Siete consejos para proteger la vista y evitar dolores de cabeza en la práctica de deportes de invierno

Se sabe que la arena, el agua del mar o las piletas en verano pueden dañar los ojos y las medidas preventivas están a la orden del día. Sin embargo, poco se sabe sobre cómo cuidar la vista de la nieve y la altitud durante los meses de frío

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El porcentaje de luz ultravioleta aumenta 10% cada mil metros de altura (Getty)
El porcentaje de luz ultravioleta aumenta 10% cada mil metros de altura (Getty)

Está demostrado que la arena, el agua de mar y las piletas reflejan entre un 10% y un 25% la luz procedente de los rayos solares, mientras que la nieve es capaz de reflejar hasta un 80%. De ahí que proteger los ojos de la nieve en invierno sea tan necesario como cuidarlos del sol en pleno verano.

Por ello, resulta importante proteger la vista si se realizan actividades de esquí, montaña o, simplemente, se pasa tiempo libre en la nieve.

"La altitud también es significativa ya que el porcentaje de luz ultravioleta (UV) aumenta 10% cada mil metros de altura, y los deportes de invierno, como el esquí o el snowboard, se practican normalmente en montañas muy altas. Por lo tanto, en estas circunstancias se suman dos factores que hacen necesaria la máxima protección para los ojos: la presencia de nieve y la considerable altitud de las pistas o zonas de esquí". Así advirtió la oftalmóloga Carolina Colutta.

Para que nada enturbie la satisfacción de una jornada deportiva es fundamental proteger muy bien los ojos del sol (Getty)
Para que nada enturbie la satisfacción de una jornada deportiva es fundamental proteger muy bien los ojos del sol (Getty)

Según la directora médica del Instituto Oftalmológico de Buenos Aires (Ioba), "los anteojos y/o antiparras para protección de los ojos deben tener determinadas características que conviene respetar".

Y enumeró:

– Disponer de filtros de, al menos, un nivel 4 de protección ultravioleta.

– Poder filtrar por lo menos un 50% de la radiación infrarroja.

– Los cristales de las gafas tienen que ser resistentes, orgánicos y mucho mejor si son polarizados para eliminar brillos y reflejos.

– En cuanto a la montura, también debe ser resistente a los golpes (se recomienda el policarbonato) y contar con protección lateral.

– Las gafas deben adaptarse a la forma del rostro para evitar el riesgo de caídas accidentales.

Los anteojos y/o antiparras para protección de los ojos deben tener determinadas características que conviene respetar (Getty)
Los anteojos y/o antiparras para protección de los ojos deben tener determinadas características que conviene respetar (Getty)

– En la práctica de deportes de invierno, los traumatismos son habituales. Si se produce un golpe en los ojos o cerca de ellos, aunque la persona accidentada lleve el equipamiento adecuado y, por lo tanto, la protección recomendada, es fundamental que acuda lo antes posible al oftalmólogo para verificar o descartar la presencia de lesiones internas que puedan poner en peligro su visión o salud ocular.

– Disfrutar de la naturaleza en invierno es una experiencia fantástica y del snowboard o esquí, todavía más. Pero para que nada enturbie la satisfacción de una jornada deportiva es fundamental proteger muy bien los ojos del sol, del reflejo de la nieve, de un golpe fortuito u otra eventualidad.

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