Llegué a Brasilia con la intención de poner en marcha, en lo inmediato, la misión que me confió el Presidente de la Nación, Alberto Fernández: trabajar junto al gobierno de Brasil y los múltiples actores de nuestro principal socio regional en pos de la integración de nuestros pueblos, y de la profundización de nuestra relación comercial, teniendo presente que la Argentina no quiere comprarle menos a Brasil, sino venderle más.
Este fue el mensaje central que le transmití al presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, en un diálogo franco y abierto que mantuvimos en nuestro primer encuentro, donde le solicité línea directa con funcionarios de su gobierno para poder destrabar cuestiones pendientes del comercio bilateral que impactan en nuestras economías regionales, como las barreras en el sector de la pesca, productos lácteos, miel, uvas y mosto de uva, así como las exportaciones de servicios argentinos, entre otros sectores.
En mi firme compromiso de potenciar la presencia de nuestros productos a lo largo y ancho de Brasil, busco trabajar con todos los sectores que contribuyan a promover las exportaciones argentinas, no sólo en volumen, sino fundamentalmente en bienes y servicios de alto valor agregado y calidad que nuestro país ofrece.
Con este fin, continué mis reuniones de trabajo con autoridades provinciales y sus sectores productivos, celebrando videoconferencias con los gobiernos de Buenos Aires, Catamarca, Córdoba, Corrientes, y Misiones, y revitalizando el diálogo con las cámaras de comercio de Argentina con los estados de Santa Catarina, Bahía, Porto Alegre, y Paraná.
A todos ellos, sin excepción, les renové el compromiso y apoyo que brinda Felipe Solá y su equipo de la Cancillería argentina, así como nuestra embajada de la Embajada y su red consular, con presencia en Bahía, Belo Horizonte, Curitiba, Foz de Iguazú, Porto Alegre, Recife, Río de Janeiro, San Pablo, Santa Catarina y Uruguayana. La sinergia de todos los actores de nuestro Servicio Exterior cumple un rol fundamental para identificar los múltiples desafíos y oportunidades que se nos presentan en el corto y mediano plazo, permitiendo establecer cursos de acción.
Inicié, asimismo, una intensa agenda de reuniones con actores centrales del proceso político brasileño. Además de mi encuentro con el presidente Bolsonaro, tuve la oportunidad de reunirme con el canciller Ernesto Araújo, la ministra de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento, Tereza Cristina, y el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia. Con todos ellos encontré una destacada apertura al diálogo para trabajar de manera conjunta en todos los asuntos que son prioritarios y de interés mutuo para ambos países.
El próximo 30 de noviembre de este año celebraremos el 35 aniversario del Día de la amistad argentino-brasileña, en conmemoración al histórico encuentro entre los ex presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney en Foz de Iguazú. Ello nos debe servir de ejemplo y oportunidad para recordarnos que juntos, apostando a la agenda positiva, podremos retomar el camino de recuperación, crecimiento y desarrollo social y económico que tanto exigen nuestros pueblos.
El autor es embajador en Brasil