
Los escalofríos son una respuesta fisiológica del cuerpo ante ciertos estímulos, principalmente el frío. Cuando la temperatura externa desciende, el cuerpo intenta mantener una temperatura interna constante. Esto se logra mediante la contracción muscular rápida e involuntaria, conocida como temblor, que genera calor.
Además, los escalofríos pueden surgir en respuesta a infecciones, como una señal de que el cuerpo está combatiendo un patógeno. Los escalofríos también son un síntoma común en condiciones febriles, donde el cuerpo eleva su temperatura interna para crear un ambiente hostil a los microorganismos.
Aunque a menudo pasan inadvertidos, pueden ser indicativos de problemas de salud si se presentan de manera continua. Esta reacción involuntaria del cuerpo es una respuesta ante variaciones de temperatura, corriente de aire, fiebre o infecciones.
La función principal de los escalofríos es regular la temperatura corporal. Cuando la temperatura interna del cuerpo fluctúa más allá del rango de entre 36 a 37 grados centígrados, el organismo responde con contracciones musculares rápidas para generar calor metabólico.
Causas más comunes de escalofríos prolongados
- Fiebre: Frecuentemente vinculada a infecciones, la fiebre es una de las razones principales por las que se experimentan escalofríos recurrentes.
- Infecciones: Según fuentes médicas, las infecciones virales o bacterianas pueden causar fiebre y, en consecuencia, escalofríos. Entre estas se incluyen la fiebre tifoidea, infecciones urinarias y hantavirus.
- Hipotiroidismo: Las personas con disfunciones tiroideas tienden a ser más sensibles al frío, lo que puede incrementar la frecuencia de los escalofríos.
- Desnutrición: La falta de ciertos nutrientes y minerales es otro factor que puede propiciar temblores, acompañado de otros síntomas como fatiga y mareos.
- Anemia: La carencia de hierro, que debilita y provoca escalofríos constantes, puede identificarse en diagnósticos de anemia, tal como indican estudios clínicos.
- Problemas Digestivos: Intoxicaciones alimentarias o gastroenteritis pueden manifestarse mediante escalofríos.
- Hipoglucemia: Nivel bajo de azúcar en sangre también puede desencadenar esta respuesta corporal.
- Efectos Secundarios de Medicamentos: Algunos tratamientos farmacológicos pueden incluir escalofríos como efecto secundario.
- Hipotermia: En casos extremos, los escalofríos pueden ser signo de una peligrosa caída de la temperatura corporal por debajo de los 35ºC.
Mayor frecuencia en niños: causas y preocupaciones
Los niños suelen sufrir escalofríos más frecuentemente que los adultos, debido a que su sistema de termorregulación no está completamente desarrollado. Además, poseen menos masa corporal y grasa subcutánea, lo que les hace más susceptibles al frío.
En caso de escalofríos persistentes o inusuales en los niños, es fundamental consultar con un pediatra para descartar posibles enfermedades subyacentes.
Acciones recomendadas ante la aparición de escalofríos

Para contrarrestar los escalofríos causados por el frío, es aconsejable abrigarse, refugiarse en un espacio cerrado o tomar bebidas calientes. Si la causa está relacionada con fiebre, desnutrición, hipoglucemia o reacciones a medicamentos, es vital acudir a un profesional de la salud para recibir el tratamiento adecuado.
No confundir escalofríos con “piel de gallina”

En muchas ocasiones los escalofríos se confunden con otra sensación, nos referimos a la piloerección, o lo que comúnmente se denomina piel de gallina. Pero no es lo mismo, pues la piloerección se puede producir por varios motivos, como una bajada brusca de temperatura o ante una emoción intensa –como el miedo o el asco–, mientras que los escalofríos, además de tener la función de mantener un correcto calor corporal, también pueden aparecer cuando se tiene fiebre o algún tipo de infección.
La “piel de gallina” no es lo mismo que los escalofríos. La piel de gallina se presenta debido al aire frío. También puede ser causada por emociones fuertes como shock o miedo. Con la piel de gallina, los vellos en el cuerpo se erizan de la piel para formar una capa aislante. Cuando usted sienta escalofríos, es posible que no tenga piel de gallina.
En conclusión, es esencial estar atentos a los escalofríos, ya que pueden ser señales de diversas afecciones médicas. Si estos síntomas persisten, la evaluación médica es imperativa para determinar la causa y el tratamiento necesario.
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