
Cuando Kevin Spacey cree haber terminado de cortar el césped y tener un jardín, le empiezan a crecer los enanos. El actor comenzaba a tener una segunda vida tras dejar atrás la serie de acusaciones sobre acoso sexual que recaían sobre él, cuando ha tenido que volver a hacer frente a una nueva. Esta ha sido además nada menos que de un antiguo compañero de reparto, Guy Pearce, quien se ha referido a Spacey en términos de “tipo agresivo” y que se sentía “en el punto de mira”.
Ambos intérpretes coincidieron en los años 90 durante el rodaje de L.A. Confidential, película de cine negro en la que daban vida a una serie de detectives detrás de un gran caso que involucraba al propio cuerpo de policía. El filme, que recibió 9 nominaciones a los Oscar y acabó obteniendo dos de ellos (para Kim Basinger y a guion adaptado) es recordado como uno de los mejores thrillers de fin de siglo y un gran ejemplo de neo-noir, aunque la experiencia que recuerda Pearce de aquel rodaje es bien distinta, y todo a cuenta de Kevin Spacey.
“Rodé durante cinco meses, y la verdad es que Kevin me daba un poco de miedo porque es un hombre bastante agresivo. Es encantador y brillante en lo que hace, realmente impresionante, etc. Mantiene una la habitación notablemente. Pero yo era joven y susceptible, y él me tenía en el punto de mira, sin duda”, revelaba en una reciente entrevista Pearce, quien se encuentra de promoción por la película The brutalist, su última gran interpretación y por la que aspira al Oscar a mejor actor de reparto. Una coincidencia que no ha pasado desapercibido para Spacey, quien ha realizado un vídeo defendiéndose de las acusaciones y acusando a su vez a Pearce de utilizarle como una herramienta más en su campaña por el Oscar.

“He leído los comentarios que has hecho sobre mí, y aunque me hubiera gustado no tener que explicar esto en los medios, está claro que tú tenías tus propios motivos para estar haciendo esto ahora”, arrancaba Spacey en su vídeo de respuesta, dejando entrever el interés de Pearce en darse publicidad durante la carrera por los Oscar. “Trabajamos juntos hace mucho tiempo. Si hice algo que te molestó, podrías haberte dirigido a mí en ese momento. Podríamos haber tenido una conversación, pero en lugar de eso has decidido hablar con la prensa, que ahora me persigue porque quiere saber cuál es mi respuesta a las cosas que dijiste. ¿De verdad quieres saber cuál es mi respuesta? Aprende a madurar”, replicaba el actor de Seven.
“Por casualidad le has dicho también a la prensa que viajaste a Savannah, Georgia, mientras yo estaba rodando Medianoche en el jardín del bien y del mal solo para pasar tiempo conmigo. ¿Vas a contarle también eso a la prensa o eso no encaja en la narrativa de víctima que tienes en mente? Te pido perdón por no haber recibido el mensaje de que no te gusta pasar tiempo conmigo”, proseguía Spacey, quien procedía a realizar su alegato final
“Ahora estás aquí, en una misión, 28 años después de aquello, tras haber pasado por el infierno y haber regresado, ¿para hacer qué, detener al malo? ¿Es eso lo que está pasando aquí? ¿Por qué tardaste tanto? ¿Se le acabó la gasolina a tu caballo? Quiero decir, si quieres tener una conversación, estoy feliz de hacerlo, en cualquier momento y en cualquier lugar. No tengo nada que ocultar, pero Guy, tienes que madurar. No eres ninguna víctima”, sentenciaba el actor.
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