la sociedad ese chico estaba negado e incluso amenazado de muerte. Es muy impresionante el juicio de filiación que Carlos Nair le hace a su padre a partir del año 2000 y que duró 8 años. Él aporta pruebas, no solo material fotográfico, sino regalos y una escritura de un departamento, donde dice que no es en anticipo de herencia, con lo cual se puede inferir que ese chico es hijo de quien compra el departamento. Sin embargo, Menem niega todo tipo de vínculo con él. Era muy difícil también probar la cuestión económica. Menem fue proveedor económico de Carlos Nair desde el primer momento. Quizás no dándole dinero a su mamá, que es lo que hacen todas las parejas cuando se separan y tienen hijos en común.

–Carlos Nair creció sabiendo que eran un Menem. Vos contás que le gustaba decirle a sus amigos que era el hijo del presidente.

–Sí, cuando lo retaban decía: "Ojo que mi papá es presidente".

–Y ya siendo mayor también amenazó a personas con disparar "balas presidenciales".

–Sí, claramente. Carlos Nair siempre buscó en ese apellido no solo apoyo y reconocimiento, sino que después lo usó, entiendo que tentado por el poder.

El hijo del ex presidente
El hijo del ex presidente es un aficionado a las armas

–¿Creés que él nunca se pudo integrar a los Menem por los escándalos que protagonizó? Zulema Yoma te cuenta que cada una de sus apariciones en los medios significaba "una deshonra" para ellos.

–A Carlos Nair le dieron muchísimas oportunidades. No solo desde lo económico. Posibilidad de estudio, de trabajo, el alquiler de un departamento, varios autos, varias motos. Pero le negaron el amor, el afecto que estaba reclamando casi desde que tuvo uso de razón. Yo lo que puedo observar es una historia de muchísimo desamparo. Me parece que, para la familia paterna, fue un poco más fácil dar a nivel económico que dar amor y afecto. No sé qué hubiese pasado si él no hubiese protagonizado todos estos hechos de violencia, desde los accidentes hasta las amenazas con armas.

–Esos hechos lo alejaron.

–Sí, claramente. Para ningún Menem tener alguien con ese apellido apareciendo en el noticiero por cuestiones violentas es algo que caiga bien. Quizás si hubiese hecho menos cosas de las que hizo hoy podría estar integrado. Él no lo logró.

–Una de las pocas personas que le dio afecto a Carlos Nair fue su madre, Martha Meza, y la perdió.

–Sí. Martha Meza tuvo una carrera política muy fuerte. Empezó desde las bases acompañando el reclamo de los maestros rurales. Ser docente en Formosa no es fácil. Estamos hablando de maestros que dan clases en medio del monte, donde si caen tres gotas de agua no se puede acceder. Ella tomó en los '80 ese reclamo, hizo una carrera política que la llevó a ganar una banca como diputada de la nación en 1999, y en 2003 toma la decisión de suicidarse de una manera espantosa. Ella tomó un plaguicida. Con una tapita hubiese sido suficiente, pero se tomó una taza de té, una cantidad como para rociar una hectárea desde un avión fumigador. En ese momento, ella estaba con el juicio de filiación, que había pedido detener. Decía a sus íntimos que estaba siendo amenazada, que el juicio que se había emprendido era una carga fatigosa. Martha Meza acompañó como pudo el reclamo de Carlos Nair hasta que tomó la decisión de suicidarse. Y sé que para él fue un golpazo. Era la mujer que lo abrazaba cuando ese abrazo de parte del padre no estaba. Para él todo lo que vino después fue muy duro y se sintió muy solo. Y no se si explica pero quizás en parte todo lo que vino después: los accidentes, las adicciones, la compulsión al juego.

La figura Carlos Nair cobró
La figura Carlos Nair cobró notoriedad a partir de su aparición en Gran Hermano 2007

–Varias voces señalan a Martha Meza como la culpable de todo lo que él fue, dicen que lo trató demasiado bien, ¿creés que es así?

–Carlos Nair se mostraba como un chico caprichoso y Martha Meza estaba atrás cumpliéndole todos los pedidos. "Quiero una bicicleta, un palo de golf". Lo que sea, Martha Meza se lo cumplía. Y eso hizo también que se tensara la relación con los hermanos maternos, los hijos del primer matrimonio de Meza, Luis y Adriana Bermani, que tienen otro perfil, son gente laburante que vive en Pirané, Formosa. Creo que una madre hace lo que puede. Las circunstancias en las que estaba creciendo Carlos Nair no eran fáciles. Y calculo que Martha Meza habrá pensado que de esta manera podía tranquilizarlo.

–¿Te hubiera gustado hablar con Carlos Saúl Menem para incluir su voz en el libro?

–Creo que hay un montón de cosas que él tiene para decir de su hijo. Pero también creo que su silencio es un dato para el libro. La pregunta es: ¿Por qué si el lo negó durante 26 años no puede sentarse a tomar un café con una periodista y explicarle por qué lo negó o por qué no hizo casi nada para integrarlo a su familia? ¿Por qué no puede explicar cómo fue que su hijo estuvo amenazado de muerte en muchísimas ocasiones? Lo que tuve que hacer fue un recurso muy trabajoso que es rodear al ex presidente de voces. Su primo, su hermano, sus abogados. Y todos te dicen más o menos lo mismo: "Él de su hijo no tiene mucho para decir. Carlos Memen no crió hijos". Yo creo que sí, que tiene mucho para decir. También es una persona que está muy mayor, si bien conserva su banca en el Senado, y he leído que busca postularse en la próxima elección. Pero de su hijo no habla.

El ex presidente Carlos Saúl
El ex presidente Carlos Saúl Menem reconoció a su hijo en 2008

–Más allá de que hoy Carlos Nair está detenido, ¿esperás algún tipo de respuesta?

–En un momento Carlos Nair se cansó de que estuviese buscándolo. Pasó algo muy curioso. Yo vi que entre marzo y junio del año pasado él había desaparecido de los medios. Fue después de una balacera terrible enfrente de la quinta que habitaba. Yo en ese momento estaba cerrando el libro y quería tener un ultimo contacto con él. La verdad es que había cambiado el teléfono, su hermana de parte de su madre hacía mucho tiempo que no tenia contacto con él. La gente con la que él trabajaba lo había desvinculado. Era muy difícil de acceder. Aun así conseguí un teléfono y había que estaba conectado. En el momento en el que le iba a proponer vernos por última vez, él cae preso en un hecho muy violento, que todavía se investiga y por el cual está detenido. Un hecho en el que participaron varias personas pero el único detenido es él. Me hubiese encantado verlo una vez más. Pero también era un dato, como el silencio de su padre. Era un cierre para la historia el hecho de que él cayera preso una madrugada en medio de un ataque a la casa de un vecino en Moreno, un lugar donde el no tenía ningún tipo de vínculo hasta 2014.

–¿Cómo creés que lo tomaría?

–No creo que le guste leerse. Él había muchas cosas negaba, que luego yo comprobé por otro lado. Cosas menores, anécdotas de la infancia. Él se construyó a sí mismo. Y creo que la explicación a esa construcción que él hizo de su persona, que luego devino en personaje, tiene que ver con toda la negación que sufrió cuando era chico. "Me tengo que armar, me tengo que mostrar de una manera, esta es mi oportunidad para mostrarme como quiero: ahora soy un Menem". Entonces borró toda su historia anterior, y eso es lo que fui a buscar. Y por eso este contrapunto entre lo que él cuenta y lo que verdaderamente pasó u otras personas dicen que pasó. No creo que el libro le caiga simpático. Pero no debe ser cómodo tener un periodista durante todo este tiempo. Fueron años de trabajo. Sin embargo, creo que la historia está contada con mucho respeto. Uno siempre siente que hay una cuota de injusticia cuando habla de otro, siendo periodista. porque al final somos medios: contamos historias de otros para otros. Uno queda afuera. Pero fue contada con mucho respeto. No creo que le guste, pero bueno: ya está hecho.