Macri y Pichetto debutan formalmente en la campaña en un escenario de polarización extrema

El binomio del Juntos por un Cambio desembarcará el martes en Tucumán para la celebración del 9 de julio y el miércoles encabezarán, por ahora, un evento partidario de Parque Norte

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Fines de mayo del 2018. "Hagan lo que tengan que hacer y háganse cargo. No haber acordado es un fracaso. Yo no creo que puedan solos. Estos días pasaron inútilmente. Todo estaba centralizado en la Jefatura de Gabinete. Nunca llegó ninguna propuesta del Poder Ejecutivo. Es un agravio permanente. ¿Pretendían que no hiciéramos nada?", se preguntó Miguel Ángel Pichetto minutos antes de darle sanción definitiva a la ley que obligaba al Gobierno a dar marcha atrás con los aumentos de las tarifas de los servicios públicos, y que Mauricio Macri vetaría a las pocas horas.

Un par de días atrás, desde Vaca Muerta, el Presidente había acusado al PJ parlamentario de "irresponsable" y de dejarse llevar por las "locuras de Cristina Kirchner".

El senador, todavía jefe del bloque del PJ en el Senado, aludió en su discurso de poco más de media hora a Jaime Durán Barba y la teoría de "las cosas de las que no conviene hablar".

El miércoles pasado, uno de los socios de la cámara empresaria de los Estados Unidos le preguntó al compañero de fórmula de Macri cómo había hecho para pasar de un lado a otro. "He hecho terapia en mi vida, eso ayuda a tener una capacidad de resiliencia, que es una palabra nueva. Hay una leyenda en el Congreso que dice que los presidentes pasan y yo me quedo", contestó Pichetto ante las risas tímidas del auditorio, en un hotel frente al Obelisco porteño.

Fue el mismísimo Presidente el que blanqueó en la reunión de gabinete ampliado del jueves que antes de llamarlo por teléfono para ofrecer formalmente la candidatura se había encontrado con el senador no más de cuatro veces. Y que el senador no dudó ni dos segundos en responder: ya lo había hablado con su círculo íntimo unas horas antes y había sido sondeado por consejeros presidenciales, entre ellos Carlos Grosso, influyente e inoxidable asesor del PRO.

Macri debuta formalmente con Pichetto en estas horas de cara a las primarias del domingo 11 de agosto poco más de un año después de que su compañero de fórmula resaltara a viva voz de que en el Gobierno no irían a poder "solos". Y de que lo que predominaban eran los consejos del consultor ecuatoriano y su teoría de "las cosas de las que no conviene hablar". Con el objetivo de acortar la brecha con el kirchnerismo.

Es paradójico: el senador se convirtió en el inicio de la carrera electoral en un vocero fundamental del Gobierno. "Te deja decir cosas que otros no pueden decir", analiza un asesor externo de la Jefatura de Gabinete. En el primer piso de la Casa Rosada incluso dan cuenta de que el candidato a vicepresidente está muy entusiasmado con el equipo estratégico de la campaña, liderado por Marcos Peña y por Durán Barba.

Y viceversa: el jefe de ministros está "encantado" con el senador. "Vos hablá lo que quieras", le avisó Peña ante la carencia de voceros oficiales.

El consultor ecuatoriano aún tiene guardado en su teléfono el mensaje que le escribió el año pasado a Peña en el que le sugería la idea de pensar a Pichetto como candidato a vicepresidente. Dicen que fue medio en broma- medio en serio.

Miguel Ángel Pichetto y Gabriela Michetti, en el CCK
Miguel Ángel Pichetto y Gabriela Michetti, en el CCK

Pichetto está exultante. El jueves, en el encuentro del CCK, fue aclamado por un millar de funcionarios, dirigentes y asesores. Una escena a la que no está habituado. Es uno de los senadores peronistas que nunca gobernó una provincia: el hecho de ser vicepresidente si Macri es reelecto lo revitalizó. Él mismo confesó que estaba para irse a la casa.

Ahora, el histórico entorno del ex jefe del bloque del PJ está más activo. El viernes, por caso, Mario Domingo Daniele, prosecretario administrativo de la Cámara alta -un hombre del riñón del senador-, recibió el reproche de un grupo de dirigentes de la vieja guardia, encabezados por Humberto Roggero -al que más escucha Pichetto-, preocupados por el desembarco de viejos peronistas que, según el círculo del candidato, restan más de lo que suman.

En el Gobierno volvió en estas horas el optimismo que habían guardado bajo la alfombra desde el segundo semestre del 2018 hasta este verano. En busca del voto desencantado y el de la "tercera vía", que se desinfló con la dispersión de Alternativa Federal. Hasta el propio Horacio Rodríguez Larreta, miembro fundador de la mesa chica del PRO, reconoció en el encuentro de gabinete ampliado del jueves que él mismo tenía dudas hasta no hace muchos meses.

El humor interno cambió. Alentados por la recuperación que muestran las encuestas sistematizadas que la Jefatura de Gabinete encarga todos los meses. Y por los créditos al consumo que el Gobierno inyecta -la ANSES como motor de esa inyección- como las viejas recetas de la anterior gestión.

"Estamos palo y palo. Y tenemos más que ellos (por la fórmula Fernández-Fernández) para crecer", explica uno de los técnicos que suele desmenuzar esos números.

Macri y Pichetto, antes de la elección de la fórmula presidencial (Presidencia)
Macri y Pichetto, antes de la elección de la fórmula presidencial (Presidencia)

Aún no está definido de cara a las PASO cuántas veces se mostrarán juntos Macri y Pichetto, que en los últimos viajes que hizo aprovechó las distancias para estudiar informes sobre obra pública en todo el país, uno de los ejes que el Gobierno exprimirá durante la campaña.

Sí está previsto que desembarquen el martes en Tucumán, para la celebración del 9 de julio. Y el miércoles encabezarán, por ahora, el evento partidario de Parque Norte.

La agenda del senador, de todos modos, aún es una incógnita. La semana iba a viajar junto a Rogelio Frigerio hacia San Juan, pero canceló la visita por un evento de AmCham. La próxima semana podría volar hacia Entre Ríos y Tucumán, también con el ministro del Interior, pero aún no está confirmado. Tanto Pichetto como Frigerio siguen con atención el movimiento de los gobernadores del PJ. Los que adhieren a la fórmula K, los que coquetean con ella y los que juegan con mayor libertad, como los casos de Juan Schiaretti, Alberto Weretilneck, Omar Gutiérrez o Domingo Peppo.

Macri puede inaugurar obras hasta el miércoles 17. Después de esa fecha, y hasta las PASO, la ley solo permite recorridos. Incluso en este tiempo, el jefe de Estado ya no podrá moverse en el avión oficial, sino que deberá hacerlo en aviones y helicópteros alquilados por el partido. Nada de inauguraciones después del 17. Un límite difuso que es la tentación de todos los gobiernos.

Hasta ese día, está pautada la recorrida de varios ministros por el interior del país.

Por ahora, y de no mediar imprevistos, el cierre de campaña de las PASO será en Córdoba, una provincia en la que Macri y Pichetto se siente cómodos. El mismo escenario que el 2015. En el balotaje de ese año, el Presidente derrotó a Daniel Scioli por el 71,5% de los votos. La mayor diferencia del país.

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