Mackenzie Michalski, turista estadounidense de 31 años, originaria de Portland, Oregón, fue vista con vida por última vez el 5 de noviembre en un club del centro de Budapest, capital de Hungría, antes de desaparecer sin dejar rastro.
Los primeros momentos del caso parecían enigmáticos: familiares y amigos no tenían noticias de Michalski, quien solía mantenerse en contacto con su familia. Cuando sus padres no recibieron respuesta, comenzaron a temer que algo grave hubiera ocurrido, por lo que levantaron una denuncia al no tener contacto, según reportó The Associated Press (AP).
La policía húngara actuó iniciando una investigación de persona desaparecida y revisando las cámaras de seguridad de diversos clubes nocturnos de Budapest. Michelski fue observada junto a un hombre la misma noche de su desaparición.
El sombrío descubrimiento
El hallazgo inicial llevó a la identificación de un sospechoso y permitió que la investigación avanzara, pero su familia y amigos organizaron un grupo en redes sociales para recoger información y sumar sus esfuerzos de búsqueda.
El 7 de noviembre, dos días después de haberse reportado la desaparición de la turista estadounidense, las autoridades húngaras detuvieron al hombre, un ciudadano irlandés de 37 años, identificado únicamente con las iniciales “LTM”.
Durante el interrogatorio, el sospechoso confesó haber cometido el asesinato, aunque sostuvo que se trató de un accidente, de acuerdo con AP.
La investigación reveló más tarde que Michalski y LTM estuvieron bailando antes de ir al apartamento alquilado del sospechoso, donde la situación se tornó trágica. Según la policía, el homicidio ocurrió mientras mantenían “un encuentro íntimo”. Luego, el sospechoso trato de encubrir el crimen, limpiando la escena y escondiendo el cuerpo en un armario.
Según la reconstrucción de los hechos, LTM alquiló un automóvil y condujo hasta el lago Balaton, ubicado a aproximadamente 150 kilómetros al suroeste de Budapest. En una zona boscosa a las afueras de la ciudad de Szigliget, el hombre se deshizo del cadáver.
La investigación, según AP, reveló que antes de ser capturado, el sospechoso realizó búsquedas en Internet sobre formas de deshacerse de un cadáver, procedimientos de la policía cuando se reportan personas desaparecidas y temas relacionados con la fauna local, como la posible presencia de jabalíes, que podrían interferir con la escena del crimen.
Asimismo, buscó información sobre la jurisdicción de la policía de Budapest para estimar la competencia de las autoridades locales, quienes localizaron el lugar exacto en el que había sido abandonado el cuerpo de Michalski.
Según reveló la agencia de noticias, oficiales del departamento de policía difundieron imágenes relacionadas con la investigación, en las que se pueden observar una maleta con ruedas, varias prendas de vestir y una tarjeta de crédito a nombre de la víctima.
Mackenzie jamás será olvidada
Bill Michalski, padre de la víctima, declaró sentirse “abrumado” tras la muerte de su hija y afirmó durante una entrevista con AP que no existía ninguna razón para que “esto sucediera”.
“Todavía estoy tratando de asimilar lo que pasó. No sé si algún día lo lograré”, lamentó Bill.
Su padre aseguró que Budapest era el sitio favorito de su hija, quien solía referirse a él como su “lugar feliz”. “A ella le encantaba la historia y se sentía muy relajada aquí. Era su ciudad”, añadió.
Uno de los administradores del grupo de Facebook “Find Mackenzie Michalski”, utilizado para correr la voz sobre la desaparición de “Kenzie”, describió a la víctima como una enfermera que “siempre será recordada por ser una joven hermosa y compasiva”.
En una declaración publicada en nombre de los seres queridos de Michalski y citada por la televisora WKBW, se reconocieron los esfuerzos de todos por encontrar a la víctima de asesinato.
“Estamos agradecidos de que el alma de Kenzie ahora esté en paz. Su recuerdo y legado perdurarán en los corazones de todos aquellos a quienes tocó”, escribieron.