Fernando Straface habló del límite que tienen los acuerdos para el 2023: “No es unanimidad, con el kirchnerismo no compartimos ningún valor”

El funcionario y estratega electoral de Horacio Rodríguez Larreta explicó los detalles de la campaña. También aseguró que para Juntos por el Cambio “este gobierno tiene que terminar su mandato”

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Entrevista a Fernando Straface - ¿Los acuerdos que impulsa Horacio Rodríguez Larreta incluyen al kirchnerismo?

El secretario General y Relaciones Internacionales del gobierno porteño, Fernando Straface, uno de los estrategas de Horacio Rodríguez Larreta, detalló las líneas centrales de la campaña de Juntos por el Cambio, explicó que el kirchnerismo es un límite para los acuerdos que negocia el dirigente para antes y después de las elecciones del 2023 y compartió su mirada sobre el rol de Mauricio Macri en el armado opositor.

En una entrevista en los estudios de Infobae, el funcionario destacó que la creación de un plan de gobierno es una viga maestra en vistas a la competencia por la sucesión de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Además, fue muy crítico sobre la actualidad política y económica, pero advirtió que en JxC ”hay una gran convicción de que este gobierno va a terminar su mandato”.

Sobre Mauricio Macri, Straface afirmó que “el rol que hoy tiene es de ser un faro” para Juntos por el Cambio. Reiteró que Rodríguez Larreta va a competir en las PASO independientemente de lo que hagan otros dirigentes de la coalición opositora. La postulación del jefe de Gobierno, dijo, ”no va a depender de ninguna otra candidatura que exista en Juntos por el Cambio, es un evento independiente”.

La entrevista completa a Fernando Straface, secretario General y de Relaciones Internacionales del gobierno porteño.

- ¿Específicamente sobre la campaña contanos un poco cómo están y cuáles son los desafíos que tienen por delante?

Horacio Rodríguez Larreta hoy, al igual que gran parte de los dirigentes Juntos por el Cambio, está ocupado en cuatro temas muy importantes:

* Consolidar la unidad de Juntos por el Cambio, porque hay una clara convicción de que Juntos por el Cambio va a llegar unido al 23, y probablemente ampliado. Para eso hay mecanismos institucionales para decidirlo.

* En segundo lugar, la posibilidad de que Juntos por el Cambio arribe a un plan, que es un plan de gobierno consensuado. Un plan que no tiene el gobierno actual, que se jactó en algún momento -el Presidente, incluso- de no tenerlo y así le va con el Gobierno, porque así no se gobierna. Se está poniendo mucha energía en formular este plan que tiene tanto una etapa de estabilización de la economía, como una serie de reformas para el crecimiento y el progreso

* En tercer lugar, es que dado el nivel de transformación que la Argentina requiere, se necesita un consenso muy amplio para poder llevar ese plan adelante. Un consenso incluso más amplio que lo que se necesita estrictamente para ganar la elección, algo que nunca se hizo en la Argentina. Es una gran disrupción en el sistema político, “una gran coalición”, como lo llamaba en Alemania Angela Merkel

* Y en cuarto lugar, la avocación al buen gobierno de la Ciudad. Tenemos una responsabilidad, que es una transformación en marcha, y se le pone mucho mucho énfasis a gobernar bien la ciudad como carta de presentación al conjunto de los argentinos. Es muy importante para la etapa que viene que, quién lleve adelante ese plan, ese consenso, tenga también atributos de buen gobernante.

- En detalle ¿qué significa el plan para la estrategia electoral de Larreta y cuáles son los componentes que tiene esta idea.

- Más que para la estrategia de Horacio Rodríguez Larreta, para que Juntos por el Cambio tenga claro a qué llega, eventualmente y elecciones mediante, al poder en el 23. La Argentina necesita imperiosamente recuperar un rumbo que el presidente Macri había fijado en su gobierno y que este Gobierno, no sólo fue para atrás, sino que no marcó ningún rumbo alternativo. Es el reino de la improvisación. La Argentina necesita -y todos coinciden en Juntos por el Cambio- llevar la economía a un nivel de estabilización mayor al que actualmente tiene. Con inflación del 100%, que es hacia dónde vamos, no hay nadie que pueda planificar, comprar, vender, invertir, no hay competitividad posible. Una primera etapa de estabilización de la economía, que dependiendo las condiciones de arribo en el 23, quienes saben de economía definirán cómo es, aunque la Argentina tiene algunas experiencias al respecto; y en segundo lugar, lo que llamamos reformas para el crecimiento. La enmarco también en una voluntad de recuperar el reformismo como actitud vital, de gobierno. Este país se hizo grande a partir de grandes reformas, electorales, migratorias, universitarias, que nos hicieron modernizar e insertarnos en el mundo exitosamente.

La Argentina necesita recuperar esa voluntad reformista. En materia impositiva, previsional, de leyes laborales. En materia educativa necesitamos de una vez por todas adaptar el sistema educativo al modelo de desarrollo de la Argentina.

- Para que algún dirigente o sector político se quiera sumar ¿tiene que firmar previamente este plan en el que están trabajando?

- Llegó el momento en la Argentina de que esa gran coalición que Horacio Rodríguez Larreta plantea para sostener las reformas, le planteé muy claramente a los argentinos a qué viene. Para qué quiere llegar al poder y que los dirigentes que la conforman también se comprometan explícitamente con ese plan. Nosotros miramos mucho la experiencia de varios países, pero en el caso de Alemania, por ejemplo, tanto en el principio del periodo de Merkel, en 2004, como especialmente ahora, cuando se fue, hace un par de años, hicieron muy explícito cuáles eran los 11 puntos, 300 medidas que iban a mantener unida a la coalición. Es muy importante para generar el mandato social que la Argentina necesita para avanzar con esas reformas, que la sociedad sepa ¿Cuál es el rumbo? ¿Cuál es el trayecto? ¿Qué reformas va a haber que hacer? ¿Cuánto van a tardar en dar algunos frutos? Es una suerte de re-legitimación para la política, que no es solo tener un plan sino que los dirigentes que eventualmente se sumen lo acuerden.

- ¿Cómo se tramita eso de incorporar sectores o dirigentes a los que se le tenga que pedir que dejen algo para entrar?

- Con mucho diálogo, mucho ejercicio del consenso. Te pongo un ejemplo ya que mencionas los docentes. En la ciudad hicimos la reforma del Estatuto Docente más comprensiva que tuvo la Argentina en muchísimos años -creo que la última vez que se reformó en la ciudad fue en el año 1985-. Es un nuevo estatuto que hace que el crecimiento en la carrera docente esté mucho más ligado a la formación que solamente a la antigüedad. Eso hace algunos años parecía imposible y sin embargo se logró. Y en materia laboral, recuperando la noción del reformismo. Si en el presente más de un 30% del trabajo en la Argentina -del que escasea, pero existe- se realiza en términos informales, hay un 40% de pobreza y todo el mundo señala como una de las restricciones para tomar nuevos trabajadores, aún en actividades que les va bien, el complejo sistema laboral. Hay que recuperar la noción del reformismo para modernizarse para generar más trabajo. En esto de “los sindicalistas”, te digo que probablemente no piensan todos lo mismo. Tenemos diálogos periódicos con distintos sectores y todos coinciden en la necesidad de hacer algo que no necesariamente tiene que ser ni va a ser cercenar derechos, sino adaptar las modalidades a las formas nuevas en las cuales la gente trabaja. Hay un montón de trabajadores, por ejemplo en la ciudad, en la industria del conocimiento, que trabajan para empresas del exterior y que no están contabilizados en ninguna estadística ni tampoco en ninguna formalización.

- ¿Ampliar y acordar con muchos no puede debilitar el corazón de Juntos por el Cambio, como plantea Patricia Bullrich?

- Prefiero la dinámica de discutir ideas y no personas. El nivel de transformaciones que la Argentina necesita requiere de un consenso muy amplio, no sólo para aprobarlas, sino para sostenerlas en el tiempo. La Argentina, desde el retorno de la democracia, tuvo varios episodios de reformas en el sentido correcto, si vos querés, seguidos de otros episodios de contrarreformas que retrocedían varios pasos. La idea de seguir como hasta ahora creyendo que en un momento determinado un personalismo, un iluminado o exclusivamente la voluntad de alguien para hacer que algo pase va a tener éxito, me parece que se contrapone con el ejercicio de la memoria histórica. Hay que probar algo distinto. Y lo que Horacio (Rodríguez Larreta) plantea es la mayor disrupción de la historia política reciente de la Argentina. Como hicieron varios países para cambiar el rumbo en algún momento, que es conformar un gobierno de consenso ampliado, que no es unanimidad, nunca es unanimidad. Hay sectores de la Argentina como el kirchnerismo, con los cuales no compartimos ningún valor, pero hay muchos otros con los cuales podemos compartir el valor de que la Argentina se vuelve a insertar al mundo.

- ¿Está planteando Rodríguez Larreta una forma de liderazgo más horizonal? ¿Está Argentina preparada para eso?

- Empezando por la caracterización del gobierno nacional actual, estamos viviendo el resultado de un experimento electoral con falla de origen. Es la primera vez en la historia de la Argentina que quien es candidato a vicepresidente anuncia quién va a ser su candidato a presidente. Ellos nunca tuvieron un plan de gobierno sobre el cual amalgamarse, nunca tuvieron un rumbo claro. Los signa la improvisación y los resultados están a la vista, el mal gobierno está a la vista. Lo que Rodríguez Larreta está planteando es una cosa muy distinta: es una gran coalición que convoque a algunos de los sectores que perdieron la elección pero que están de acuerdo con un un rumbo de desarrollo para la Argentina, un gobierno que explicite las reformas que va a llevar adelante, algo que es verdad, nunca se hizo en la Argentina pero también es verdad que, probando con las cosas que probamos, terminamos en el lugar donde terminamos, En todo caso, el desafío es para quienes van a liderar esa gran coalición, poder fijar ese rumbo, hacer pedagogía ante la sociedad, tener verdadero mandato social para las reformas. Tenés varios ejemplos: nosotros hace poco fuimos a Israel, donde lo lograron. La inflación, me decía un economista argentino que vive allá, la gente pensaba que era parte del paisaje de Israel, que nunca la iban a poder cambiar, hasta que un día los dos grandes partidos se pusieron de acuerdo y lograron cambiarla y, después de eso, mantener reformas que le permitieron a Israel crecer durante 30 años.

- Desde el kirchnerismo también echaron a rodar que Larreta se sentiría más cómodo no yendo a internas con Patricia Bullrich o eventualmente con algún dirigente del radicalismo. ¿Las PASO son parte fundamental de esta construcción o esta intención de abarcar y de tener consenso implica no ir una PASO?

- Las PASO son una regla fundamental, un pilar del ordenamiento político en la Argentina. Y Juntos por el Cambio dio muestras de haber aprendido y ejercitado exitosamente antes que nadie esa regla institucional. El año pasado, en 17 de las 24 provincias, Juntos por el Cambio hizo unas PASO y así se dirimieron liderazgos. Y en la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli termina ganando una elección histórica, porque es la primera vez que el peronismo unido en el poder en la provincia de Buenos Aires pierde. Fue después de unas PASO relevantes con Facundo Manes y eso lo posiciona probablemente como el mejor candidato a gobernador que Juntos por el Cambio tiene.

- Uno se imagina la PASO donde Larreta tenga debajo a un candidato a gobernador o a más de un candidato a gobernador del PRO o eventualmente del radicalismo, porque eso también va a ordenar de una forma específica la PASO. No es lo mismo que Larreta esté con Santilli abajo como gobernador, a que esté Horacio con Santilli y Ritondo por ejemplo a gobernador y eventualmente Tetaz del radicalismo…

- Eso más que más que PASO ya es ingeniería electoral específica, para lo cual es muy temprano para aventurar esos escenarios a un año de las PASO. Todavía estamos muy preocupados por el plan y las ideas, todavía no las personas.

- ¿Le suma o le resta tener tres o más candidatos competitivos como puede ser Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, eventualmente Mauricio Macri, Vidal?

- Lo que va a agrandar a Juntos por el Cambio en las elecciones del año que viene son la idea de consolidar la unidad y, eventualmente ampliarse, y llegar con un plan, que de forma consistente, le puedan presentar ante la sociedad todos los candidatos.

- Hablamos recién de cómo estaba la situación en el país y caracterizabas un poco la situación del Gobierno. ¿Tanto en el PRO como en la campaña de Juntos por el Cambio está la idea de que los tiempos puedan acelerarse?

- Está la idea de que este gobierno tiene que finalizar su mandato, un mandato que por otra parte está consagrado en la Constitución. Juntos por el Cambio está teniendo en todo este episodio de deterioro económico seguido de crisis de gobierno una gran responsabilidad institucional, una gran sobriedad declarativa, al mismo tiempo que marca con mucha firmeza los errores y la falta de rumbo. Justamente porque en Juntos por el Cambio, que es la oposición, hay una gran convicción de que este gobierno va a terminar su mandato porque además es uno de los grandes legados también del gobierno de Mauricio (Macri) de haber sido el primer gobierno no peronista, desde el retorno de la democracia, que termina su mandato. Eso está en el ADN de Juntos por el Cambio.

- ¿Qué lugar tiene Mauricio Macri en todo esto? Lo digo porque dirigentes han planteado que Mauricio Macri se merece una segunda oportunidad...

- El rumbo de desarrollo, de modelo de país, de reformas que este país necesita, que el presidente Macri marcó en su primer periodo, merece ser recuperado, especialmente a partir de la mala praxis de este gobierno. El presidente Macri es una gran fuente de inspiración, de consulta, de referencia, para todos los que formamos Juntos por el Cambio. Él nos lideró, tiene una agenda internacional -yo que me dedico a esos temas- de enorme prestigio. Es un enorme activo para la política argentina que Mauricio Macri tenga esa agenda y es una referencia muy importante -como él mismo dice- para discutir el qué o el para qué. Cuáles son esas reformas que la Argentina imperiosamente necesita llevar adelante para frenar el deterioro y día que es una voz muy rectora de esos temas. Creo que el rol de Mauricio Macri es clave para que Juntos por el Cambio tenga éxito en el 23.

- No compitiendo…

- Esa es una decisión que que tomará él en su momento y que se debatirá dentro de Juntos por el Cambio y, eventualmente, también como vos decías antes, estarán las PASO, pero el rol que hoy tiene Mauricio Macri como faro, de qué reformas hay que llevar adelante y cómo Juntos por el Cambio debe seguir este alimentando su vocación de transformación para el país, es indispensable.

- Algunos creen que si se presenta, si efectivamente Macri ve la posibilidad y entiende que tiene chances de éxito su candidatura, implicaría que Horacio Rodríguez Larreta no compita

- La decisión de Horacio Rodríguez Larreta de presentarse como candidato a presidente no va a depender de ninguna otra candidatura que exista en Juntos por el Cambio, es un evento independiente a eso. Además, creo que es demasiado temprano para especular sobre eso.

- ¿Qué lugar tiene la provincia de Buenos Aires en toda la estrategia de Larreta?

La provincia de Buenos Aires tiene un lugar central en la posibilidad de que Argentina vuelva a crecer, se desarrolle y disminuya la pobreza. Todos sabemos los problemas estructurales que tiene y, en aras de volver a recuperar la posibilidad de gobernarla, el triunfo de Diego Santilli el año pasado fue histórico. Creo que lo posiciona de una manera bien diferencial de cara al año que viene, protagonizar la fórmula de la provincia de Buenos Aires. Está acompañado por grandes referentes también de la provincia como Diego Valenzuela Julio Garro. Diego tiene una experiencia de gestión de mucha trayectoria y en un tema como la seguridad, que hace a los bienes esenciales en la provincia de Buenos Aires. Con independencia de la saludable emergencia de otras personas con voluntad de protagonizar, me parece que en el mediano plazo se va a consolidar detrás de Diego y otros intendentes, como Diego Valenzuela, esa posibilidad.

- Siempre que voy a tener una entrevista trato de hablar con gente que sea rival (de la persona que voy a entrevistar), porque tienen una mirada diferente. Esta persona me dijo “preguntarle a Straface por qué Santilli no va a ser para Rodríguez Larreta lo que es Kicillof para Cristina”.

- Diego Santilli y Horacio Rodríguez Larreta constituyeron -hasta que Diego dejó de ser vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires- uno de los binomios políticos más exitosos de los últimos años. Usé mucho la palabra binomio, que es distinto de meramente un acompañante de fórmula. Es un tándem, un dúo que se complementa, que tienen potencialidades distintas. No tengo ninguna duda que la provincia de Buenos Aires gobernada por Diego va a tener más éxito si Horacio Rodríguez Larreta ejerciera la presidencia y no tengo ninguna duda de que se haría una mejor Presidencia con Santilli como gobernador.

- Y no hay una dependencia en términos políticos que repita un esquema como el de Kicillof y Cristina, por ejemplo.

- Yo lo llamo complementaridad, potenciación, entendimiento, comunión de visión, para la Argentina. Me parece que eso es un plus.

- ¿En la ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri es el candidato de Horacio Rodríguez?

- La transformación que empezó Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires y que Horacio (Rodríguez Larreta) potenció tanto en términos normales como en momentos de cisne negro, como la pandemia, tiene en Juntos por el Cambio la mejor garantía de continuidad. Y dentro de Juntos por el Cambio, naturalmente, como miembro del PRO, creo que tenemos la mejor oferta. Jorge Macri es alguien con credenciales en Vicente López de haber gobernado dos periodos, que también llevó adelante una transformación. Está haciendo una tarea muy destacada en la ciudad de Buenos Aires como Ministro de Gobierno y definitivamente tiene la voluntad de hacerlo. También hay otros liderazgos: Fernán Quirós y Soledad Acuña que en la pandemia además se consolidaron. Y no puedo desestimar tampoco que, en otras fuerzas políticas de la coalición de la ciudad, hay otras personas como Martín Lousteau que también manifestó su voluntad.

- No me contestaste la pregunta. ¿Es el candidato Jorge Macri de Horacio Rodríguez Larretta?

- Jorge Macri es una de las personas mejor capacitadas y posicionadas para continuar la transformación.

Un mundo que cambió

- Tenés una experiencia internacional ¿Cómo estás viendo los últimos acontecimientos en el mundo y cómo los problemas que hay pueden afectar a la Argentina?

- Primero una obviedad que parece una obviedad muy simplona, pero veo un mundo distinto. Distinto al del 2015 distinto al del 2019. Lo cambió el COVID y lo cambió la invasión de Rusia a Ucrania. Lo cambió en términos de como tanto el COVID como la invasión rusa cambiaron los marcos de estabilidad de cadenas productivas, de alianzas de la geopolítica de recursos en el mundo. Es un mundo en transición, en el cual la Argentina, como país de ingreso medio en desarrollo y con desafíos que todo lo que hablamos antes muy importantes, tiene que ser muy inteligente en cómo jugarlo. Poner adelante de todo su agenda de desarrollo, no pretender como hace el gobierno nacional en cada incursión aún cuando lo invitan para hablar de oportunidades de alimentos y de energía postularse como arquitecto del orden mundial. Ahí entra en grandes contradicciones, porque además esta transición que está viviendo el mundo, por aspectos quizás desafortunados, le abre oportunidades a la Argentina. Por ejemplo, como proveedor de alimentos, de energía, de aseguramiento de cadenas logísticas, pero para eso hay que estar muy ordenado adentro también y además hay que tener -cosa que el Gobierno Nacional no tiene- una vocación de entender el mundo como una oportunidad. El kirchnerismo, históricamente, se caracterizó por cierto parroquialismo, cierto exceso de de confianza de la religión de vivir con lo nuestro, pero para que Argentina crezca tiene que integrarse más al mundo. Es uno de los países menos integrados en comercio. El presidente Macri lideró la aceleración del acuerdo Unión Europea-Mercosur que este gobierno frenó. El presidente Macri nos dejó en la puerta del ingreso a la OCDE y cuando este gobierno fue invitado para ratificar el ingreso hizo más preguntas, cosa que le impidió acelerar en el ingreso como otros cinco países lograron, incluyendo Brasil y Perú, que son dos signos ideológicos absolutamente distintos. Así que para Argentina hay oportunidades pero se necesita una política exterior mucho más coherente y consistente y profesional.

- ¿Qué mundo ves por delante para Horacio Rodríguez Larreta en caso de que llegue a la presidencia?

- Para empezar, (Larreta) es un ferviente creyente en que Argentina tiene que expandir sus relaciones con el mundo. En los siete años que lleva de Jefe de Gobierno visitó 16 países y 22 ciudades -el último Israel- porque quien aspira a alguna responsabilidad en la Argentina tiene que tener un sistema de relaciones que sostenga también el plan de desarrollo que propone. Lo veo siempre poniendo en sus relaciones con el mundo por delante la agenda de desarrollo de la Argentina, que implica relacionarse con las grandes potencias, y al mismo tiempo afirmar valores muy constitutivos de nuestra historia, como la democracia y los derechos humanos, especialmente, cuando se ven afectados en la región. Por eso la condena durísima a los regímenes de Venezuela, Nicaragua y Cuba mientras el gobierno nacional titubeaba al respecto.

- Cristina Kirchner está muy pendiente de qué es lo que va a pasar en Brasil con las elecciones. Hay como una confianza dentro del cristinismo de que en la región haya triunfos de la izquierda. Soy más de la idea de que están perdiendo los oficialismo, cuál es tu mirada ¿pierden los oficialismos o está ganando la izquierda?

- Estás muy bien orientado, porque esto de los oficialismos perdiendo después de la pandemia pasa en casi todo el mundo, incluyendo América Latina. Ahora volviendo a Brasil, correctamente decís Cristina está muy pendiente del resultado en Brasil. El problema es hacer depender la salud de las relaciones con nuestro principal socio estratégico, que es Brasil, de la familia ideológica de quien gobierna. Al presidente Macri le tocó gobernar con Michel Temer, con Dilma Rousseff y con Bolsonaro y con los tres mantuvo relaciones estratégicas con Brasil. A partir de que gobierna Bolsonaro, y en esto no quiero poner la carga exclusivamente del lado argentino, pero es impensable que Argentina no tenga relaciones más densas con Brasil o que ahora estemos apostando a uno u otro color ideológico en Brasil. Es nuestro principal socio comercial, es el principal socio para relanzar el Mercosur y desde ahí integrarnos más y mejor con el resto del mundo.

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