Qué necesita la minería para operar sin interrupciones: planificación de la cadena de abastecimiento

La minería opera en zonas remotas y condiciones extremas. Para no detenerse, necesita una logística precisa, tecnología aplicada e infraestructura preparada. En esta entrevista, Leonardo analiza los desafíos del abastecimiento y el rol del comercio exterior en la industria. Con objetivos claros, planes concretos y herramientas acordes, “la minería puede ser uno de los pilares para el despegue sostenido de la Argentina”.

¿Cómo se gestiona el abastecimiento para la industria minera en diferentes regiones? ¿Hay diferencias, por ejemplo, entre abastecer a Alaska y a Argentina?

A mi parecer, no hay grandes diferencias. Desde el punto de vista logístico, suele verse como un todo. Muchas veces se distingue entre logística internacional y nacional, pero en realidad el objetivo siempre es el mismo: lograr un abastecimiento completo de la cadena de suministro. Obviamente, cada país tiene sus propias trabas o regulaciones, pero el enfoque y la función que cumple la logística siguen siendo similares.

¿Cómo se prepara la industria para asegurar ese abastecimiento constante?

En general, se trabaja con indicadores que permiten anticipar qué insumos tienen mayor demanda. Esos son los que se refuerzan en el stock. También se cuenta con personal disponible en turnos rotativos y con insumos en sitio, lo que permite dar respuesta las 24 horas. La minería no se detiene, y eso está contemplado en la planificación.

¿Cuáles son las dificultades al momento de asegurar que un servicio de reposición o reparación sea el adecuado?

Por cada equipo que se importa, hay que prever un abastecimiento frecuente de insumos. Además, existe un servicio asociado que incluye el reemplazo de componentes, capacitación y asesoramiento.

En cuanto al capital humano, no hay mayores complicaciones porque suele estar presente en los sitios de extracción. Lo que sí puede generar más desafíos son los repuestos: acá entran en juego el comercio exterior, los fletes, la Aduana y la logística en general.

¿Cómo es la gestión del almacenamiento y abastecimiento de insumos en este sector?

En su mayoría, los insumos utilizados en minería no son de gran volumen. Salvo excepciones como una pala o una excavadora, hablamos de piezas pequeñas, como filtros o tornillos, que pueden almacenarse con facilidad. Para equipos de mayor tamaño, la logística requiere una planificación distinta.

¿Qué se hace cuando se daña una maquinaria de gran tamaño?

En esos casos, se evalúan dos factores: la urgencia del requerimiento y la disponibilidad en origen. Si hay disponibilidad y la urgencia lo demanda, se puede optar por transporte aéreo. Si no, lo ideal sería el marítimo por una cuestión de costos. También puede evaluarse si hay stock en países cercanos. Todo depende de los acuerdos comerciales previos.

¿Cuáles son las complejidades logísticas del traslado de máquinas pesadas hacia las zonas de extracción?

Una de las grandes dificultades es la ubicación. Muchas explotaciones mineras están en zonas alejadas, como el sur o el norte del país. Por eso, se suelen usar puertos más preparados para recibir este tipo de carga, evitando aquellos con más tráfico o infraestructura limitada.

Además, se requieren transportes adecuados y especializados, porque hablamos de camiones extralargos y extrapesados. Las condiciones climáticas también son un desafío: en algunas zonas nieva mucho en invierno, y las rutas tienen curvas muy pronunciadas. Es fundamental contar con una logística precisa y especializada.

¿Por qué no se utilizan los puertos más cercanos a Buenos Aires para importar maquinaria?

Principalmente por costos y por infraestructura. En zonas más urbanas, las calles no están preparadas para este tipo de vehículos. En cambio, hay ciudades mejor adaptadas, con rutas más accesibles para camiones de gran envergadura. Esa diferencia hace que algunos puertos sean más eficientes que otros para este tipo de operaciones.

¿Cómo impactan los avances tecnológicos en tu trabajo y en la industria minera en general?

A nivel global, hay desarrollos muy avanzados. Por ejemplo, hoy se están manejando equipos a distancia mediante joysticks, incluso desde miles de kilómetros. Eso antes parecía ciencia ficción. Es una innovación que no solo mejora la eficiencia, sino que también aporta seguridad, especialmente en túneles, donde hay riesgos de derrumbes.

En lo que respecta a logística, creo que todavía no se está aprovechando al máximo el potencial de la inteligencia artificial. Hoy tenemos herramientas disponibles incluso de forma gratuita que podrían mejorar el servicio, tanto para los clientes como para los equipos internos. Yo, por ejemplo, ya la uso para búsquedas de proveedores o para consultar posiciones arancelarias. Lo que antes podía llevar horas, hoy lo resolvés en segundos. Es increíble.

¿Cómo imaginás el futuro del sector? ¿Qué perspectivas ves para los próximos años?

Creo que la minería tiene un rol clave en el futuro económico del país. Se están dando avances importantes en las reglamentaciones provinciales que permiten desarrollar proyectos nuevos. En un contexto donde faltan divisas, la minería —junto con el agro y la energía— puede ser uno de los pilares para el despegue sostenido de la Argentina.

Desde lo logístico, hay un desafío muy claro: mejorar los caminos. La mayoría de las minas están lejos de los centros urbanos, a unos 1.500 kilómetros en promedio. Necesitamos rutas más directas y seguras para que toda la cadena funcione sin interrupciones.

Estamos ante una gran oportunidad. Si se acompaña con una logística bien pensada, se pueden cumplir los proyectos sin inconvenientes y avanzar hacia una estabilidad económica más sólida.