El Arzobispado de Buenos Aires explicó que el martes pasado organizó un encuentro pastoral con referentes de organizaciones que atienden a personas con necesidades alimentarias urgentes y desmintió que se haya montado allí un “comedor popular”, como difundieron dirigentes y militantes kirchneristas en redes sociales.
La foto muestra una mesa larga ubicada en el pasillo central de la Catedral Metropolitana. Hay personas a ambos lados y comida. Si no hubiera un contexto de enorme tensión política, pobreza creciente y el gobierno nacional acusado por retener alimentos no se habría producido ese malentendido, que impulsó al arzobispo Jorge García Cuerva a difundir un comunicado aclaratorio.
“A partir de algunas noticias difundidas en las últimas horas queremos informar que, en el marco de la semana de la caridad, en vísperas de la Colecta Anual de Cáritas, el pasado martes 4 de junio se realizó en la Catedral Metropolitana un encuentro de agentes de pastoral que acompañan a las personas en situación de calle. De este encuentro participaron referentes de parroquias, movimientos, funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y asociaciones civiles”, informó la Oficina de Comunicación.
Y agregó: “Estamos seguros que la mejor ayuda es la que se organiza. En este espíritu es que se convocó en esta primera instancia a todos aquellos que vienen realizando una tarea generosa, solidaria y comprometida con los más pobres”.
La aclaración ocurrió porque en las redes sociales se difundió la foto de la mesa como una movida de la Iglesia Católica para poner en superficie el drama del hambre. “Catedral de Bs As.. el comedor de los pobres. También lo van a marcar como comedor fantasma? Repartan la comida”, difundió en su cuenta de X Juan Carlos Molina, un cura que tiene comunicación directa con la ex vicepresidenta Cristina Kirchner. Ese comentario y otros similares de cuentas ligadas al kirchnerismo cayeron mal en la Curia, según reconoció en diálogo con Infobae una fuente eclesiástica.
Hay, de todos modos, reclamos permanentes que van desde curas, a obispos y hasta la Conferencia Episcopal para que el gobierno nacional distribuya alimentos a organizaciones sociales que están abocadas a esas tareas, frente a la negativa del Ministerio de Capital Humano que optó por cambiar el formato de asistencia social, evitando organizaciones a las identifica con el movimiento piquetero.
La Iglesia Católica está las últimas dos semanas abocada a llevar adelante la Colecta Anual de Cáritas, la movida solidaria que mayor visibilidad tiene y en la que las estructuras de esa institución de todo el país se dedica a juntar fondos para asistir a los sectores más postergados de la sociedad.
Es un momento clave que la propia Iglesia lo advirtió. El indicador de pobreza en la Argentina habría llegado en el primer trimestre de 2024 al 55,5% de la población y la indigencia pasó del 9,6% al 17,5% en el mismo período, de acuerdo a las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA). Según ese mismo sondeo casi 25 millones de personas (24,9 millones, residentes en áreas urbanas del país) habrían estado en situación de pobreza por debajo de la canasta básica total (CBT).
Estos incrementos se atribuyen en gran parte al impacto de la inflación de los últimos meses y a la suba principalmente en el rubro alimentos que afectó a los estratos más bajos de la sociedad. El mismo estudio asegura que unos 7,8 millones de personas están en un estado de pobreza extrema o indigencia, por debajo de la canasta básica alimentaria (CBA). En el tercer trimestre de 2023 el indicador de pobreza era del 44,7%. Los datos de la ODSA del primer trimestre de este año se obtienen a través de micro simulaciones.
“La inseguridad alimentaria total para áreas urbanas relevadas por la encuesta del ODSA-UCA, alcanza al 24,7% de las personas, al 20,8% de los hogares y al 32,2% de los niños, niñas y adolescentes. Por otra parte, se encuentran en una situación aún más grave, con inseguridad alimentaria severa el 10,9% de las personas, el 8,8% de los hogares y el 13,9% de los niños, niñas y adolescentes (NNyA). Al considerar el AMBA, los valores de inseguridad alimentaria total se ubican en el 26,4% de las personas, el 21,8% de los hogares y el 35% de NNyA. Al considerar la inseguridad alimentaria severa se ubican en 9,9%, 12,7% y 16,5%, respectivamente”, consigna el informe que se titula “Deudas sociales estructurales en la sociedad argentina”.