Girona, 7 jun (EFE).- Cuatro depuradoras experimentales que se repartirán por diferentes países europeos probarán tecnologías innovadoras para recudir el consumo energético o filtrar microplásticos en el marco de un proyecto que lidera el grupo de investigación LEQUIA de la Universidad de Girona (UdG).
Según informa esta institución, estas instalaciones, que tratan el agua que se utiliza para devolverla al medio ambiente en buenas condiciones y que también se han convertido en fuente de recursos y elemento de vigilancia epidemiológica, presentan algunas carencias.
Una es que son grandes consumidoras de energía y otra que todavía no son capaces de eliminar por completo algunos contaminantes.
El proyecto SPORE-MED tiene como objetivo mejorarlas en la región mediterránea, una zona más vulnerable que la media del planeta al cambio climático y a la escasez de agua.
Durante tres años, se construirán esas cuatro plantas piloto para evaluar procesos de tratamiento y sistemas de monitorización innovadores que todavía no están disponibles en el mercado.
Así, la empresa GS INIMA environment validará un proceso de depuración de fangos activados de alto rendimiento con bajo consumo energético.
La Universidad de Girona (UdG) y la de la ciudad de Sfax, en Túnez, trabajarán en la recuperación de nutrientes en forma de estruvita, un mineral que permitirá la fabricación de fertilizantes.
Las universidades de Salerno (Italia) y Creta (Grecia) se centrarán en la eliminación de microplásticos y otros contaminantes mediante membranas, y la empresa ADASA lo hará en sistemas de monitorización microbiológica y de nutrientes.
Desde Sfax se pondrá también el foco en un sensor para incrementar la detección del virus de la covid en las aguas de las depuradoras.
El proyecto contribuye a la obtención de nuevos productos y servicios para los sectores agrícola y sanitario, mientras la Universidad Politécnica Mohammed VI de Marruecos evaluará el valor de los fertilizantes que se obtengan y del riego con agua depurada.
La UdG se encargará de determinar el efecto de estas prácticas agrícolas en la microbiología del suelo y, en el ámbito de la salud, será la Universidad de Chipre la que ponga en marcha un nuevo sistema de seguimiento del virus de la covid y de la resistencia microbiana a los antibióticos en la región de Nicosia.
Además, la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) evaluará los impactos ambientales y económicos de todas estas tecnologías, productos y servicios en función de su ciclo de vida.
El objetivo es transferir todos los resultados del proyecto a la sociedad a través de la explotación llevada a cabo por las dos empresas que forman parte del proyecto, de la licencia de las tecnologías validadas o con la creación de compañías por parte de las universidades.
Una veintena de participantes en el SPORE-MED se han reunido esta semana en Girona para planificar las acciones que se llevarán a cabo en el primer año del proyecto y han visitado la depuradora de La Garriga, en Barcelona, donde se encuentra una de las pruebas piloto de uno de los procesos de tratamiento innovadores a validar. EFE
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