La controversia diplomática en torno a la isla Santa Rosa y el límite fluvial entre Perú y Colombia ha sumado un capítulo tenso tras las declaraciones del presidente colombiano Gustavo Petro, quien desconoció la soberanía peruana sobre el territorio insular, argumentando una supuesta violación al protocolo limítrofe de 1934. Las afirmaciones del mandatario han sido calificadas como “lamentables, desafortunadas y hasta temerarias” por Eduardo Ferrero, exministro de Relaciones Exteriores del Perú, quien ha recordado la vigencia indiscutida de los acuerdos internacionales que sustentan la frontera amazónica entre ambos países.
Ferrero aclaró que la creación del distrito Santa Rosa de Loreto obedece únicamente a la búsqueda del bienestar de la población—“facilita que el Estado brinde servicios y presupuesto a una comunidad peruana históricamente asentada allí”, señaló—y subrayó que, en este territorio, la soberanía y jurisdicción nacional son incuestionables. “La isla está totalmente poblada por peruanos, hay autoridades, está la Sunat, hay una escuela peruana. Es territorio nacional, sin ninguna duda.”
El extitular de Torre Tagle destacó que la Cancillería, la Presidencia del Consejo de Ministros y la propia presidenta Dina Boluarte han sido firmes en rechazar la narrativa de controversia. “La presidenta fue clarísima, no hay nada pendiente en el tema limítrofe con Colombia. No existe disputa, ni razones para inventar un conflicto”, afirmó.
Tratado Salomón-Lozano
Ferrero recordó que el Tratado Salomón-Lozano de 1922 y el Protocolo de Río de Janeiro de 1934 delimitaron de modo definitivo la frontera, asignando a Perú la isla que hoy es motivo de discordia. “El acuerdo estableció una comisión mixta para fijar los límites y explicitó cuáles islas quedaban en cada jurisdicción. La isla Santa Rosa fue declarada peruana en actas del año 1929”, precisó.
Ferrero enfatizó que los conflictos de interpretación no pueden fundamentar reclamos de soberanía. “La parte sur de la isla, por efecto del caudaloso Amazonas y el cambio climático, ha sufrido modificaciones geográficas. Pero eso no altera la línea de frontera ni el derecho adquirido.” Dijo además que Perú siempre ha respetado la libre navegación para Colombia en la zona y cumple cabalmente con los principios internacionales.
Gustavo Petro temerario
El exministro alertó sobre el tono empleado por Petro, quien ha mencionado la supuesta pérdida del acceso colombiano al río Amazonas y hasta insinuado el riesgo de que Leticia desaparezca como puerto comercial por el accionar peruano. Para Ferrero, tales afirmaciones solo buscan victimizar al país vecino y crear una narrativa ajena a la realidad jurídica y diplomática: “Es peligroso que el presidente de Colombia diga que el Perú ha violado el Tratado de 1922, cuando fue ese tratado el que permitió a Colombia obtener Leticia y otras zonas amazónicas.”
Recordó el principio de “pacta sunt servanda”, que obliga a las partes a cumplir con buena fe los tratados vigentes. “Colombia no puede desconocer un acuerdo de límites porque así lo decida el presidente de turno”, sostuvo. Agregó que el reciente sobrevuelo de un avión militar colombiano sobre la isla puede entenderse como una provocación y recomendó mantener la calma, pero con firmeza.
El exministro rechazó la idea de abrir un proceso tripartito que involucre también a Brasil, como sugirió Petro, al considerar que no hay bases para una mediación externa: “No existe ninguna controversia pendiente ni disputa. La comisión técnica mixta entre Perú y Colombia solo tiene competencias para temas de navegación y cooperación en la frontera, no para revisión de límites”, explicó.
Destacó, además, la unidad de fuerzas políticas, sociedad civil, empresarios y ciudadanos en la defensa de la soberanía territorial sobre la isla. “El pueblo de Santa Rosa es peruano y nadie discute esto en el país. La reacción ha sido unánime y demuestra que aquí no hay ambigüedad”, apuntó.
Corte de la Haya
Finalmente, Ferrero afirmó que, aunque Colombia podría plantear acudir a la Corte Internacional de Justicia en La Haya, el Perú no está obligado a aceptar la jurisdicción de la corte salvo que lo haga voluntariamente. “Colombia renunció a la jurisdicción automática de la corte cuando perdió un litigio con Nicaragua. No pueden obligarnos a ir y no existe motivo para activar ese recurso”, sostuvo.
El episodio, según el análisis del excanciller, es un intento de desviar la atención de problemas internos en Colombia y no debe escalar gracias a la mesura peruana: “Perú ha actuado bien, con rapidez, firmeza y unidad. No hay controversia pendiente y la isla Santa Rosa es peruana, por derecho y por historia.”
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