El subdirector general de Emergencias vuelve a juzgados de Catarroja para concluir su declaración en la causa de la dana

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El subdirector general de Emergencias, Jorge Suárez, ha regresado este miércoles a los juzgados de Catarroja para concluir su declaración en la causa en la que se investiga la gestión de la catastrófica dana del 29 de octubre de 2029, que ha dejado 230 víctimas mortales.

Suárez se ha presentado en el órgano judicial sobre las 9 horas, después de que el pasado 4 de diciembre no diera tiempo a concluir su testifical, tras más de ocho horas de duración, y se fijara una nueva fecha --este miércoles-- para terminarla.

En la primera ocasión, Suárez afirmó que planteó el envío de mensajes de aviso a la población antes de reunirse el Cecopi, sobre las 17.15 horas, y ante las imágenes que les llegaron de personas en los tejados en Utiel y Requena. Luego lo volvió a sugerir a las 17.38 horas pero no le respaldaron.

La declaración de Suárez era muy esperada puesto que se trata del técnico de más alto rango en el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE) que se reincorporó el 29 de octubre --día de la riada-- a su puesto tras unos días de unas vacaciones. Además, el testigo acompañó a la exconsellera de Justicia e Interior Salomé Pradas durante la jornada del 29 de octubre y en el Cecopi.

Precisamente Suárez, junto al exinspector jefe del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia José Miguel Basset, son las dos personas sobre las que diferentes dirigente políticos han derivado la responsabilidad en la toma de decisiones el día de la dana.

SU DECLARACIÓN

En su primera declaración, Suárez --empleado en Emergencias desde hace 12 años-- hizo una cronología de lo que ocurrió la tarde de la dana. Manifestó que el Cecopi se constituyó a las 17 horas --aunque la reunión no arrancó hasta las 17.15 horas-- y previamente estuvieron en una sala visualizando los recursos que tenían.

Ahí fue cuando vieron imágenes de Utiel y de Requena, con personas en los tejados, y se percataron de que ni los recursos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) ni de bomberos forestales podían llegar hasta la zona. Al testigo lo que más le "preocupaba" eran las personas atrapadas y la posibilidad de que sufrieran hipotermia. Por este motivo planteó --todavía no se había conectado el Cecopi-- la utilización del Es-Alert, aunque no empleó ese nombre. Comentó que tenían capacidad de enviar un aviso a todos los móviles.

Una vez ya conectados en el Cecopi, comenzaron a intervenir las personas presentes y contectadas. Uno de los que habló fue el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, quien se refirió a la presa de Forata, que estaba empezando a verter aguas y no descartaban que pasara a un escenario 3, de rotura.

Sobre las 17.38 horas, la jefa del servicio de Emergencias, Inmaculada Piles, le pasó por WhatsApp el nombre de los municipios afectados por la presa de Forata, otra funcionaria le remitió el Plan de Emergencia de la presa y había poblaciones que marcaba seis o siete metros de altura en caso de rotura, recordó.

Fue en ese momento cuando se comentó que había que avisar a la población y él volvió a poner encima de la mesa que se podía utilizar el Es-Alert. Eran las 17.38 horas, puntualizó el testigo, que señaló que no recordaba si, de nuevo, usó o no esa palabra --Es-Alert--. Planteó que el texto podía aludir a una recomendación de situarse las personas en zonas altas y de estar atentos a sus teléfonos móviles. Esto fue a las 17.45 horas.

En ese intervalo de tiempo, Basset planteó que había que tener cuidado con no generar alarmismo, al tiempo que indicó que quería que los expertos validasen el contenido del mensaje. Serían sobre las 18 horas.

"IMPACTADOS"

Ahí cortaron la comunicación en el Cecopi para ir preparando el mensaje. En esos momento seguían "impactados" por el escenario en la presa de Forata y estaban intentando contactar con los alcaldes de la zona para avisar.

El texto que propuso el testigo para el mensaje no fue hacia delante porque no contó con apoyos en el Cecopi, ni tampoco de Pradas. En concreto, Basset también comentó que no le gustaba. Se siguió pensando en el texto y en subirlo a la plataforma del Es-Alert.

En esos instantes, comentó, algunas autoridades como Pradas y Argüeso señalaron que no les parecía bien mandar el mensaje sin que los alcaldes de los municipios afectados lo supieran antes. Convocaron entonces a los primeros ediles a una videoconferencia en otra sala pero no pudieron conectarse.

A partir de las 19 horas se reanudó la sesión del Cecopi con palabras de Pradas en las que manifestaba que habían tomado la decisión de no evacuar, sino de mandar un mensaje a la población --siempre en referencia a Forata--. El testigo leyó el mensaje y explicó en qué consistía, también a la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, quien planteaba preguntas. Insistió en que no era el único mecanismo de aviso a la población y propuso emplear À Punt y radios públicas para ser redundantes.

En ese instante también se planteó si el mensaje podía acarrear algún problema jurídico, por el tema del confinamiento, y Pradas indicó que iba a consultarlo. Esto fue sobre las 19.30 horas y, en esos momentos, ya entraba información de que no se hablaba de Forata sino de una situación generalizada en la provincia de Valencia.

Cambió entonces el objetivo del mensaje, que ya no debía constreñirse a Valencia y se amplió al ámbito provincial. La versión definitiva del texto tuvo pequeñas variaciones. Pradas comentó que quería ver la redacción final antes de que se mandara el mensaje. Entonces, una vez ya se tradujo también al valenciano, el testigo se lo mostró a Pradas, sobre las 19.45 horas, se puso algún matiz más para que no fuera "impositorio", se modificaron algunas palabras y acentos y se mandó a las 20.11 horas.