Maniatado y torturado: hombre de 60 años fue secuestrado en Cieneguilla por su pareja extranjera

De acuerdo la Policía, el agraviado identificado como Marcelo Javier cayó víctima de ‘Los Ecos de Bahía’, banda criminal que integraría su novia y su cuñado

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Un hecho insólito se registró en el distrito de Cieneguilla, al este de Lima, donde un hombre de más de 60 años, identificado como Marcelo Javier, fue víctima de secuestro. Todo aparentaba que había sido una víctima más de sujetos desconocidos en busca de una jugosa recompensa a cambio de su libertad; sin embarbo, grande fue la sorpresa de las autoridades al conocer que su propia pareja sentimenal y el hermano de esta planearon todo.

De acuerdo a la Policía Nacional del Perú (PNP), la banda criminal detrás de este hecho delictivo fue ‘Los Ecos de Bahía’. Sus integrantes cayeron detenidos en flagrancia, luego que la víctima se escapara por sus propios medios, al aprovechar que una de las sogillas que lo maniataban se aflojó.

Marcelo Javier llegó en compañía de su pareja Vanessa Díaz, una ciudadana extranjera, y las dos menores hijas de ella a una casa de campo en Cieneguilla que pensaban alquilar para pasar el resto del verano.

Agentes de la División Policial (Divpol) Este 2 capturaron a los presuntos responsables del secuestro.
Agentes de la División Policial (Divpol) Este 2 capturaron a los presuntos responsables del secuestro.

“Al llegar a este inmueble, justamente con las menores hijas de la fémina, encuentran a dos sujetos, supuestamente los encargados del predio, quienes le enseñaron los ambientes del primer piso de la casa y al subir al segundo piso, ambos sujetos reducen al agraviado y lo atan con una sogilla y cintas adhesivas, encerrándolo en un baño”, contó el coronel PNP Daniel Jares, jefe de la Diprove, a TV Perú.

Le vaciaron sus cuentas bancarias

Según la información policial, el hombre de 60 años estuvo encerrado por más de 24 horas, tiempo en el que fue torturado por uno de los integrantes de la organización criminal conocido con el alias de ‘Tobi’.

“Al día siguiente lo sacan de su lugar de cautiverio, donde el conocido como ‘Tobi’ luego de torturarlo tanto física como psicológicamente le solicita la clave de su telefóno y sus cuentas bancarias para transferir todo el dinero a otra. Él acepta por el maltrato que recibió y las amenazas de muerte”, agregó el oficial.
Las denuncias por secuestro han ido en aumento. - Crédito: Andina/El Chiguire
Las denuncias por secuestro han ido en aumento. - Crédito: Andina/El Chiguire

Se conoció que a los captores no le bastó con que entregue las claves y volvieron a encerrarlo, pero esta vez no lo maniataron correctamente, lo que permitió la fuga del hombre. Los policía relataron que, del susto, este se lanzó del segundo piso y empezó a correr para ponerse a buen recaudo. Debido a sus obesidad, los secuestradores no pudieron alcanzarlo.

Una persona de buen corazón socorrió al hombre y lo acompañó hasta la comisaría de Cieneguilla, donde puso su denuncia. Los agentes pusieron en marcha el plan Cerco y en la zona conocida como el fundo Las Praderas se dio con los secuestradores.

“Se les captura y todos son trasladados. Ya en la comisaría, el agraviado se percata que uno de los integrantes de esta banda criminal sería su cuñado, el hermano de su pareja sentimental, de nombre Pter Díaz Valenzuela, alias ‘Colocho’”, afirmó el coronel Jares.
Las denuncias por secuestro han ido en aumento. - Crédito: Andina/El Chiguire
Las denuncias por secuestro han ido en aumento. - Crédito: Andina/El Chiguire

‘Colocho’ y su hermana planearon todo

Las primeras pesquisas apuntan a que ‘Colocho’ sería el cabecilla de este grupo criminal extranjera y su hermana le habría dado toda la información sobre la víctima para concretar el secuestro.

“El agraviado empieza a hilar todo lo que había pasado y concluye que ella también sería participante de esta organización criminal”, acotó el alto mando.

Tres de los detenidos, ‘Colocho’, ‘Cabezón’ y ‘Tobi’, tienen antecedentes por el delito contra el patrimonio, informó la Policía. Los integrantes de la banda aprovecharon que la casa de campo en Cieneguilla estaba completamente alejada de la ciudad para perpetrar el ilícito. Los gritos del hombre no servirían de nada, porque los predios vecinos se encuentran distantes, así como la dependencia policial.

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