
Dentro de la gran familia de los quesos existe uno que suele ser menos conocido que otros, tal como es el caso del requesón. Y es que en realidad, en estricto sentido, este alimento no se considera un queso como tal; sin embargo, muchos se refieren a él como queso debido a que, por su consistencia y sabor, parece ser uno de ellos.
Sin embargo, en realidad el requesón es un derivado lácteo, similar al queso fresco, que se obtiene a partir del suero de leche restante de la fabricación de otros quesos. Este suero se calienta y, en algunos casos, se le añade un ácido (como limón o vinagre) para facilitar la separación de las proteínas y las grasas, que luego se coagulan formando el requesón.
La consistencia final puede variar pues puede ser desde cremosa hasta grumosa, dependiendo del proceso específico de elaboración y del contenido de grasa del producto.
Y a pesar de ser menos consumido o conocido que otros quesos y lácteos, se trata de una versión altamente nutritiva que aporta una gran cantidad de proteínas de alta calidad, siendo que su contribución es incluso 4 veces superior a la del yogurt.

Además, este “queso” también es ampliamente valorado por su bajo contenido de calorías, lo cual lo hace ideal para incluir en dieta que busquen una pérdida de peso.
Puede ser utilizado en una amplia variedad de platos, desde recetas saladas hasta dulces, incluyendo ensaladas, pastas, cheesecakes y desayunos, entre otros.
El requesón es también una buena fuente de varios nutrientes importantes, como calcio, vitaminas del complejo B, especialmente B2 (riboflavina) y B12, y minerales como fósforo, selenio, magnesio y potasio.
Su contenido en grasa puede variar, lo que permite encontrar en el mercado desde versiones sin grasa hasta versiones enteras; sin embargo, por su ligereza y contenido en nutrientes, es frecuentemente recomendado dentro de dietas equilibradas y para personas que buscan fuentes de proteínas alternativas a la carne.

Cuáles son los beneficios del consumo de requesón
Al ser un alimento nutritivo y versátil, puede incorporarse de diversas formas en la alimentación diaria y los siguientes son algunos de los principales beneficios que aporta su consumo, de acuerdo con información del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo de Sonora:
- Alto en proteínas: El requesón es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, esenciales para el desarrollo y reparación de los tejidos en el cuerpo, así como para el mantenimiento de la masa muscular, especialmente importante en dietas de pérdida de peso y para atletas.
- Bajo en calorías: Comparado con otros productos lácteos, el requesón puede ser relativamente bajo en calorías, lo que lo hace una opción atractiva para quienes buscan controlar o reducir su ingesta calórica sin sacrificar la ingesta de nutrientes esenciales.
- Rico en calcio: Es una buena fuente de calcio, un mineral clave para la salud ósea y dental. El calcio es crucial para la prevención de enfermedades óseas como la osteoporosis.
- Contiene vitaminas esenciales: El requesón contiene vitaminas B, especialmente B2 (riboflavina) y B12, que son importantes para el metabolismo energético y el mantenimiento del sistema nervioso. También puede aportar vitamina A.
- Fuente de minerales: Además del calcio, el requesón puede aportar otros minerales importantes como fósforo, magnesio, potasio y zinc, contribuyendo a diversas funciones corporales, incluyendo la regulación de la presión arterial, la función inmunitaria y la reparación de tejidos.
- Promueve la salud digestiva: Aunque su contenido en lactosa es bajo comparado con otros productos lácteos, el requesón puede ser más fácil de digerir para personas con intolerancia a la lactosa. Además, su textura suave es gentil para el sistema digestivo.
- Ayuda a satisfacer el apetito: La alta cantidad de proteínas en el requesón puede ayudar a prolongar la sensación de saciedad, reduciendo la tendencia a picar entre comidas, lo cual es beneficioso para el control del peso.
- Adaptable a varias dietas: Su versatilidad lo hace adaptable a diferentes tipos de alimentación, desde dietas bajas en carbohidratos hasta regímenes vegetarianos, siendo una fuente importante de proteínas para quienes no consumen carne.
Incorporar el requesón en la dieta puede ser una excelente manera de obtener múltiples nutrientes esenciales, apoyando la salud ósea, muscular, digestiva y general. Como siempre, para lograr un balance nutricional óptimo, es recomendable consumirlo como parte de una dieta variada y equilibrada.
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