Cómo invertir en el sector cerealero y obtener retornos anuales, fijos y en dólares

Invertir no siempre es una tarea simple. Qué elegir, cuál es el mejor momento para comenzar en el mercado, qué sector otorga mayores beneficios o ganancias o cuál es el capital mínimo se transforman en las preguntas más frecuentes a la hora de iniciar una operación. Además, el contexto sanitario y las fluctuaciones económicas obligan a tener que contar con un mayor conocimiento sobre la temática. Allí, un sector tradicional e histórico de la Argentina aparece como una nueva oportunidad: los cereales.

“La producción de commodities (maíz, trigo, soja y girasol, entre otros) y sus derivados genera necesidades en todo el mundo. Los precios hoy son sostenidos por una demanda firme sobre todo de China y Estados Unidos, lo cual hace muy rentable este negocio”, explica Omar De Lucca, CFO y cofundador de Grupo Surmax.

Por este motivo, el Fideicomiso Agrícola Surmax ofrece la posibilidad de invertir en el sector con retornos en dólares del 14% anual de interés. Con una inversión mínima de 500 dólares, el cliente obtiene una renta fija por contrato y un pago semestral de intereses. “Es una especie de plazo fijo en dólares, el cual te permite preservar el poder adquisitivo del capital”, asegura De Lucca.

Y agrega: “Nuestra estrategia hoy es producir trigo y maíz, los cuales tienen menos retenciones que marcan una importante rentabilidad; y también producir soja para cubrir los gastos del campo de todo el año y así obtener una diferencia. Esta estrategia de apalancamiento en la soja se hace normalmente para que se pueda producir el resto de los cereales con rentabilidad pura”.

Para participar de la nueva campaña de trigo, se puede ingresar a la iniciativa entre abril y junio. En estos días, Surmax se encuentra en el final del proceso de cosecha de las últimas hectáreas de soja, tierra que dará inicio a una nueva siembra de trigo. También, se puede ingresar entre julio y diciembre y formar parte de las siembras de avena, girasol, maíz temprano, soja de primera, maíz tardío y soja de segunda.

El proceso comienza cuando el inversor adhiere al contrato de fideicomiso agrícola, completa su solicitud de adhesión y firma los términos y condiciones pertinentes. Puede hacerlo de manera digital en la página web de la empresa o bien de manera presencial en sus oficinas de Palermo. Seguido de esto, la compañía se ocupa de gestionar el negocio asumiendo los riesgos inherentes.

“Para el inversor es un esquema simplificado, dado que sabe qué día cobra sus intereses y qué día tiene a disposición su capital invertido, sin tener que preocuparse por otras cuestiones. Como punto para destacar, puede reinvertir sus utilidades a los 6 meses, generando así la capitalización compuesta”, indica De Lucca.

El plazo de la inversión es de 12 meses, con pago semestral de intereses. Resulta importante remarcar que se puede ingresar en la iniciativa en los períodos de presiembra y siembra de cada cereal.

Ventajas de invertir en granos hoy

“Durante el último año, Argentina exportó alrededor de 96 millones de toneladas de granos y subproductos, con un volumen récord de casi 28.500 millones de dólares. La soja, el maíz, el trigo, el girasol y la cebada son las principales fuentes genuinas de ingreso de divisas al país”, indica el especialista.

Y destaca: “El mercado de granos y productos agropecuarios es representado por una enorme cantidad de proveedores, productores, acopiadores y distribuidores que conforman un sector en el que Argentina es potencia. El agro aporta el 10% del PBI como productor de bienes y más del 25% si sumamos la agroindustria. El empleo directo e indirecto equivale al 35% del total y aporta el 45% de la recaudación tributaria”.

En ese sentido, De Lucca expresa que una de las ventajas financieras y cambiaras al invertir en granos en el país es que los ingresos están dolarizados, mientras que los costos de los insumos de los cereales y la mano de obra están en pesos.

Un modelo de negocios diferente con ventaja competitiva

En 2018, Marcelo Fabián Manes y Omar De Lucca, dos profesionales con experiencia y conocimiento en las industrias alimenticia y financiera, decidieron crear Agropecuaria Surmax. Para ello, inauguraron oficinas comerciales en el barrio de Palermo, Ciudad de Buenos Aires, y arrendaron campos en Roque Pérez, Buenos Aires. Poco a poco, empezaron a posicionarse en carne y cereales.

En 2018 crearon el Fideicomiso Ganadero para la cría y engorde de ganado, y durante 2019 lanzaron el Fideicomiso Agrícola para la producción de cereales. En la primera siembra del 2019, realizaron una inversión en soja y lograron un gran acompañamiento de sus inversores en trigo y maíz. “Cuando decidimos invertir en soja en la primavera pasada sembrando 500 hectáreas, el valor de la misma era de 260 dólares la tonelada, y en apenas 6 meses estamos cosechando y vendiendo a un promedio de 580 dólares (precio en el Mercado de Chicago, Estados Unidos) la tonelada”, amplía De Lucca.

Asimismo, la empresa logró potenciar sus negocios con el inicio de la pandemia, debido a que la industria de la alimentación y comercialización de alimentos es considerada esencial. “Los inversores que apostaron por el modelo de negocios de Surmax, invirtieron en productos de economía real y ganaron buenos retornos en dólares ante una empresa que nunca paró de producir y comercializar alimentos” confirma De Lucca.

“La integración vertical abarca todos los eslabones de la cadena de valor, lo que nos hace una empresa rentable, dado que generar ingresos con diferentes unidades posibilita la compensación entre una unidad que gana mucho y otra que no gana tanto, en diferentes momentos del año. Esta es la razón principal para sostener tasas de interés en dólares muy atractivas para cualquier inversor que quiere ser parte de este negocio”, agrega De Lucca.

De cara al futuro, el grupo se encuentra desarrollando una plataforma de inversiones virtuales que estima lanzar al mercado a principios de septiembre, ofreciendo al inversor poder elegir entre diferentes proyectos con distintos plazos y tasas de retorno. Sumado a esto, planea duplicar su capacidad productiva arrendando un nuevo campo de 3 mil hectáreas en Roque Pérez.

“Nuestra filosofía es la reinversión constante de utilidades. Nos caracterizamos por gestionar y llevar las ideas a la acción en todo momento. Queremos seguir creciendo orgánicamente y con rentabilidad, pero siendo eficientes, y también darle empleo a mucha gente en este país”, concluye el CFO y cofundador.

Quienes deseen conocer más información sobre la propuesta de inversión de la empresa, pueden ingresar al siguiente link y completar el formulario de contacto; o bien comunicarse con un asesor financiero vía WhatsApp al +54 9 11 4528 4621.