"La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida", tarareaban en el bunker de Luis Barrionuevo el estribillo de Pedro Navaja, uno de los clásicos de Rubén Blades.
Se ufanaban del acuerdo que el líder gastronómico alcanzó con Margarita Stolbizer para armar una boleta que desafíe a la confeccionada por Marco Lavagna en la Capital, sellando así la alianza menos pensada de los últimos tiempos.
A las 22.30 del sábado, casi al límite del cierre de listas, el dirigente gremial había pedido una hora más de tolerancia para definir qué hacer. No estaba conforme con los nombres que Roberto Lavagna había promovido en el distrito porteño a través de su hijo.
La nómina de postulantes, hasta ese momento la única y sin contrincantes internos a la vista, no ofrecía lugares expectantes para la gente de Barrionuevo y tampoco para la de Stolbizer, quien ya había sufrido un desaire personal del candidato presidencial de Consenso Federal en al armado bonaerense.
En efecto, Lavagna le había prometido a la titular del GEN encabezar la boleta de diputados nacionales en Provincia pero se inclinó a último momento por Graciela Camaño. La diputada fue premiada luego de tomar la misma decisión que Margarita: romper la sociedad política con Sergio Massa, ahora abrazado al kirchnerismo.
Para la líder del GEN fue una afrenta que de un momento a otro la bajaran al tercer puesto de la lista bonaerense (o al quinto si alguien de su partido tomaba su lugar). Y entonces pateó el tablero y renunció. Pero encontró en Barrionuevo un aliado para declararle la guerra a Lavagna hijo en el distrito porteño.
Fue, como diría Rubén Blades, otra sorpresa que da la vida, sobre todo porque la esposa del sindicalista y flamante compañero de ruta fue —paradójicamente— quien acababa de arrebatarle su lugar en la Provincia.
"Aclaro que lo puede haber criticado alguna vez a Barrionuevo pero nunca tuve nada personal con él ni tampoco tengo un enfrentamiento con Graciela Camaño. Mi reclamo en la Provincia de Buenos Aires tenía que ver con una representación política del progresismo en un distrito donde siempre me rompí el lomo. En cuanto a la elección en Capital Federal la discusión también tiene que ver con el lugar que nos corresponde", aseguró Stolbizer a Infobae.
Así las cosas, como producto de esa grieta interna, Consenso Federal terminará presentando en las PASO porteñas del 11 de agosto dos boletas. Una, la original, llevará a Matías Tombolini como candidato a jefe de gobierno; y a todos hombres digitados por Marco Lavagna en el resto de las cabezas de lista: él mismo en la de diputados nacionales; el youtuber Ramiro Marra, en la de senadores, y Eugenio Casielles, en la de legisladores.
En tanto, la otra boleta, confeccionada por la entente Barrionuevo-Stolbizer, tendrá al radical disidente Miguel Ángel Ponce, como candidato a jefe de gobierno; a los barrionuevistas Carlos Campolongo y Julio Bárbaro, al frente de las nóminas de diputados y senadores nacionales, respectivamente; y a José Luis Ludueña, hombre de Margarita, como primer aspirante a legislador.
La apuesta de los "rebeldes" es superar en las primarias el piso del 25 por ciento. Ese es el número necesario para que los candidatos que hoy son cabeza de los distintos rubros de la lista "barriostolbizerista" —se se permite el término— se cuelen en las elecciones generales en los terceros lugares de la boleta primogénita del lavaganismo, a la que en off the record la mayoría da como segura ganadora de la interna.
¿Cuál fue el punto de disidencia que llevó a los porteños de Consenso Federal a partirse en dos? El sector timoneado por Marco Lavagna trabajó para "desperonizar" las cabeza de las boletas. Entendía que había que ofrecer nombres más ligados al "progresismo" ya que se trata de un distrito refractario al PJ. O sea, propició un proceso inverso al de la provincia de Buenos Aires, donde la apuesta fue por Camaño, referente del peronismo ortodoxo.
Barrionuevo, en sociedad con Stolbizer, hizo todo lo contrario: le dio los primeros lugares a Campolongo y Bárbaro, quienes además de estar históricamente referenciados en el justicialismo fueron la dupla que acompañó al sindicalista en la polémica y última intervención del PJ.
"Se pudrió todo porque Margarita quería el tercer lugar de la lista de legisladores para uno suyo. Pero Marco Lavagna el ofrecía el quinto puesto porque decía que el GEN ya tenía a Sergio Abrevaya en la Legislatura. Entonces ella, a través del propio Abrevaya, le prestó el sello de su partido a Barrionuevo para, juntos, inventar una interna donde antes no la había", rumió un ladero del joven economista.
Hace no tanto, la líder del GEN se mostraba crítica del sindicalista y actual candidato a diputado nacional por Catamarca. Pero más lejano en el tiempo, se había opuesto, incluso, a una candidatura presidencial de su hoy candidato presidencial: fue en 2007, cuando Stolbizer aún militaba en la UCR y ese partido, contrariamente a lo que consideraba ella, bendijo la fórmula Roberto Lavagna–Gerardo Morales.