
El olor corporal es una experiencia común para todas las personas, aunque suele generar incomodidad y dudas sobre su origen. Según Mayo Clinic, este fenómeno no se debe al sudor en sí, sino a la interacción entre el sudor y las bacterias en la piel. Comprender las causas y los factores que influyen en el olor corporal permite desmitificar creencias erróneas y adoptar medidas efectivas para su control.
Sudor y bacterias: la verdadera causa del olor
La principal causa del olor corporal radica en la relación entre el sudor y las bacterias cutáneas. El sudor, por sí solo, es inodoro; el mal olor aparece cuando entra en contacto con los microorganismos que habitan la superficie de la piel. Mayo Clinic explica que el olor corporal ocurre cuando el sudor interactúa con las bacterias que viven en la piel. Este proceso químico es responsable de la variedad de aromas que puede presentar el cuerpo humano.
Existen dos tipos principales de glándulas sudoríparas: las glándulas ecrinas y las apocrinas. Las ecrinas se distribuyen por casi toda la superficie corporal y producen un sudor acuoso que ayuda a regular la temperatura, especialmente durante el ejercicio, el calor o la fiebre. Este sudor sale directamente a la superficie de la piel y, en condiciones normales, no genera olor.
Por otro lado, las glándulas apocrinas se localizan en zonas con vello, como las axilas y la ingle, con un sudor más espeso, rico en proteínas y grasas. Este tipo de sudor se libera en situaciones de estrés, nerviosismo o actividad física intensa.

Las áreas cálidas y húmedas, como las axilas, favorecen la proliferación bacteriana, lo que intensifica el olor cuando el sudor apocrino se mezcla con estos microorganismos. Incluso el sudor ecrino puede producir olor si entra en contacto con grandes cantidades de bacterias, como ocurre en los pies o en pliegues cutáneos.
Factores que intensifican o modifican el olor corporal
Diversos factores modifican el olor corporal a lo largo de la vida. Durante la infancia, las glándulas apocrinas permanecen inactivas, por lo que los niños y bebés suelen tener un aroma suave y característico.
Sin embargo, en la pubertad, las hormonas sexuales estimulan el crecimiento y la actividad de estas glándulas, lo que introduce nuevos olores en la adolescencia. Mayo Clinic destaca que la pubertad provoca que las glándulas apocrinas comiencen a producir sudor, lo que genera nuevos olores corporales.
El olor corporal también varía según el sexo, las hormonas, la genética, la edad, la alimentación y el uso de ciertos medicamentos. Los hombres tienden a presentar un olor más intenso.

Las fluctuaciones hormonales, como las que ocurren durante el ciclo menstrual, la perimenopausia o la menopausia, pueden modificar el olor. La genética también juega un papel importante: entre el 80% y el 95% de las personas de ascendencia asiática oriental presentan una mutación genética que reduce o elimina el olor axilar.
Con la edad, especialmente después de los 40 años, los compuestos químicos de la piel cambian, lo que puede dar lugar a olores más grasos o herbáceos. Además, alimentos como el ajo y la cebolla, así como medicamentos como la penicilina, pueden alterar temporalmente el aroma corporal.
Cuando el olor corporal puede indicar un problema de salud
En ocasiones, un cambio repentino o inusual en el olor corporal puede indicar la presencia de una enfermedad. Mayo Clinic advierte que a veces, un cambio notable en el olor corporal puede ser señal de una enfermedad.
Por ejemplo, las enfermedades hepáticas pueden producir un olor fuerte y a moho, mientras que las renales pueden generar un aroma similar al amoníaco. Incluso infecciones virales pueden modificar el olor corporal, ya que el sistema inmunitario activo altera la composición química del sudor. Ante cualquier cambio inesperado, se recomienda consultar a un profesional de la salud.
Para controlar el olor corporal, Mayo Clinic sugiere una serie de medidas prácticas. El uso de antitranspirantes o desodorantes suele ser suficiente en la mayoría de los casos. Los antitranspirantes bloquean temporalmente los poros sudoríparos, reduciendo la cantidad de sudor en la piel, mientras que los desodorantes acidifican la superficie cutánea, dificultando la proliferación bacteriana.

Además, se recomienda el baño diario con jabón antibacteriano, el uso de ropa de fibras naturales como algodón, lana o seda, y la elección de prendas que permitan la transpiración durante la actividad física. Para los pies, es aconsejable optar por sandalias o andar descalzo cuando sea posible, así como utilizar calcetines que absorban la humedad.
Técnicas de relajación como el yoga o la meditación pueden ayudar a controlar el estrés, que suele desencadenar la sudoración. Evitar bebidas con cafeína y alimentos picantes o de olor fuerte puede contribuir a reducir la intensidad del olor corporal.
El olor corporal forma parte de la naturaleza humana y, con hábitos de higiene adecuados y atención médica cuando sea necesario, puede mantenerse bajo control y no representa un obstáculo para una vida saludable.
Últimas Noticias
Por qué estirar y bostezar genera una sensación placentera en el cuerpo de manera inmediata
El reflejo conocido como pandiculación, activa hormonas como la dopamina y el cortisol, ayudando a reforzar el bienestar físico, según señala Cleveland Clinic

Más allá del entrenamiento: el rol estratégico del sueño en la excelencia deportiva
Deportistas y expertos afirman que el descanso nocturno impacta directamente en la recuperación muscular y el progreso físico, integrando al sueño como un pilar esencial junto a la alimentación, la hidratación y el ejercicio

Factores que determinan el desarrollo del apego y su impacto en la salud emocional a lo largo de los años
Nuevos hallazgos revelan la importancia de comprender los estilos formados en los primeros años para transformar vínculos futuros

Cómo influye el tipo de alimentación diaria en el desarrollo de estreñimiento crónico según los últimos hallazgos científicos
Nuevos datos revelan conexiones inesperadas entre ciertos patrones alimentarios y problemas digestivos persistentes que afectan a millones de personas en todo el mundo

Un hombre de 33 años sufrió un infarto luego del uso de cigarrillos electrónicos
El caso de un joven hospitalizado en Londres por un infarto asociado al vapeo intensifica las alertas sobre los peligros de estos productos, especialmente en la población juvenil


