Kyara Villanella se pronuncia ante críticas por liberación de Alberto Fujimori: “Es mi abuelito, mi persona favorita”

El expresidente Alberto Fujimori fue liberado este miércoles 6 de noviembre después de que el Tribunal Constitucional dictaminara a su favor, siendo recibido por sus hijos Keiko y Kenji Fujimori a la salida del penal Barbadillo. Posteriormente, el exmandatario fue llevado a la residencia de su hija, la líder del partido Fuerza Popular, el el distrito de Surco, donde tuvo un emotivo reencuentro con su familia.

El acontecimiento ha venido acompañado de diversas reacciones y críticas por parte de la opinión pública. Sin embargo, la atención se centró en el momento cuando Alberto Fujimori se volvió a ver con sus nietas Kyara y Kaori Villanella, las hijas de Keiko Fujimori.

La escena del reencuentro fue compartida por la excongresista Keiko Fujimori a través de sus redes sociales, mostrando una instantánea familiar llena de emotividad.

En este contexto, Keiko Fujimori expresó sus sentimientos en una publicación en Instagram: “El momento que tanto esperamos por más de 16 años ha llegado. ¡Gracias a Dios!”, reflejando el júbilo ante la liberación de su padre. La imagen divulgada muestra a Fujimori con una expresión de alegría mientras saluda a sus nietas adolescentes.

En tanto, en la mañana de este jueves 7 de diciembre, la excandidata presidencial ofreció breves declaraciones a la prensa respecto a la primera noche de su padre en libertad. “Ha dormido con Kyara, es lo único que puedo decir”, expresó, mientras se dirigía al colegio de su otra hija Kaori.

Kyara Villanella celebró la liberación de su abuelo, el expresidente Alberto Fujimori, a través de su cuenta de Instagram. A pesar de las críticas recibidas, la joven de 16 años manifestó su afecto con las siguientes palabras:

Las expresiones de la exparticipante del Miss Teen Universe 2023 evidencian el vínculo familiar que trasciende el contexto político y legal que rodea la figura de su abuelo.

La excandidata del Miss Teen Universe 2023 se mostró feliz y agradecida en las fotografías publicadas por su madre, Keiko, y su tía Erika Muñoz, quien resaltó la figura del exmandatario peruano. “Al fin en casa suegrito, para qué explicar si todo el Perú sabe lo que hemos pasado hasta el momento de ayer. Aquí quien ganó fue la ley de indulto humanitario, el amor y lo humano, el amor y cariño espontáneo de tantos peruanos que ayer nos dieron la sorpresa de esperar tu salida y brindarnos palabras hermosas de amor, gratitud, oraciones para recuperar tu salud. Gracias Dios por este momento y todos los momentos que de hoy en adelante vienen para todos en la familia”, expresó la esposa de Kenji Fujimori.

El Tribunal Constitucional del Perú reafirmó el martes 5 de noviembre su autoridad al rechazar la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) para cuestionar la ejecución de una sentencia que ordenaba la liberación de Alberto Fujimori, lo que generó una intensa controversia en el país debido a la figura conflictiva que representa el expresidente.

El histórico veredicto del Tribunal Constitucional, emitido originalmente en marzo de 2022, acordaba la excarcelación de Fujimori, pero fue momentáneamente bloqueada por un pronunciamiento de la Corte IDH, el cual buscaba suspender el fallo del TC, argumentando su competencia supranacional en materia de derechos humanos. Sin embargo, el máximo órgano constitucional peruano desestimó dicha pretensión, alegando su autonomía y preeminencia en la jurisdicción interna.

Cabe indicar que el 24 de diciembre de 2017, el expresidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) concedió el indulto y la gracia presidencial a Alberto Fujimori atendiendo a recomendaciones de una junta médica que determinó sufría de una “enfermedad progresiva, degenerativa e incurable”. El indulto llegó tras una década de encarcelamiento de Fujimori en el penal de Barbadillo, adonde fue llevado en setiembre de 2007 desde Chile.

¿Qué hizo Alberto Fujimori para estar en la cárcel? Estaba cumpliendo una condena de 25 años por homicidio calificado en los casos de Barrios Altos y La Cantuta, y secuestro agravado de Gustavo Gorriti y Samuel Dyer. Este último se sumó a condenas posteriores: en diciembre de 2007 por usurpación de funciones con una pena de 6 años, en 2009 por peculado doloso y falsedad ideológica, y por corrupción y espionaje, condenas que sumaron años adicionales a su estadía en prisión.