Nueva Carretera Central: ¿En cuánto tiempo menos se podrá viajar de Lima a Junín y cuál es su extensión?

La Nueva Carretera Central se presenta como uno de los proyectos de infraestructura más grandes y ambiciosos de la historia del Perú. Con una inversión superior a los 24 mil millones de soles, la obra promete transformar el transporte terrestre entre la costa y el centro del país, al tiempo que mejora la eficiencia, seguridad y conectividad de los desplazamientos de pasajeros y mercancías.

El proyecto abarca 180 kilómetros de extensión, contará con cuatro carriles y atravesará las provincias de Lima, Huarochirí y Yauli en Junín. Esta megaobra tiene como objetivo ofrecer una alternativa más eficiente a la actual Carretera Central, cuyo tráfico constante y condiciones limitadas dificultan la circulación y prolongan los tiempos de viaje.

El ambicioso proyecto se desarrollada como una autopista de alto nivel, incluirá innovaciones técnicas que facilitarán su operación y funcionalidad. La obra contará con túneles y viaductos elevados en distintos tramos, una solución diseñada para enfrentar las dificultades geográficas y reducir los riesgos en zonas de alta montaña. Además, dispondrá de dos carriles en ambos sentidos, lo que permitirá un flujo constante de vehículos con menor posibilidad de congestión.

El propósito principal del proyecto es reducir significativamente el tiempo de viaje entre Lima y la región central del país. Con la infraestructura actual, el desplazamiento entre ambas regiones demora entre 5 y 6 horas, mientras que, con la Nueva Carretera Central, el tiempo se reducirá a solo 2 horas y media. Esta mejora no solo optimizará el transporte de personas, sino que también tendrá un impacto directo en la productividad y la competitividad de sectores económicos clave.

La disminución del tiempo de viaje representa un cambio significativo en la logística y el transporte terrestre en el Perú. Al conectar Lima con Junín en aproximadamente 2 horas y media, la Nueva Carretera Central beneficiará a los transportistas de carga, turistas y pasajeros en general. El ahorro en tiempo también generará menor consumo de combustible y, por ende, reducción de costos logísticos, lo cual resulta fundamental para las empresas que dependen de esta vía para distribuir mercancías.

Además, la mejora en la conectividad impulsará el desarrollo turístico en regiones como Huarochirí y el Valle del Mantaro, zonas de gran atractivo natural y cultural. El flujo más eficiente de visitantes facilitará el crecimiento económico de estas regiones, incrementando las oportunidades de comercio y empleo.

El proyecto destaca no solo por su magnitud, sino también por su complejidad técnica en ingeniería. La construcción de túneles y viaductos elevados garantizará la eficiencia del trayecto y minimizará el impacto de las condiciones geográficas adversas. Además, la carretera estará equipada con zonas de descanso para conductores, una medida que busca ofrecer mayor comodidad y seguridad durante los desplazamientos prolongados.

Por su escala, la ejecución de la Nueva Carretera Central requerirá la participación de múltiples empresas constructoras. La dimensión de la obra fue presentada oficialmente en octubre durante un roadshow de lanzamiento, donde el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) convocó a empresas de 24 países interesadas en participar en el proyecto. Según el ministro de Transportes, Raúl Pérez Reyes, más de 160 empresas asistieron al evento, lo cual subraya la relevancia e interés internacional que ha generado la obra.

La construcción de la Nueva Carretera Central tendrá un impacto positivo en varios sectores de la economía nacional. En primer lugar, mejorará la conexión entre Lima y puntos estratégicos, como el aeropuerto Jorge Chávez y el puerto del Callao, facilitando el comercio exterior y la distribución de productos a nivel nacional e internacional. Esta optimización contribuirá a la reducción de costos logísticos, beneficiando a empresas exportadoras y comerciantes locales.

Asimismo, el ministro Raúl Pérez Reyes resaltó que la nueva infraestructura potenciará la productividad de la Sierra Central y la Amazonía, regiones claves para la economía peruana. La obra no solo mejorará la competitividad de estos territorios, sino que también incrementará las oportunidades de desarrollo en las provincias conectadas por la carretera.