Solicitaron clemencia al presidente Nayib Bukele por el argentino que lleva cuatro meses preso en El Salvador

Los días pasan y la situación carcelaria de Alejo Arias González continúa sin resolverse. Ya van a ser cuatro meses desde que el argentino está preso en El Salvador acusado de formar parte de una banda de estafas colombianas. Y, aunque aseguran que es inocente, los intentos por lograr su liberación aún no tuvieron resultado. Ahora, la defensa probó con un nuevo recurso: le hizo un pedido formal de clemencia al presidente Nayib Bukele para que revise su caso.

La solicitud fue realizada por su abogado Miguel Ángel Pierri, quien tomó la causa de manera voluntaria tras hacerse eco del desesperado pedido de la familia del mendocino. En el documento, el letrado le explicó al jefe de Estado local cuál es la situación del joven, alegó que se trata de una víctima y le pidió que analice la posibilidad de dejarlo en libertad para que pueda volver a Argentina.

Alejo había viajado al país centroamericano en marzo con una propuesta laboral de una financiera. Lo hizo con la intención de ahorrar dinero y regresar a su ciudad para pagarse su carrera universitaria. Lo que desconocía —según su versión— es que la compañía en realidad era una asociación ilícita que se dedicaba al lavado de dinero y que estaba siendo intensamente investigada por el gobierno local. Unos días antes de su vuelta, fue detenido y desde entonces asegura vivir un calvario en una de las naciones con el régimen penitenciario más estricto de la región.

“Alejo Arias Gonzalez está detenido sin tener posibilidad de explicar que su función era la de un simple empleado administrativo, que desconocía absolutamente si la financiera estaba involucrada en cuestiones ilegales, y que él no tenía relación alguna con estas cuestiones”, reza el escrito enviado al mandatario de El Salvador, al que tuvo acceso Infobae.

En la misma línea, la petición añade: “Lo que motiva esta respetuosa petición se encuentra enmarcado en la necesidad de confirmar que -aunque si bien puede considerarse en parte duro- el régimen de excepción que usted se encuentra administrando en su Nación funciona para el beneficio de las víctimas e inocentes. Por esto mismo que le solicito tenga bien en cuenta este Pedido de Clemencia para Alejo Octavio Arias Gonzalez”.

En otro fragmento de la solicitud, Pierri dice que su cliente ha sido doblemente víctima, ya que fue engañado por sus empleadores y detenido “injustamente al involucrarlo con una organización de la cual él desconocía desde que arribó a la República de El Salvador”. También advierte que la vida del argentino está en riesgo en la cárcel, dado que comparte celda con sus empleadores.

El documento concluye: “Entiendo que esta solicitud conlleva por primera vez una pretensión de CLEMENCIA y que, de aquí en más se sabrá entonces que esta decisión ya no está solo en manos de los jueces del caso y en la opinión de los legítimos fiscales, sino que esta decisión deberá ser adoptada con la sabiduría y el criterio del hombre al que muchos conciudadanos de la América toda consideran el precursor de la lucha definitiva contra el narcotráfico, las maras y la violencia organizada en pos de defensa de los derechos de los civiles que puedan transitar el suelo de su Nación, que es Usted Señor Presidente Nayib Bukele”.

En diálogo con este medio, la familia de Alejo admitió haber renovado sus esperanzas y anhela la pronta solución del caso con este nuevo recurso implementado por su abogado. Si bien en un principio les habían asegurado que el conflicto debería resolverse a la brevedad, remarcaron que no bajaron los brazos a pesar de las complicaciones que hubo luego.

Además, Sandra, su madre, dio detalles sobre la situación de su hijo en la cárcel: “Sabemos que está bien por la Cancillería. Les hicieron llegar unas fotos que él había solicitado y me envió saludos por día de la madre y mi cumple. Hay que esperar que este pedido de clemencia llegue a Bukele y sea considerado”, cerró.

Alejo se mudó a El Salvador en marzo de este año con una propuesta laboral de una financiera. Su objetivo era ir para juntar plata durante seis meses y volver. Con ese dinero iba a pagarse la carrera de Radiología en la universidad.

Sin embargo, la empresa que lo había contratado era ilegal y él no lo sabía, según trascendió desde su defensa. El pasado 14 de julio fue detenido cuando la Policía lo interceptó en la puerta de su condominio: lo acusaron de formar parte de una asociación ilícita de origen colombiana que se dedicaba al lavado de dinero y que era perseguida por el gobierno

La banda fue desbaratada y, en consecuencia, capturaron a 110 sospechosos. Entre ellos el joven mendocino, el único argentino.