Este error a la hora de descongelar las gambas puede poner en riesgo la salud: “El marisco nunca lo podemos dejar en la nevera”

Descongelar el marisco de forma inadecuada puede provocar la proliferación de bacterias y desencadenar una intoxicación alimentaria

Guardar
Descongelar el marisco de forma
Descongelar el marisco de forma inadecuada puede provocar la proliferación de bacterias (AdobeStock)

Después de una celebración en familia, como estas pasadas comidas de Nochebuena y Navidad, los congeladores de muchos hogares españoles contienen sobras. Entre ellas no faltan las gambas, los gambones y los langostinos, que esperan pacientes a que se les saque para volver a sus protagonistas en las mesas.

Todos los productos deben seguir un proceso correcto de descongelación para evitar la proliferación de bacterias, pero en el caso del marisco se debe tener especial cuidado para que siga siendo seguro su consumo y mantenga su color, sabor y textura.

Algunas pescaderías explican que “el marisco nunca lo podemos dejar en la nevera”, porque las gambas, que se congelan en bloque, se descomponen y se vuelven negras. Mari, pescadera en el Mercado de abastos de Verónicas de Murcia, recomienda sacar las gambas del congelador horas antes y dejarlas metidas en una tarrina con agua fría y un poco de sal. “La sal hace que el marisco no coja el sabor del agua dulce y se endurezca”, por lo que ayuda a que salga blanco.

En ese mismo agua y sal, la pescadera aconseja añadir trozos de limón. “La gamba veréis que se va a empezar a soltar en muy poco tiempo, a lo mejor en media hora. Si son cigalas, puede ser que tarde más”. Una vez estén descongeladas, se les pasa un papel absorbente y ya estarían aptas para comerlas.

Para algunos pescaderos, esta es la mejor manera de descongelar el marisco para que se pueda “consumir exactamente igual que cuando lo compraste”. “Os puedo asegurar que no vais a fallar y que el marisco va a aparecer como el primer día”, enfatiza Mari.

Cómo descongelar las gambas ya cocidas

Descongelar de forma incorrecta el marisco no solo perjudica su aspecto, su sabor y su textura, puesto que puede suponer un riesgo para la salud. Cuando el cambio de temperatura se realiza de forma brusca o de manera inadecuada, las bacterias pueden multiplicarse rápidamente y provocar una intoxicación alimentaria.

Más allá de la forma de descongelar las gambas, los gambones o los langostinos, es importante tener en cuenta si el producto es crudo o si lleva cáscara. Si es crudo y tiene cáscara, podemos hacerlo como recomendaba la pescado: colocándolo en agua fría con sal unos minutos que pierda la textura congelada.

No obstante, si las gambas no llevan cáscara o si están ya cocidas, el proceso de descongelado varía. En este caso, desde La Sirena recomiendan colocarlo sobre un recipiente con rejilla y dejarlo en la nevera unas horas antes. "Los jugos que suelta quedarán recogidos en el recipiente y el marisco se mantendrá perfecto".

Receta fácil de salpicón de marisco, un entrante fresco y saludable.

Beneficios para la salud de las gambas y langostinos

Desde el punto de vista nutricional, ambos destacan por su elevado contenido en proteínas de alto valor biológico. Esto significa que aportan aminoácidos esenciales necesarios para el mantenimiento de los tejidos, la masa muscular y numerosas funciones metabólicas. Además, se trata de proteínas magras, ya que las gambas y los langostinos contienen poca grasa total, lo que los convierte en una opción interesante para dietas de control de peso o planes alimentarios saludables.

A pesar de su bajo contenido graso, tanto langostinos como gambas aportan ácidos grasos omega-3, conocidos por su efecto protector sobre la salud cardiovascular. Estos lípidos ayudan a reducir la inflamación, contribuyen al buen funcionamiento del corazón y se asocian con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. En un contexto en el que muchas dietas son deficitarias en omega-3, estos mariscos pueden ser un complemento valioso.