Tras la muerte de María Kodama a causa de una insuficiencia respiratoria a fines de marzo, quién se quedará con los derechos de la obra de Jorge Luis Borges se convirtió en la mayor incógnita de la cultura argentina. Fernando Soto, el abogado de la viuda y albacea del escritor, se presentó en la Justicia Civil para iniciar un expediente por herencia vacante y un juicio sucesorio, planteo que recayó en el Juzgado Civil N°33.
En las últimas horas, los sobrinos de Kodama, hijos de su hermano Jorge, se presentaron para ser considerados como herederos en ese expediente, según documentos judiciales a los que accedió Infobae.
“Nos presentamos en nuestra carácter de sobrinos de la causante, MARÍA KODAMA, quien falleció el día 26 de marzo de 2023, conforme es de público conocimiento y acreditaremos oportunamente con la partida solicitada on line que se encuentra en trámite”, comienza el escrito patrocinado por la letrada María Victoria Kodama, que representa a Martín, Nicolás y María Belén Kodama.
“En virtud de lo expuesto solicitamos que oportunamente se dicte declaratoria de herederos por el fallecimiento de la señora María Kodama a favor de Mariana del Socorro, Martín Nicolás, María Victoria, Matías y María Belén Kodama, en representación de su padre premuerto Jorge Kodama, hermano de la causante”, continuaron luego.
En la presentación, requirieron un “mandamiento de inventario provisional y secuestro de bienes muebles” atento a “la existencia de bienes muebles, importantes obras literarias, premios y condecoraciones de titularidad de la causante y de su cónyuge, manuscritos, fotografías, material periodísticos, títulos de propiedad y todo aquello relacionado con la vida, tanto de la causante como de su cónyuge, todo de gran valor literario e histórico que debe salvaguardarse”. Para realizar este inventario, pidieron inspecciones en dos departamentos y en la sede de la Fundación Borges en la calle Anchorena.
“A tales fines se facultará al oficial de justicia a allanar domicilio, hacer uso de la fuerza pública y contratar los servicios de un cerrajero para violentar las puertas de ingreso y/o cajas de seguridad que pudiera haber en los inmuebles”, continuaron.
Los pedidos que siguen son ciertamente fuertes: pidieron también la inhibición general de todos los bienes de la viuda de Borges, que el Banco Central informe la existencia de todas sus cuentas y que “se ordene librar oficio al registro de la Propiedad Intelectual a los fines de que informe la totalidad de las obras de propiedad intelectual bajo la titularidad de la señora María Kodama y el señor Jorge Luis Borges”, un pedido sobre, básicamente, la madre todas las batallas en esta situación.
El abogado Soto, que presentó el poder general que lo convertía en el apoderado de Kodama, aseguró en su pedido de apertura lo siguiente:
“Como sabía de su especial cuidado de su intimidad, jamás le pregunté quién era la persona que había designado aunque, para mí, ya sabía quién debía ser. Tampoco le pregunté sobre el contenido de la expresión de su última voluntad y ni siquiera se los pregunté a su escribana personal, la escribana María Eugenia Vidaurre, con quien también tengo una relación profesional y de amistad, porque todos respetábamos su discrecionalidad y, por lo tanto, no iba a importunarla indagando sobre ese tema. A todos nos quedaba claro que, cuando María Kodama decía que “tenía todo arreglado” para la “continuación” de la protección de la obra de Borges, aludía a que se había encargado de resolver legalmente los actos de su última voluntad”.
Ahora, con la llegada de los sobrinos al expediente, la situación deberá ser definida por el Juzgado N°33.
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