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La imagen se repite en oficinas, shoppings, hogares particulares y en casi todos los espacios cerrados: una persona que llega agobiada por las altas temperaturas, a los pocos minutos necesita abrigarse debido al frío propio de un aire acondicionado que funciona de manera ininterrumpida durante las 24 horas.
Y pese a que el verano es la estación del año que menos complicaciones ocasiona al sistema respiratorio y a la salud en general, el abuso de los sistemas de refrigeración expone a las personas a cambios bruscos de temperatura, humedad y agentes infecciosos o alergénicos que podrían enfermar.
"En el verano, puede que en muchas zonas el calor sea intolerable sin un resguardo fresco o la posibilidad de acondicionar el aire. Pero es de suma importancia tener en cuenta que la falta de ventilación en lugares cerrados, sumada a la deficiente limpieza de los filtros de los aires acondicionados, lleva a la acumulación de partículas alergénicas, como los pólenes, polvos domésticos y ácaros, aumentando además la posibilidad de infecciones al acumular gérmenes", alertó el médico neumonólogo Marcos Hernández (MN 117869), coordinador de la Sección Inmunología y Enfermedades Obstructivas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR).
La falta de ventilación en lugares cerrados, sumada a la deficiente limpieza de los filtros de los aires acondicionados, lleva a la acumulación de partículas alergénicas
Por su parte, el médico neumonólogo Walter Mattarucco (MN 80161), coordinador suplente de la misma sección, señaló que "los roles de la vía aérea superior y la nariz son fundamentales a la hora de calentar, filtrar y humidificar el aire que se inhala, justamente lo contrario de lo que sucede con el ambiente acondicionado por un aparato, donde el aire se enfría y pierde humedad". "Está claro que el abuso de esta medida de confort expone al cuerpo a mayor susceptibilidad para desencadenar irritación orofaríngea (dolor de garganta), rinitis, tos, broncoespasmo, sequedad de mucosas e infecciones", ahondó.
El frío actúa como irritante, sobre todo a nivel de la garganta, ocasionado molestias o dolor y a veces laringitis y disfonía. "También, en personas susceptibles, pueden provocarse broncoespasmos. Además, la disminución de la humedad en el ambiente seca las mucosas, dificultando el manejo de las secreciones", apuntó Hernández.
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Los expertos dieron una serie de recomendaciones para usar el aire acondicionado sin dañar la salud:
1- Mantener y limpiar los equipos de aire acondicionado, al menos una vez al año, para disminuir la exposición a alérgenos y acumulo de gérmenes.
2- Evitar la exposición directa al aire acondicionado, teniendo en cuenta las horas del sueño, donde la exposición puede ser más prolongada.
3- Realizar intervalos en los que el aire acondicionado esté apagado, para ventilar el ambiente y reducir la sequedad producida por el mismo.
4- Tratar de mantener la temperatura ambiente entre los 24 y los 26 grados.
5- Beber agua o jugos de frutas no solo ayudará al organismo en general, sino que también facilitará la hidratación de las vías respiratorias.
"Estas recomendaciones son de cuidado general y no tienen en cuenta los aspectos individuales que deben ser evaluados en cada paciente. En el caso de sentir molestias recomendamos consultar a su médico", concluyó Mattarucco.
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