Eduardo “Wado” de Pedro prefirió quedarse este fin de semana en la ciudad de Buenos Aires para trabajar en el diseño del Ministerio del Interior que tendrá a su cargo a partir del próximo martes.
De Pedro, uno de los más emblemáticos miembros de la agrupación La Cámpora, fundada por Máximo Kirchner, suele recluirse los fines de semana en su casa de Mercedes, el pueblo en el que se crió en la provincia de Buenos Aires. Pero este sábado no viajó.
“Se queda acá. Está armando el ministerio, todavía hay algunos lugares sin ocupar, está charlando con diferentes dirigentes”, decían en las oficinas que el Presidente electo del Frente de Todos montó en Puerto Madero para trabajar en la transición entre las elecciones y el desembarcado en Casa Rosada.
“Wadito”, como lo presentó Alberto Fernández durante la conferencia de este viernes en esas mismas oficinas del séptimo piso de la calle Encarnación Ezcurra, es uno de los pocos dirigentes K que mantuvo contactos frecuentes en estas semanas con el funcionario que reemplaza.
Con el ministro Rogelio Frigerio conversó por teléfono en sobradas ocasiones. Y se reunieron a solas para hablar de la gestión incluso antes de la designación oficial de este viernes, confirmó este medio de fuentes vinculadas a ambos dirigentes.
También hubo conversaciones de los funcionarios salientes con Gabriel Katopodis y María Eugenia Bielsa, que ocuparán los ministerios de Obras Públicas y de Desarrollo Territorial y Hábitat, respectivamente. Dos de las áreas que, hasta ahora, dependían de Interior.
“Wado” y Frigerio fueron, de hecho, dos de los interlocutores que acercaron posiciones entre Mauricio Macri y Fernández. El ministro designado habló también en varias oportunidades con Sebastián García de Luca, el saliente secretario de Interior que se muda al Congreso a partir del martes.
En el entorno de De Luca confiaron a este medio que, hasta ayer, no tenían noticias de su sucesor. Trascendió que ese despacho está reservado para un dirigente de La Cámpora.
“(Con 'Wado’) Nos conocimos hace muchos años. Siempre pondero de él, más allá de sus condiciones técnicas y para ejercer el cargo, que le gusta ejercer la política como me gusta a mí. Sobre la base de dialogar, de hablar y de ponernos de acuerdo. Hicimos un camino vertiginoso en los últimos años, y siento que vamos a estar muchos años más juntos trabajando", abundó Alberto Fernández sobre De Pedro en la conferencia del viernes por la tarde.
De Pedro, uno de los pocos funcionarios de alto rango que ocupará un despacho en la Casa Rosada -en la planta baja, debajo del de Santiago Cafiero, y a metros de Vilma Ibarra-, no tendrá, como su antecesor, buena parte de la obra pública del gobierno.
Interior, en el nuevo organigrama, quedará supeditado solo a la relación con los gobernadores y al diálogo con el sistema político, un rol que “Wado”, de estrechísimo vínculo con Cristina Kirchner, que cultivó un lazo sólido con el mandatario entrante, afianzó en estos años.
De cuidado perfil bajo, casi impenetrable para los medios de comunicación, el flamante ministro se sienta en varias mesas a la vez. Su nombre llegó a trascender incluso para ocupar un lugar central en el gabinete de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires. En el área de Justicia. Pero se quedó con Fernández, después de largos diálogos con la Vicepresidenta electa.
El diputado saliente, de hecho, deberá dejar su sillón en el Consejo de la Magistratura nacional porque renuncia a su banca. El representante del Poder Ejecutivo en ese órgano encargado, entre otras cuestiones, de la designación y la remoción de los jueces, será Gerónimo Ustarroz. De sólido lazo con “Wado”.
El designado ministro deberá lidiar con los gobernadores del PJ. Algunos de ellos todavía mastican bronca por la conformación del gobierno y la elección de autoridades en el Parlamento, en especial en el Senado. Juan Manzur es el más icónico.
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