Estados Unidos no prorrogará el permiso humanitario para los migrantes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití

Esta medida afecta a cientos de miles de personas que deberán buscar otras vías para permanecer en el país o enfrentar la deportación

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Migrantes en el Tapón del Darién, rumbo a Estados Unidos (EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda)
Migrantes en el Tapón del Darién, rumbo a Estados Unidos (EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda)

Los migrantes de Cuba, Venezuela, Haití y Nicaragua enfrentan un futuro incierto en los Estados Unidos tras la decisión del gobierno de Joe Biden de no renovar el permiso temporal que les permitía residir legalmente en el país. Esta medida, anunciada el viernes, afecta a cientos de miles de personas que deberán buscar otras vías para permanecer en el país o enfrentar la deportación, según informó el Departamento de Seguridad Nacional.

El programa, iniciado hace casi dos años, permitía a los migrantes de estos cuatro países solicitar una estancia de dos años en Estados Unidos, siempre que contaran con un patrocinador financiero y superaran verificaciones de antecedentes. La iniciativa buscaba ofrecer una alternativa legal a quienes intentaban ingresar al país de manera irregular. Sin embargo, ahora se ha comunicado que no podrán extender su estancia bajo este programa.

A pesar de la finalización de este permiso, el gobierno continuará aceptando nuevas solicitudes de migrantes de estos países. Programas similares para afganos y ucranianos han permitido extensiones de estancia, lo que resalta los desafíos a largo plazo de estos programas que no ofrecen una vía permanente para residir en Estados Unidos.

Migrantes que caminan en caravana en una carretera (EFE/ Juan Manuel Blanco)
Migrantes que caminan en caravana en una carretera (EFE/ Juan Manuel Blanco)

La decisión se produce en un contexto de creciente presión política para reducir los programas de “parole” que permiten la entrada temporal sin visa o tarjeta de residencia. Tanto el presidente Biden como la vicepresidenta Kamala Harris han sido criticados por políticas consideradas demasiado permisivas en materia de inmigración, lo que representa un punto vulnerable para Harris en su campaña presidencial.

Los legisladores republicanos han criticado especialmente este programa, argumentando que permite la entrada de migrantes que de otro modo no calificarían para ingresar al país. Desde su inicio en el otoño de 2022, en un momento de alto flujo migratorio en la frontera sur, cientos de miles de personas han llegado desde los cuatro países mencionados.

Migrantes de América Central y del Sur caminan junto al muro fronterizo mientras buscan entregarse a los agentes fronterizos tras cruzar a Estados Unidos desde México en Ruby, Arizona (REUTERS/Adrees Latif)
Migrantes de América Central y del Sur caminan junto al muro fronterizo mientras buscan entregarse a los agentes fronterizos tras cruzar a Estados Unidos desde México en Ruby, Arizona (REUTERS/Adrees Latif)

Para los migrantes de Haití y Venezuela, existe la posibilidad de permanecer sin temor a la deportación a través del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), que también les ofrece permisos de trabajo. Los venezolanos que llegaron antes de julio de 2023 y los haitianos que arribaron antes de este verano boreal pueden calificar para el TPS.

Los migrantes cubanos tienen la opción de obtener una tarjeta de residencia permanente mediante la Ley de Ajuste Cubano de 1966, que permite a ciertos cubanos solicitar la residencia mientras están en el país. Sin embargo, los casi 100.000 migrantes que llegaron de Nicaragua a través del programa enfrentan una situación particularmente difícil, ya que no tienen un camino claro hacia la protección temporal y deben buscar otras formas de permanecer legalmente, como el asilo.

Anteriormente, la administración Biden permitió a los ucranianos y afganos que ingresaron temporalmente al país solicitar otra ronda de “parole”, permitiéndoles permanecer con una nueva concesión temporal de estancia.

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