Richard Allen fue declarado culpable de asesinato el 11 de noviembre de 2024 en el caso de las adolescentes Abigail “Abby” Williams y Liberty “Libby” German, encontradas muertas en un sendero de Delphi, Indiana, en 2017. Este veredicto llega después de un proceso de investigación y juicio que involucró pruebas de audio, video y múltiples confesiones que Allen realizó mientras estaba en prisión, según informes de CNN. Allen enfrenta una posible condena de 130 años de prisión tras ser hallado culpable de todos los cargos en uno de los casos de homicidio más investigados en el estado.
El caso de los asesinatos de Delphi permaneció sin resolución durante más de cinco años, hasta que Allen fue arrestado en octubre de 2022. La fiscalía de Indiana presentó pruebas que incluían la grabación de video capturada en el teléfono de una de las víctimas, en la que se observa a un hombre caminando hacia ellas. Según la WTHR, el video también captó el momento en que el hombre, conocido como “el chico del puente”, les dijo a las jóvenes que bajaran de la colina. La fiscalía argumentó en el juicio que el “chico del puente” es Richard Allen, y presentó confesiones que el acusado hizo durante su tiempo en prisión como evidencia para sustentar la acusación.
En el juicio, que concluyó con un veredicto unánime, el fiscal del condado de Carroll, Nick McLeland, presentó un caso sólido basado en las confesiones y pruebas forenses que, aunque indirectas, reforzaron la culpabilidad de Allen. La defensa, sin embargo, argumentó que las confesiones fueron obtenidas en un contexto de confinamiento solitario y deterioro mental. Según la WLFI, la defensa mantiene que Allen experimentaba episodios psicóticos, situación que pudo afectar su percepción y hacerle confesar falsamente.
Juicio por los asesinatos de Delphi: grabaciones y confesiones de Richard Allen
El caso de Delphi tuvo una serie de elementos clave que marcaron el juicio y la posterior condena de Richard Allen. Las pruebas incluyeron la grabación de audio y video que las adolescentes realizaron con el teléfono de Libby German, quienes desaparecieron el 13 de febrero de 2017. Las adolescentes fueron vistas por última vez en un sendero cerca del puente Monon High en Delphi, donde, al día siguiente, se encontraron sus cuerpos con heridas en la garganta, informó la CNN.
Entre las pruebas presentadas por la fiscalía destacaron las grabaciones de audio, en las que el hombre se escucha decir “chicas, bajen la colina”, así como la imagen borrosa del sospechoso, conocido como el “chico del puente”. Durante el juicio, el fiscal McLeland afirmó que este hombre era Allen, sosteniendo que la identidad del “chico del puente” coincidía con el acusado. También se presentaron grabaciones de confesiones hechas por Allen a su esposa y madre, en las que admitía haber cometido los asesinatos de las jóvenes, según la WTHR. Estas confesiones fueron un punto crítico del caso, según testigos en el tribunal.
La defensa de Allen argumentó que su cliente, tras meses en confinamiento solitario, experimentaba un deterioro mental severo que llevó a sus múltiples confesiones. Según la psicóloga penitenciaria Monica Wala, quien testificó en el juicio, Allen inicialmente negó su implicación, pero en abril de 2023 comenzó a confesar los crímenes tras ser colocado bajo vigilancia por riesgo de suicidio. WTHR reportó que Allen admitió a la psicóloga que había planeado agredir a las adolescentes, pero al ver una camioneta decidió huir y acabar con sus vidas en su lugar. La fiscalía también presentó la bala calibre .40 hallada en la escena del crimen y vinculada a un arma encontrada en la casa de Allen como otra prueba circunstancial que reforzaba su culpabilidad.
La bala, el video y la confesión: evidencias que vinculan a Allen con los asesinatos de Delphi
Una prueba clave que la fiscalía destacó fue una bala calibre .40 hallada junto a los cuerpos de las adolescentes, la cual un experto forense vinculó con una pistola Sig Sauer recuperada en la casa de Allen. La defensa de Allen cuestionó la confiabilidad de esta prueba, señalando que la bala pudo haber sido introducida en el área por otros medios. Sin embargo, la fiscalía argumentó que Allen no pudo explicar cómo una bala de su arma terminó en la escena del crimen, según la WRTV.
El análisis de video y audio también jugó un papel fundamental. Un agente de la policía estatal de Indiana testificó que, tras escuchar más de 700 llamadas telefónicas de Allen desde prisión, la voz del “chico del puente” captada en el audio del teléfono de Libby coincidía con la de Allen, informó la WTHR. La presencia de Allen en el área también fue confirmada por varios testigos, quienes afirmaron haber visto un vehículo similar al suyo cerca del lugar de los asesinatos.
La defensa de Allen intentó presentar una teoría alterna, conocida como la teoría del odinismo, que vinculaba el asesinato con un ritual pagano. No obstante, la jueza Frances Gull desestimó esta teoría, al considerar que no había pruebas suficientes para presentarla ante el jurado, según documentos de CNN. La defensa también presentó evidencia de las condiciones del confinamiento solitario de Allen en prisión y mostró videos de sus comportamientos psicóticos, en los que se le veía golpeándose la cabeza y comiendo sus propias heces.
Condiciones de detención y diagnóstico mental de Allen en el juicio
La defensa de Allen argumentó que su cliente, sometido a condiciones de confinamiento extremo, comenzó a experimentar episodios psicóticos que lo llevaron a realizar confesiones erráticas. Videos presentados en el tribunal mostraron el estado mental alterado de Allen mientras estaba en la prisión de Westville, donde en múltiples ocasiones fue colocado bajo vigilancia suicida. Según el testimonio de Deanna Dwenger, psicóloga clínica que trabajó en el Departamento de Salud Conductual Correccional de Indiana, Allen fue diagnosticado con un “trastorno psicótico breve”, lo cual, según la defensa, contribuyó a que sus confesiones fueran producto de una mente deteriorada y no reflejaran la realidad.
El caso, además, expuso supuestos errores en la investigación inicial. Según los abogados defensores, varias entrevistas clave realizadas en los primeros días de la investigación fueron borradas debido a fallas técnicas en el equipo de grabación de la policía, un hecho que pudo afectar la calidad de la investigación. La defensa también criticó que la investigación inicial no documentó exhaustivamente la bala encontrada en la escena, lo que dificultó realizar análisis adicionales que pudieran respaldar la acusación. Estos supuestos errores de procedimiento fueron considerados en el juicio, aunque la fiscalía desestimó su impacto en el caso.
Richard Allen, tras su declaración de culpabilidad, enfrentará una audiencia de sentencia el próximo 20 de diciembre. Según CBS Chicago, Allen podría recibir una condena de hasta 130 años de prisión, mientras su equipo de defensa planea apelar el veredicto argumentando irregularidades en el proceso y las condiciones en que se obtuvieron sus confesiones.