
Patricia Bullrich cree que ya se superó el estado de confusión de los primeros días tras el segundo lugar que obtuvo en las PASO y rediseñó la campaña de Juntos por el Cambio con otra estrategia. Por un lado, busca combinar el regreso al contacto con la gente común (con “la Patoneta” como emblema) y, por el otro, reconciliarse con los sectores de JxC con los que se enfrentó en la interna. Sabe que ahora necesita de ellos para llegar a otros segmentos del electorado y superar el desafío de entrar al balotaje.
Pasaron 44 días desde las primarias hasta que Horacio Rodríguez Larreta fue incluido por Bullrich en la campaña. Este miércoles, el jefe de Gobierno compartió una recorrida con la candidata presidencial de JxC y un acto en Lomas de Zamora. La semana próxima será el turno de María Eugenia Vidal, quien estará el jueves próximo junto a Bullrich en una actividad en Mar del Plata.
La incorporación de la ex gobernadora de Buenos Aires completará la inclusión de referentes de JxC que estuvieron en la vereda de enfrente de Bullrich antes de las PASO. Esto disipará la sensación que había en algunos sectores de la coalición: que la candidata se había “encerrado” en su círculo íntimo y había marginado al resto.

Los “halcones” del PRO no se olvidan que Vidal nunca se definió por la postulación presidencial de Bullrich, ni siquiera cuando lo hizo uno de sus máximos aliados, Cristian Ritondo, primer candidato bullrichista a diputado nacional en la provincia de Buenos Aires. Y, hasta ahora, no le perdonaban a la ex gobernadora que el 2 de agosto, a 11 días de las primarias, anunció su voto a Larreta.
Vidal, en cambio, habló con Bullrich tras la derrota del jefe de Gobierno y le aseguró que iba a trabajar para que ella llegara a la Casa Rosada. Lo instrumentó en sus viajes por el interior y en sus mensajes en las redes sociales.
Una de sus últimas recorridas fue en Entre Ríos, provincia en la que estuvo hace 15 días para pedir el voto para Bullrich acompañado por Emmanuel Gainza, candidato a intendente de Paraná por Juntos por el Cambio. Allí dijo: “Queremos una política de seguridad que pelee con el narcotráfico y no hay nadie en la Argentina que tenga la experiencia de haberlo hecho como Patricia, no solo de haber enfrentado al narcotráfico sino a todas las mafias de la Argentina”.
Además, en su discurso, Vidal dejó en claro su rechazo a Javier Milei y Sergio Massa. Por eso advirtió que “no podemos ni dar saltos al vacío ni seguir tolerando relatos”.

La ex mandataria bonaerense concurrió a la presentación del nuevo libro de Bullrich, en la Facultad de Derecho de la UBA, pero no estuvo en la primera fila, como Macri y Larreta, sino que se ubicó detrás, sin tanta exposición, junto a intendentes bonaerenses del PRO como Julio Garro y Diego Valenzuela.
Ahora, tras una larga charla, Vidal acordó con la ex titular del PRO que se sumará el jueves próximo a una recorrida por Mar del Plata y decidió viajar la semana que viene a Córdoba y Santa Fe para hacer campaña por su cuenta, de una forma similar a la que hizo Macri en el distrito cordobés.
Bullrich también estuvo el lunes pasado con Gerardo Morales en Jujuy. Se trató de otro reencuentro político demorado con uno de los dirigentes que la enfrentó en las PASO (fue candidato a vicepresidente de Larreta), que incluyó elogios recíprocos con el gobernador jujeño.

Esa foto, sin embargo, no pudo disimular la imagen del día anterior de Morales posando con Massa con la excusa de la firma de un acuerdo con mandatarios del Norte del país, de la que también participó el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, otro referente de la UCR.
Pero Bullrich, necesitada de que todo JxC se encolumne detrás de su candidatura, no criticó a los mandatarios radicales e incluso los justificó por haberse mostrado con su rival de Unión por la Patria. “La foto fue una picardía de Massa -dijo-, era un acto institucional de gobernadores que hace tiempo vienen trabajando para tener distintos tipos de energía para la producción del Norte Grande. Quiso hacer un acto proselitista, algo que no se hace, no era para decir ‘me llevo dos ministros radicales’”, .
Una de las primeras figuras del larretismo que sumó Bullrich fue Silvia Lospennato, candidata a diputada nacional del jefe de Gobierno en la provincia de Buenos Aires, quien colabora activamente con la postulante presidencial para tratar de captar el voto femenino.
Lo mismo sucedió con el jefe de campaña de Larreta, Federico Di Benedetto, y con Diego Santilli, ex candidato a gobernador, que se incorporó al equipo de Néstor Grindetti en la provincia y viajó en “la Patoneta” antes que Larreta. También se sumaron, desde el economista Hernán Lacunza hasta el vicepresidente 1° de la Legislatura porteña, Emmanuel Ferrario, una figura joven en ascenso.
La candidata sabe que necesita de todos para lograr consenso interno y más votos para las elecciones.
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