La robótica ya es una realidad en la industria electrónica

En las plantas de la industria electrónica de Tierra del Fuego los robots ya están asistiendo en los procesos de producción y complementando la tarea de los operarios

Compartir
Compartir articulo
Ejemplo de cobot que se usan para levantar los compresores de acondicionadores de aire que pesan más de 15 kilos. (Crédito: Prensa Afarte)
Ejemplo de cobot que se usan para levantar los compresores de acondicionadores de aire que pesan más de 15 kilos. (Crédito: Prensa Afarte)

La robótica, entendida como la rama de la ingeniería mecánica, electrónica y de las ciencias de la computación, reúne estos campos tecnológicos para diseñar máquinas robotizadas que luego se utilizan en las tareas de construcción, líneas de producción, operación, estructura y manufactura, entre otras aplicaciones.

La incorporación de la robótica en las fábricas no sólo es una tendencia global, sino que su implementación crece día a día y la Argentina no es la excepción.

Un claro ejemplo de esto son las plantas de la industria electrónica de Tierra del Fuego, donde los robots ya están incorporados en los procesos de producción y complementando la tarea de los operarios.

En los establecimientos donde se producen celulares, televisores, hornos microondas, acondicionadores de aire y electrónica para el automóvil, agrupados en la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), las máquinas autónomas se utilizan en todo el ciclo de producción.

Sirven para diversas tareas como cortar carcasas de metal e insertar componentes en miniatura en placas, levantar piezas pesadas, hacer inspecciones de calidad, embalar productos ya aprobados para la comercialización, entre otras tareas.

Sirven para diversas tareas como cortar carcasas de metal e insertar componentes en miniatura en placas, levantar piezas pesadas, hacer inspecciones de calidad, embalar productos ya aprobados para la comercialización, entre otras tareas.

“La incorporación de robots en las plantas fueguinas permite que los trabajadores abandonen las tareas repetitivas y pesadas para poder ocupar roles más estratégicos y calificados dentro de los procesos productivos”, explicó Federico Hellemeyer, presidente de Afarte.

Los robots pueden levantar hasta 220 kg y trasladar las TV de una línea de producción a otra. (Crédito: Prensa Afarte)

Dentro de la industria 4.0, comprendida en el concepto de la cuarta revolución industrial que habría comenzado en este siglo XXI, una de las tecnologías que más se destacan son los cobots.

Estos cobots son robots con capacidades industriales diseñados especialmente para trabajar codo a codo con los operarios, con el objetivo de liberar a los trabajadores de tareas repetitivas y automatizables.

En la industria electrónica un ejemplo de uso de cobots es la verticalización de los televisores, donde los aparatos circulan acostados atravesando los distintos puestos de la línea de producción y el robot los levanta y los deja en posición vertical, listos para el testeo eléctrico.

Estos robots gestionan hasta mil aparatos por día, levantan televisores de 43 a 70 pulgadas que pueden pesar hasta 25 kilos y hasta tienen la capacidad de distinguir cuando un espacio está ocupado y esperar hasta que se libere para depositar el aparato.

Otro ejemplo de la utilización de estos cobots en las líneas de fabricación se da en la producción de acondicionadores de aire.

Un brazo robótico pasa de posición horizontal a vertical a las TV para el testeo. (Crédito: Prensa Afarte)
Un brazo robótico pasa de posición horizontal a vertical a las TV para el testeo. (Crédito: Prensa Afarte)

Ahí los robots también realizan tareas simples pero pesadas, como levantar los compresores (más de 15 kilos) y posicionarlos milimétricamente en una base gracias a una cámara que mide la ubicación exacta. Luego los despacha nuevamente a la línea de producción para que los operarios continúen el proceso.

En el tramo final de estas mismas líneas de producción se ubican robots que asisten en el control de calidad.

A estos se los llama sniffer y se trata básicamente un brazo robótico con un pico en la punta que revisa las soldaduras de los compresores de los acondicionadores de aire para verificar que no haya pérdidas de gas refrigerante.

En esta industria también se utiliza robótica móvil autónoma, que contempla usos tan diferentes como transporte interno en fábricas, la gestión de almacenes y la asistencia a operarios.

Este tipo de robots cumple un recorrido en un circuito programado, tiene sensores para detectar elementos que se encuentren hasta a seis metros de distancia, puede tocar bocina, parar y arrastrar hasta 500 kilos de manera totalmente autónoma.

La industria 4.0 sin dudas llegó para quedarse y cada vez más plantas de industria electrónica están sumando robots para poder hacer más segura y saludable la producción.