Rafa Riesco
Toledo, 7 dic (EFE).- La Academia de Infantería de Toledo contará este domingo, en la fiesta de la Inmaculada Concepción, con una peculiar bandera como testigo del acto, una enseña confeccionada por fieles de Empel, el lugar de los Países Bajos escenario del hecho de armas por el que fue proclamada patrona de los infantes españoles.
Será el segundo año en el que la bandera va a ondear en el patio de la Academia, el escenario en el que cada 8 de diciembre se desarrolla el acto castrense de la Inmaculada Concepción, después de que el año pasado la trajeran los fieles que vienen desde Empel a participar en la celebración y que ha sido confeccionada por ellos mismos, explica a EFE el coronel Álvaro Díaz, director del centro de formación militar.
El origen inmediato de esta enseña se remonta al año 2006, cuando un militar español destinado en Bruselas descubrió una ermita cuando hacía una ruta en moto, que resultó ser la misma junto a la que en diciembre de 1585 se desarrolló la batalla de Empel, en la que los tercios españoles obtuvieron una victoria en condiciones adversas frente a los neerlandeses, que dio lugar a lo que se conoció desde entonces como 'Milagro de Empel'.
El hecho ocurrió en la noche del 7 al 8 de diciembre de 1585, durante la 'Guerra de los 80 años', cuando los en torno a 5.000 hombres que integraban el Tercio Viejo de Zamora quedaron cercados en una isla por una flota de unos cien barcos neerlandeses que mandaba el almirante, Felipe de Hohenlohe-Neuenstein, que ofreció a los españoles la rendición, que éstos rechazaron.
Ante su negativa a rendirse, los neerlandeses abrieron los diques para inundar el campamento de los tercios, que tuvieron que refugiarse en el monte Empel, junto a una ermita, donde uno de los soldados encontró una tabla con la imagen de la Virgen María cuando cavaba una trinchera.
Según relata el coronel Díaz, el hallazgo fue tomado como un signo de protección divina, por lo que el maestre de campo Francisco Arias de Bobadilla sacó la imagen en procesión por la isla, y esa noche ocurrió un hecho que se consideró milagroso, ya que las temperaturas tuvieron una bajada que congeló las aguas y permitió a los españoles asaltar las naves neerlandesas, atrapadas en el hielo, y ganar la batalla el 8 de diciembre.
Debido a las circunstancias, el hecho fue conocido como el 'Milagro de Empel' e hizo que los Tercios de Flandes e Italia proclamaran a la Inmaculada Concepción como su patrona. Trescientos años más tarde, en noviembre de 1892, fue declarada oficialmente patrona del arma de Infantería.
Desde entonces la fiesta de la Inmaculada Concepción es muy relevante para la Infantería española y en particular para la Academia de Toledo, que como representante institucional del arma, aprovechó el hecho de que se encontrara la ermita para retomar las relaciones con los católicos de la zona de Empel, que recuerdan con aprecio a las tropas españolas, asegura el coronel Díaz.
El entonces director de la Academia de Infantería, el teniente general César Muro, invitó a los fieles de la parroquia neerlandesa a asistir en el centro de formación militar toledano a la fiesta de la Inmaculada Concepción, a la que desde el año 2007 acude una representación cada 8 de diciembre.
Muro organizó también una peregrinación de alumnos de la Academia toledana a la ermita, a través del conocido como 'Camino Español', que era el que seguían los tercios para llegar a Flandes partiendo de Milán. Esta peregrinación fue el germen de la de la Asociación de Amigos del Camino Español de los Tercios, que busca divulgar esta ruta de gran riqueza histórica y cultural que recorre Europa, y las gestas de aquellos soldados.
Además, una vez al año hay un acto religioso en la ermita de Empel para recordar este hecho de armas, al que acuden españoles y habitantes de la zona.
La recuperada relación entre los dos territorios se estrechó más el año pasado, cuando los feligreses que vinieron a Toledo regalaron a la Academia una bandera confeccionada en los Países Bajos, en la que figura una alegoría de el 'Milagro de Empel'. En ella, aparece la cruz de San Andrés, que era el emblema de los Tercios, con una franja azul en el medio que representa el agua de los ríos Mosa y Waal, que circundaba a las tropas españolas cercadas en 1585.
Completan la enseña una imagen de una Inmaculada Concepción, con el niño, que aparece en uno de los lados, y en el otro un copo de nieve, en referencia al milagro de la congelación de las aguas.
Puede ser una imagen simbólica de lo que representa la Infantería, que sigue siendo "el arma del cansancio, del agotamiento físico, de pasar hambre, de pasar sed, de pasar frío" como el que afrontaban los tercios que combatían en una tierra con un clima tan distinto al de España, subraya el director de la Academia de Toledo. EFE
(foto) (vídeo)