Cuatro técnicas para superar el miedo escénico al hablar en público

Una experta en oratoria aseguró que las anotaciones breves marcan la diferencia al enfrentar a una audiencia. Sus recomendaciones para minimizar la tensión y mantener el control durante la intervención

Guardar
Pausas estratégicas y la respiración
Pausas estratégicas y la respiración profunda son esenciales para parecer calma y concentración frente a una audiencia (Imagen Ilustrativa Infobae)

¿Qué puede hacer para aliviar los nervios al hablar en público? Mi recomendación: llevar notas. Después de más de dos décadas enseñando a hablar en público, me he dado cuenta de lo mucho que pueden reducir el estrés y de la diferencia que pueden suponer a la hora de hacer una presentación, especialmente si es la primera vez que sube a un escenario. La clave está en saber cómo prepararlas y utilizarlas eficazmente en el momento.

Las notas (un esquema general de su presentación) le permiten echar un vistazo rápido y encontrar su lugar en la presentación sin perder de vista a su audiencia. Las mejores notas son puntos clave que consisten en frases cortas, en lugar de oraciones completas. Recomiendo imprimirlas en hojas individuales, con letra grande y mucho espacio en blanco en la página.

Una vez que prepare sus notas, practique su presentación en voz alta usando esas notas y cualquier diapositiva complementaria. Esto asegura que tenga suficiente información en la página para refrescar su memoria, que el lenguaje refleje su estilo y que sepa cuándo pasar de una diapositiva a otra.

Recientemente, mientras daba una nueva conferencia, y aunque me sentía cómoda con el material, seguía teniendo problemas para recordar las transiciones. Esto fue lo que me funcionó cuando mi mente se quedó en blanco varias veces en el escenario:

La honestidad y el humor
La honestidad y el humor autocrítico pueden aliviar momentos de olvido durante un discurso (Imagen Ilustrativa Infobae)

1-Consulte sus notas

Cuando se encuentre preguntándose qué sigue, consulte tranquilamente sus notas mientras habla. Normalmente, enseño a las personas a caminar durante las transiciones y luego hacer una pausa para exponer un punto; esta técnica garantiza que su movimiento se perciba como un lenguaje corporal intencional.

2-Haga una pausa y respire

Si bien puede sentirse físicamente nervioso cuando su mente se queda en blanco, no tiene por qué transmitirlo a su audiencia. Tómese un momento antes de pasar a la siguiente parte de su presentación. En lugar de parecer desconcertado, dará la impresión de ser una persona reflexiva y pertinente.

3-Beba agua de forma estratégica

Este es uno de mis trucos favoritos para hablar en el escenario, y siempre tengo una botella de agua a la mano para este propósito. Si mi mente se queda en blanco, especialmente mientras respondo preguntas de la audiencia, asiento pensativamente, tomo un sorbo de agua, observo mis notas y luego sigo hablando. Puede parecer evidente lo que está haciendo, pero rara vez su audiencia lo notará.

Sin duda alguna, habrá ocasiones en las que su mente se quede en blanco y no pueda mirar sus notas. A veces, puede reconocerlo con humor autocrítico, diciendo algo como: “Tenía la idea más brillante que iba a decir, ¡pero se me fue de la cabeza! Sigamos, estoy seguro de que volverá a mí”.

O puede hacer una pausa para preguntas: "Déjenme detenerme aquí y ver qué preguntas tienen, luego resumiré lo que hemos cubierto hasta ahora".

El orador debe aceptar que
El orador debe aceptar que el público valore más la autenticidad y conexión que la perfección absoluta durante una presentación (Imagen Ilustrativa Infobae)

4-Intente mantener la calma

Si usted se siente cómodo, también hará que su audiencia se sienta así.

Recuerde que hay tres versiones de cada discurso: la que escribe, la que entrega y la que desearía haber entregado. Rara vez son iguales. Su audiencia no quiere que sea perfecto. Aunque esperan precisión y preparación, anhelan autenticidad. Esta mentalidad le permite relajarse sabiendo que no tiene que memorizar cada palabra.

Guardar