En la antesala de las elecciones legislativas del próximo año, y todavía sin una definición respecto de si habrá o no primarias, el Gobierno comenzó a analizar la posibilidad de alianzas con espacios ideológicamente cercanos, con sectores del oficialismo a favor de hacer acuerdos y otros más reticentes.
Por un lado, las autoridades nacionales se enfrentan a la disyuntiva de hacer efectivo una unificación con el PRO, su principal socio en el Congreso, pero en los últimos días se sumó un nuevo actor a las negociaciones, una parte de la Unión Cívica Radical (UCR), que es encabezada por Rodrigo de Loredo.
El titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, le transmitió en plena Navidad al cordobés el deseo por parte del presidente Javier Milei de recibir en la Casa Rosada a los tres legisladores que fueron expulsados de ese partido, Mariano Campero, Martín Alfredo Arjol y Luis Albino Picat.
Al día siguiente, no solo los tres ex radicales estaban en Balcarce 50, sino también el propio De Loredo y un grupo importante de miembros de su bancada. En total eran 13.
La reunión fue un nuevo acercamiento por parte de Milei, muy crítico de la rama más de izquierda de la UCR, hacia los integrantes de esta fuerza política con la que sí tiene cierta afinidad.
“Fue un encuentro extremadamente positivo. La verdad que superó nuestras expectativas. El Presidente fue muy generoso con nosotros, estuvimos dos horas y media hablando con él y todos pudieron expresar lo suyo. Hicieron saber sus inquietudes distritales de las provincias, de las distintas temáticas. La verdad, pasamos revista a todos los temas. El Presidente tuvo una templanza, una paciencia, para explicarnos todo, sus miradas, su proyección económica, sus augurios de crecimiento para el año que viene”, comentó el cordobés al salir del despacho del libertario.
A pesar de este contexto de coincidencias, un sector del oficialismo se niega, no solamente a hacer una alianza con la UCR, sino también con el PRO, al considerar que La Libertad Avanza debería competir con boleta propia y sin acuerdos.
De esta manera piensan tanto el asesor presidencial, Santiago Caputo, como la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, que a lo largo del 2024 trabajó intensamente para que LLA tenga personería jurídica en gran parte del país.
Sin embargo, otros referentes del oficialismo, más alegados de la gestión diaria, remarcan que la UCR tiene presencia en provincias en las que los libertarios no tienen tanto apoyo.
Un ejemplo de esto es el caso del propio Campero, uno de los denominados “radicales con peluca”, que tiene una buena imagen en su Tucumán natal, donde además ya tiene estructura.
Lo mismo sucede en otras regiones, como Misiones y Córdoba, de donde son oriundos Arjot y Picat, respectivamente, pero también en Mendoza, donde gobierna Alfredo Cornejo; Jujuy, Chaco, Río Negro y Catamarca.
Dos de los radicales que no fueron expulsados, pero que votaron en varias oportunidades con LLA, José Tournier y Pablo Cervi, ocupan bancas por Corrientes y Neuquén, otros dos distritos difíciles para el oficialismo.
“Muchos serán los temas que nos encontrarán trabajando en el 2025 porque coincidimos en un espíritu reformista de una Argentina que hay que descorporativizar liberando nuestras fuerzas productivas y explotando estratégicamente nuestros recursos para aumentar la riqueza y reducir la pobreza de nuestro país”, escribió De Loredo en su cuenta de X, después del encuentro en Casa Rosada.
En esa conversación estuvo, además del jefe de Estado, Martín Menem y Karina Milei, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que participa de las discusiones políticas del Gobierno y es el principal nexo con el PRO.
En el sector de la UCR que encabeza el cordobés, y que está enfrentada al que conduce Martín Lousteau, ya se está debatiendo sobre qué hacer en caso de que el oficialismo los convoque para una alianza electoral.
En tanto, en el PRO todavía no se fijó una posición sobre este tema, pero algunos de sus más importantes referentes, que incluso integran la mesa ejecutiva del partido, se muestran a favor de un acuerdo.
“Estoy absolutamente de acuerdo con Milei en que tenemos que ir justos en todos lados, es bueno para nuestro partido, para La Libertad Avanza y para una alternativa de país que consolide lo que está haciendo el Gobierno”, señaló un dirigente que conversa asiduamente con Mauricio Macri.
Si bien “ninguno de los temas electorales fueron tocados” durante la reunión del jueves pasado en Casa Rosada, todas las partes están estudiando los posibles escenarios que, de confirmarse, podrían dar lugar al nacimiento de una reedición de Cambiemos, esta vez más libertaria. A algunas de las personas más cercanas al Presidente, no obstante, esta hipótesis les “genera urticaria”.
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