Expareja de Renzo Costa acusa al padre de su hija, un conocido cirujano plástico, de violencia y acoso

Thaís Hidalgo, conocida por haber mantenido una relación con Renzo Costa en el pasado, denunció públicamente al padre de su hija, el reconocido cirujano plástico Miguel Ángel Benavente, por presunta violencia verbal y acoso. Según relató, estos episodios comenzaron durante la relación y continuaron incluso después de la separación.

Hidalgo afirmó que Benavente le dirigía constantemente frases denigrantes como “eres una cualquiera”, incluso en presencia de su hija pequeña, lo que ha encendido las alarmas sobre el impacto emocional que este tipo de comportamiento podría tener en la menor.

La joven señaló que tenía apenas 22 años cuando empezó su relación con el médico, y que en setiembre del año pasado descubrió mensajes comprometedores con otra mujer, lo que confirmó sus sospechas de una infidelidad. Esta situación habría desencadenado el fin del vínculo entre ambos, aunque, según su versión, la violencia y el hostigamiento persistieron incluso luego de la ruptura.

Ante las declaraciones de su expareja, Miguel Ángel Benavente salió al frente para desmentir cualquier tipo de agresión o traición. En una entrevista reciente, el cirujano negó haber sido infiel y sostuvo que jamás ejerció violencia contra Hidalgo, ni durante la relación ni tras la separación.

Benavente también se refirió a un incidente en el que Thaís habría viajado con su hija a Lima sin su autorización, lo que consideró una falta grave. Sin embargo, según aclaró la periodista Magaly Medina en su programa, la nueva ley notarial permite a cualquiera de los padres trasladarse con su hijo o hija dentro del territorio nacional sin necesidad de contar con el permiso del otro progenitor.

La polémica llegó hasta el programa Magaly TV: La Firme, donde la conductora Magaly Medina expresó su preocupación por el ambiente hostil en el que estaría creciendo la menor. “Esa niñita está captando todo este ambiente de acoso”, señaló en vivo, tras presentar imágenes de ambos padres discutiendo en presencia de la niña.

Medina cuestionó duramente la actitud tanto de Hidalgo como de Benavente, al considerar que ninguno está priorizando el bienestar de la menor. “Cuando hay una hija, deberían ser respetuosos de esa criatura”, dijo. Además, lamentó que la disputa se haya extendido hasta involucrar a los familiares del cirujano, quienes incluso habrían participado en enfrentamientos con Thaís.

La conductora también hizo hincapié en la responsabilidad de ambos padres a la hora de criar a una hija en un ambiente sano. “No puedes poner a tu hija a tener que decidir entre papá o mamá, eso es horrible”, opinó.

Durante su intervención, Magaly también criticó el inicio de la relación entre Hidalgo y Benavente, que, según relató, incluyó embarazo y convivencia a solo seis meses de haberse conocido. La periodista exhortó a hombres y mujeres a tomar decisiones más conscientes al momento de formar una familia, subrayando que hoy existen suficientes métodos de protección como para evitar embarazos no planificados.

“Hay que pensarlo bien antes de traer hijos al mundo, ser un poquito más pensantes, porque esa criatura pobre es la que va a sufrir algún día”, comentó Medina, visiblemente indignada.

Más allá de los detalles del conflicto, lo que ha quedado en evidencia es la necesidad urgente de establecer límites claros y mecanismos de diálogo entre exparejas cuando hay menores de por medio. La exposición mediática del caso ha despertado un debate sobre la salud emocional de los niños que crecen en entornos cargados de violencia y enfrentamientos entre sus padres.

“Los que lo hacen son padres horrorosos”, concluyó Medina en su programa, haciendo un llamado a la madurez, al respeto mutuo y, sobre todo, a pensar primero en los hijos antes que en el rencor o el orgullo personal.

El conflicto entre Thaís Hidalgo y Miguel Ángel Benavente no es un hecho aislado. Casos similares se repiten a diario en muchas familias peruanas, donde los hijos terminan siendo las principales víctimas de relaciones tóxicas y disputas mal gestionadas. Este caso, por su visibilidad, ha servido para recordar que proteger el bienestar emocional de los menores debe ser una prioridad innegociable para cualquier padre o madre.