El presidente francés Emmanuel Macron invitó a Alberto Fernández a la final de la Copa del Mundo

En la Casa Rosada insisten en que no quieren mezclar “fútbol y política”. El Presidente se vio tentado con la idea de ir a Qatar hasta que recibió una recomendación telefónica

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El presidente Emmanuel Macron y Alberto Fernández mantienen una estrecha relación.
El presidente Emmanuel Macron y Alberto Fernández mantienen una estrecha relación.

Entre el presidente Alberto Fernández y su par francés, Emmanuel Macron, existe una relación de amistad desde hace tiempo. Suelen hablar seguido de política internacional, tuvieron reuniones bilaterales y compartieron escenarios en Cumbres del G 20 y en otros eventos. Ahora, ante la inminencia de la final del domingo que viene entre Argentina y Francia en el Mundial de Qatar, el mandatario francés se comunicó con Fernández para convencerlo de que esté en Doha para ver en vivo el duelo entre los equipos que lideran Lionel Messi y Kylian Mbappe. No pudo. Fernández descartó la chance de ir a la final de la Copa del Mundo tal como había adelantado Infobae esta mañana.

Macron viajó a Medio Oriente para estar presente en la semifinal en la que los franceses superaron por 2 a 0 al sorprendente Marruecos para lograr el pasaporte a la final. Vio ese partido sentado al lado del titular de la FIFA, Gianni Infantino, en medio de críticas desde su país, ya que desde sectores de la oposición francesa se cuestiona la política de derechos humanos del gobierno qatarí.

En algún momento de la mañana, el jefe de Estado argentino se vio seducido con la idea de viajar. Por ese motivo su portavoz, Gabriela Cerruti, dijo que estaban evaluando qué harían durante la tradicional conferencia de prensa de los jueves. Algunos atribuyen la decisión del Presidente de no subirse al avión a un llamado que habría recibido de su vice, Cristina Kirchner, desaconsejando la idea. “El país está en un momento sensible como para que su máxima autoridad esté en la Copa del Mundo”, le habría dicho en un castellano más llano.

Emmanuel Macron vio la semifinal entre Francia y Marruecos en Al Bayt Stadium, junto al titular de la FIFA, Gianni Infantino. REUTERS/Kai Pfaffenbach
Emmanuel Macron vio la semifinal entre Francia y Marruecos en Al Bayt Stadium, junto al titular de la FIFA, Gianni Infantino. REUTERS/Kai Pfaffenbach

También hubo intercambios a través de las redes sociales entre Macron y Fernández. Macron utilizó su cuenta de Twitter para agradecer los buenos deseos de Lula da Silva. Le respondió con un mensaje en portugués. “Gracias amigo @LulaOficial. Estimado @alferdez, uno de nosotros tendrá más suerte… Veremos cuál el domingo. Con toda amistad… ¡frente a los Bleus!”, escribió. Lula, recientemente elegido como presidente de Brasil -asumirá su cargo el 1° de enero por la tarde-, había deseado buena suerte a ambos seleccionados para el crucial choque en la final del 18 de diciembre en un tuit anterior.

Tanto Lula, como los presidentes de Argentina y de Francia, sostienen en la Rosada, se volvieron “muy compinches” cuando tuvieron como adversario común a Jair Bolsonaro. Comparten visiones estratégicas y Macron le reclama permanentemente al brasileño por su poco compromiso para combatir el cambio climático.

La respuesta de Alberto Fernández tanto al posteo de Lula como al de Macron llegó este mediodía, un rato antes de que protagonizara un acto en La Plata junto al ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus. “Querido amigo @EmmanuelMacron, te guardo un enorme afecto y te deseo lo mejor para el futuro. Salvo para el domingo. Argentina es mi maravilloso país, ¡y es Latinoamérica! ¡Vamos la celeste y blanca!”, acompañado de un emoji con la bandera argentina, fue el mensaje hacia el francés.

“Gracias querido @LulaOficial por tus buenos deseos. El fútbol latinoamericano estuvo muy bien representado por Brasil (@CBF_Futebol), @Uruguay, Costa Rica (@fedefutbolcrc), @FEFecuador, México (@miseleccionmx) y @Argentina”, rezaba el tuit como contestación a Lula.

En el Gobierno además se aferran a las cábalas futboleras, impresas a fuego en el folclore argentino. En el entorno presidencial afirman que “hay que dejar todo igual como hasta ahora”. A la Rosada ya llegó la invitación protocolar desde la FIFA para que Alberto Fernández vaya al estadio Lusail en Doha pero aunque todavía faltan 72 horas para el partido la decisión de verlo a la distancia sigue firme. También destacan que nadie desde la AFA se comunicó oficialmente para que el plantel nacional se acerque a la Casa de Gobierno si obtiene el título mundial por tercera vez en la historia.

En el Gobierno tampoco tienen en carpeta la posibilidad de que viajen a Doha el canciller, Santiago Cafiero, o el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, que es el nexo del Gobierno con el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, que está junto al plantel. Tampoco irá ningún funcionario del Gabinete. Por ahora solo estará el embajador en Qatar, Guillermo Nicolás. como ha ocurrido en otros partidos de la Selección. En 1986, con Raúl Alfonsín en la Casa de Gobierno, en la última Copa del Mundo que obtuvo Argentina. el gobierno envió al Distrito Federal de México, al estadio Azteca, al entonces ministro de Salud, Conrado Storani, para la final frente a Alemania en la que el equipo de Carlos Bilardo terminó imponiéndose por 3 a 2.

Funcionarios con acceso al despacho presidencial insisten en que el Presidente mirará el partido por televisión en soledad, como ha hecho durante todos los encuentros que disputó el equipo de Lionel Scaloni. El principal motivo de la decisión de que no viajen quienes forman parte del Gabinete Nacional es el pedido que ha hecho el propio Fernández a sus funcionarios para que no viajen al exterior en un momento donde a la Argentina le faltan dólares.

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