Cardellino promete intimidad y muchos invitados para su concierto en el Foro Puebla de CDMX | ENTREVISTA

“Siempre me gusta que los shows sean íntimos, porque realmente puedo mirar a todos a los ojos”, afirmó Javier Cardellino, cantautor, multiinstrumentista y productor uruguayo, a pocas horas de su esperado concierto en el Foro Puebla de la Ciudad de México.

Reconocido por fusionar soul, funk, R&B y música latina, Cardellino regresa al país tras el lanzamiento de Sukha, su álbum más reciente, para encabezar una noche repleta de colaboraciones, sorpresas y energía genuina.

La llegada de Cardellino a la Ciudad de México estuvo marcada por la inmediatez del trabajo y la emoción previa al espectáculo. El intérprete, quien arribó directamente del aeropuerto a los ensayos junto a su banda, compartió que esta vez estará acompañado únicamente por músicos mexicanos. “Estoy con la banda mexicana, lo cual me gusta también. Siempre como un aire fresco”, explicó el uruguayo sobre la dinámica especial que tendrá el concierto de este sábado.

La expectativa por el show creció aún más al confirmar la presencia de múltiples invitados: “Van a haber un montón de invitados, porque tengo como... Creo que más de diez colaboraciones con artistas mexicanos”. Aunque reconoció que no todos podrán estar, resaltó que “hay varios que ya me han confirmado, así que va a ser una linda fiesta entre amigos e invitados”.

La decisión de presentarse en el Foro Puebla no fue accidental. El músico recordó su experiencia previa en el recinto como invitado de Diamante Eléctrico, a quienes definió como “unos colombianos que vivieron mucho tiempo acá”, y expresó su aprecio por el espacio y su atmósfera íntima: “Me gusta que sea íntimo. Creo que es algo que después cuando vamos a hacer una arena, se pierde cierta cosita de conexión, más cercana”, afirmó.

Cardellino espera que el concierto de este sábado sea una experiencia memorable tanto por el repertorio como por el ambiente que solo los espacios pequeños pueden ofrecer.

“Cuando son shows así para mil personas, que estamos todos más apretaditos, la verdad que va a estar bueno y creo que la gente lo valora también”, confesó el artista.

La búsqueda de la intimidad en sus conciertos

El músico uruguayo ha mostrado una preferencia clara por aquellos escenarios donde la cercanía y la conexión inmediata con el público son posibles. Durante la conversación, recordó experiencias recientes que le han confirmado el valor de este enfoque. “El Lunario es un lugar increíble, pero el Foro Puebla es como un Lunario con el techo más alto”, indicó.

A pesar de haber pisado recintos icónicos en México, como el Auditorio Nacional y el Palacio de los Deportes, Cardellino advirtió que los grandes escenarios, si bien son impresionantes, pueden generar cierta distancia emocional.

“En una entrevista Rels B dijo algo así como: ‘Hicimos un show para ochenta mil personas y dije: No, nunca más. No quiero esto’”, recordó entre risas.

Y es que la búsqueda de momentos genuinos es parte fundamental de su carrera. “Yo vengo justo del sur, de estar esquiando en Ushuaia, y me pasó que, sin planearlo, invité a la gente a escucharme con la guitarra y fue tan único que una chica, que me ha visto en otros conciertos, me dijo: ‘Esto fue increíble’. Lo puso a la par, o incluso por encima, de mis shows grandes”, relató. Su anécdota lo ata a los conciertos de pequeña escala, donde puede “mirar a todos a los ojos” y en los que incluso se anima a bajar del escenario para cantar cerca de la gente.

“El Foro Puebla tampoco es tan chico. Creo que tiene un poquito de los dos, como el balance de esa cosa íntima, pero al mismo tiempo es un show con la banda completa, invitados, buena técnica y luces”, explicó emocionado.

El armado del espectáculo en la Ciudad de México supuso un verdadero reto para Cardellino. El artista confesó que seleccionar el repertorio fue una tarea compleja, principalmente por la cantidad de colaboraciones y éxitos que ha sumado a su recorrido musical.

“Fue difícil, incluso los músicos de la banda aquí decían: son muchos temas. Hay que preparar todos, si los cantantes invitados pueden, todos hay que hacerlos”, dijo riendo, sobre la forma en que ha presionado a sus músicos.

Para esta noche especial, el uruguayo apostará por un setlist que equilibra lo clásico y lo nuevo, priorizando aquellas canciones que han resultado fundamentales en su carrera y las que actualmente tienen mayor impacto en vivo.

“Es el show que ya tengo armado para otra gira, sumándole los que tengo con artistas de acá, y que hay algunos que igual los hago aunque no esté el invitado, porque la gente los pide siempre”, explicó.

Cardellino destacó el valor y el carácter único de cada colaboración, entre ellas temas con Elsa y Elmar, Charles Ans, y Robot, que se han convertido en parte esencial de sus conciertos. Sin embargo, no dejó de mencionar la importancia de la espontaneidad y la improvisación: “Hay un momento que estoy yo solo con el teclado o la guitarra y ahí también fluye… A veces alguien me grita algo, y si me acuerdo del acorde, lo hago”, dijo. “Me gusta, los enloquezco un poco porque les cambio el setlist todo el tiempo”.

El público mexicano y la conexión con sus fans

La relación entre Cardellino y el público mexicano se ha construido sobre la base de la fidelidad, la pasión y una energía única que el uruguayo reconoce y aprecia profundamente. Desde su primera visita en 2021, el artista supo que había establecido un vínculo especial con la audiencia local.

“Desde el primer show acá estuvieron ahí y siguen estando, son muy fieles, así como muy pasionales. Una vez que te quieren y te eligen, siento que ya lo dan todo, son como un ejército”, compartió sobre el fervor de sus seguidores mexicanos.

El músico no duda en afirmar que el calor humano que encuentra en sus presentaciones en México es diferente al de otros países de Latinoamérica. Aunque reconoce la garra y la intensidad del público argentino, considera que los mexicanos se mantienen siempre en la cima de la entrega: “Es muy cálido, gente que se expresa… estás cantando una balada y lo están gritando, a mí me encanta”.

A través de las redes sociales, el intérprete logra identificar a algunos de sus fans más leales, quienes le acompañan desde sus primeras presentaciones y continúan presentes en cada fecha importante.

Mantener una carrera sólida sin apoyarse en grandes estructuras es una característica que distingue a Cardellino. El uruguayo reconoció que el camino independiente está lleno de desafíos, pero responde a una elección consciente: “Voy aprendiendo a los ponchazos a llevar todo esto… Yo soy súper independiente, no tengo ni manager”.

Detalló que es él quien se encarga de todos los aspectos del proyecto, desde la parte técnica hasta la organización diaria, lo que obliga a una disciplina férrea en cada gira: “Si yo no estoy centrado, se me va por la borda. Entonces tengo que estar muy enfocado y son meses de estar enfocado”.

Para el músico, el bienestar personal es una herramienta esencial para sostenerse en una industria tan demandante. “Dormir bien, comer bien, hacer ejercicio, meditar… Suena trillado, pero realmente es por ahí”, confesó al explicar su método para no perder el equilibrio. Tras meses de trabajo intenso, se da espacio para descansar y componer con más libertad: “Cuando termine la gira, me iré a una playa, a componer, más tranquilo y volver a ser como más hippie”.

Cardellino reconoció que hay una “dualidad con el sueño de llenarse de fama”, pero tiene claro que la autenticidad y el confort personal están por encima de cualquier expectativa del negocio. “No es un objetivo ser una estrella que no puede salir a la calle”, aclaró, valorando la posibilidad de mantener su vida cotidiana en cada ciudad que visita, antes que buscar una popularidad masiva que pueda afectar su privacidad.

A pesar de propuestas de sellos y la tentación de ceder el control a otros, el uruguayo reafirma su proyecto como un espacio propio: “Prefiero estar yo cuidando mi chacrita y saber que si me equivoco fui yo y si gano es para mí”, expresó convencido.

Influencias musicales y Julieta Venegas

El universo musical de Cardellino está conformado por una gran diversidad de referencias que atraviesan géneros, estilos y generaciones. En la intimidad de la charla, el uruguayo detalló que actualmente escucha desde West Montgomery y música instrumental asociada al jazz, hasta artistas contemporáneos como Ryuichi Sakamoto.

Lejos de encasillarse en un solo género, también se deja llevar por influencias del hip hop en inglés, especialmente cuando dedica tiempo a hacer snowboard: “Ahora en la nieve siempre me pongo el disco de Kendrick, Mr. Morale & the Big Steppers, en repeat. Es lo único que escucho cuando hago snowboard”, contó entre risas.

Entre los nombres que ha considerado para trabajar, mencionó a Julieta Venegas como alguien con quien “sería increíble” compartir una canción, pero aclaró que no necesita que su colaborador sea una figura popular para que el resultado tenga valor. “Me gustan los feats que no son predecibles... Prefiero que venga alguien que nadie se lo espere, salir de mi zona de confort y que la otra persona también”, explicó.

La experiencia lo ha llevado a trabajar con artistas emergentes que no tenían siquiera un canal en plataformas digitales y lograr éxitos inesperados. “Le ayudé a escribir su verso, y la canción fue un éxito; fue con alguien que literal no tenía ni un canal de Spotify cuando la hicimos”, confesó sobre “Coltrane”, uno de sus sencillos más difundidos. Para Cardellino, el centro de toda colaboración es el arte: “Siempre foco en el arte, es algo que recomiendo también a las nuevas generaciones”, sentenció, reafirmando el valor de la autenticidad por encima de las tendencias.

La propuesta visual y conceptual de Sukha en el escenario del Foro Puebla

El más reciente proyecto discográfico de Cardellino, titulado Sukha, trasciende la música para involucrar una fuerte carga visual y conceptual. El intérprete explicó que desde el inicio deseaba que el álbum estuviera acompañado por una propuesta artística distinta: “El último disco, Sukha, lo acompañaba de una película y fue todo un flash, porque siempre quise hacer eso”, comentó sobre la experiencia de fusionar cine y música en su presentación.

A la hora de planear el espectáculo para el Foro Puebla, la búsqueda de una puesta en escena memorable se convirtió en una prioridad absoluta. “Estoy con el tema de las luces, quiero que haya más luces de fondo y no sé qué, o en la pantalla cómo va a ser, porque es todo un conjunto”, detalló el músico, quien asegura que cada elemento —desde la escenografía hasta el sonido— está pensado para amplificar el mensaje del álbum y la experiencia del público.

Cardellino subrayó que su visión del show va mucho más allá de interpretar canciones. La obsesión por los detalles lo lleva a involucrarse en todas las etapas del montaje, con la consigna de ofrecer algo auténtico y completo en todas sus dimensiones: “Para mí, parte de lo que he visto en muchos artistas que están medio obsesionados es que realmente están en todo”, admitió,.

Esta entrega por lo visual forma parte de la promesa que Cardellino hace a quienes asisten a sus conciertos: una experiencia integral y memorable. Su banda, integrada por músicos mexicanos, y el diseño escénico buscan consolidar ese equilibrio entre cercanía y espectacularidad que caracteriza este momento de su carrera y la gira de Sukha.

Cardellino ya tiene todo listo para su concierto en la Ciudad de México. El Foro Puebla le abrirá sus puertas este sábado 23 de agosto.