Por qué hacer ejercicio de manera regular hace que una persona tenga más resiliencia

La resiliencia es la capacidad de una persona para afrontar el estrés, la adversidad y los cambios sin quebrarse emocionalmente

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El ejercicio mejora la regulación
El ejercicio mejora la regulación emocional, la percepción de control y la capacidad de adaptación (Imagen Ilustrativa Infobae)

El ejercicio regular es uno de los pilares fundamentales para mantener una buena salud física y mental. En el Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud) advierten que el sedentarismo está asociado a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, ansiedad y depresión.

Según estas instituciones, incorporar actividad física de manera constante no solo ayuda a prevenir enfermedades crónicas, sino que también mejora el estado de ánimo, el sueño y la calidad de vida. Sin embargo, existe un beneficio menos conocido, pero igual de importante: el ejercicio fortalece la resiliencia, es decir, la capacidad de una persona para afrontar el estrés, la adversidad y los cambios sin quebrarse emocionalmente.

Por qué ejercitarse de manera regular hace que una persona sea más resiliente

La práctica regular de ejercicio genera cambios positivos en el cerebro y en el sistema nervioso. Durante la actividad física, el cuerpo libera endorfinas, serotonina y dopamina, neurotransmisores vinculados al bienestar emocional, la motivación y la sensación de calma. Estos cambios bioquímicos ayudan a regular la respuesta al estrés y a reducir la ansiedad.

Además, el ejercicio expone a la persona a pequeños desafíos controlados. Levantar más peso, caminar más tiempo o mantener una rutina constante implica esfuerzo, disciplina y tolerancia a la incomodidad. Con el tiempo, estas experiencias fortalecen la percepción de autoeficacia, es decir, la creencia de que una persona es capaz de superar dificultades. Esa misma habilidad se traslada a otros ámbitos de la vida, como el trabajo, las relaciones personales o el manejo de situaciones emocionales complejas.

La práctica regular de ejercicio
La práctica regular de ejercicio genera cambios positivos en el cerebro y en el sistema nervioso (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde la salud mental, Minsa y EsSalud destacan que la actividad física regular puede complementar el tratamiento de trastornos como la depresión leve o moderada. Al mejorar el estado de ánimo y la regulación emocional, el ejercicio se convierte en una herramienta que favorece la adaptación y la recuperación frente a eventos estresantes.

La importancia de la resiliencia

La resiliencia es la capacidad de adaptarse positivamente frente a situaciones adversas, como problemas económicos, enfermedades, duelos o crisis personales. No significa evitar el sufrimiento, sino atravesarlo con mayores recursos emocionales y psicológicos.

Una persona resiliente puede experimentar tristeza, miedo o frustración, pero logra reorganizarse, aprender de la experiencia y seguir adelante. Esta habilidad es clave para la salud mental, ya que reduce el riesgo de desarrollar trastornos emocionales persistentes y favorece una mejor calidad de vida.

En contextos como el peruano, donde muchas personas enfrentan estrés laboral, inseguridad económica o dificultades en el acceso a servicios de salud, fortalecer la resiliencia resulta especialmente relevante. El ejercicio actúa como un factor protector, ya que mejora la autoestima, promueve rutinas saludables y brinda una sensación de control sobre el propio cuerpo y la propia vida.

Cuánto ejercicio se recomienda hacer a la semana

Levantar más peso, caminar más
Levantar más peso, caminar más tiempo o mantener una rutina constante implica esfuerzo, disciplina y tolerancia a la incomodidad (IA)

El Minsa y EsSalud recomiendan que los adultos realicen al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada, como caminar a paso rápido, bailar o montar bicicleta, o 75 minutos de actividad intensa, como correr o practicar deportes de mayor exigencia. También se sugiere incluir ejercicios de fortalecimiento muscular dos o más veces por semana.

Para quienes no están acostumbrados a ejercitarse, es importante empezar de manera progresiva. Incluso sesiones cortas de 10 a 15 minutos pueden generar beneficios si se realizan con constancia. La clave no es la intensidad extrema, sino la regularidad.

En términos de resiliencia, no es necesario un entrenamiento exhaustivo. Lo que realmente marca la diferencia es construir el hábito, respetar los tiempos del cuerpo y reconocer los avances personales. Esta constancia refuerza la disciplina, la paciencia y la tolerancia a la frustración, componentes esenciales de la resiliencia.