Un médico y nutricionista advierte de los peligros de comer carne roja: “Aumenta el riesgo de cáncer”

El experto en longevidad John Scharffenberg mantiene una dieta basada, sobre todo, en alimentos de origen vegetal y aconseja prescindir de aquellos que contienen hierro hemo para cuidar la salud

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La sustitución de la carne
La sustitución de la carne roja está asociada a numerosos beneficios para la salud. (AdobeStock)

El objetivo cada vez más extendido de llevar un estilo de vida saludable coloca a la nutrición en un primer plano. Por ende, cobra relevancia el tener una alimentación equilibrada, algo clave para mantener el bienestar físico y mental y aportarle al organismo los nutrientes, proteínas y minerales que necesita. Esto, además, ayuda a prevenir enfermedades crónicas. Precisamente, uno de los alimentos que suele generar más polémica es la carne roja, un producto de cuyo consumo ha alertado el médico y nutricionista John Scharffenberg, quien considera que puede “aumentar el riesgo de cáncer”.

La alimentación equilibrada sigue ocupando el centro del debate sobre la salud y la longevidad. En España, la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres, pescado, aceite de oliva y cereales integrales, es considerada un modelo nutricional completo por su variedad y aporte de nutrientes esenciales.

En este contexto, algunas figuras vinculadas al estudio del envejecimiento han subrayado el impacto de los hábitos alimenticios en la esperanza de vida. Es el caso de John Scharffenberg, médico y experto en nutrición formado en la Universidad de Harvard, quien a sus 102 años mantiene una dieta basada principalmente en alimentos de origen vegetal. De hecho, en una entrevista con el portal Viva Longevity!, se refirió al consumo de carne roja, señalando que contiene hierro hemo que, es aunque fácilmente absorbible, ha sido objeto de estudio por su posible relación con enfermedades cardiovasculares y metabólicas.

Para John Scharffenberg, ninguna carne es “segura”

Muchas veces al cocinar la carne pierde jugos y textura. Un experto ofrece un consejo esencial para mejorar su preparación (Podcast generado con IA)

El médico y nutricionista advirtió en la entrevista de los riesgos asociados al consumo de hierro hemo, presente en alimentos de origen animal como la carne roja y el pescado. Según explicó, al absorberse con mayor rapidez que el hierro no hemo —presente en alimentos vegetales—, puede incrementar el riesgo de enfermedades como el cáncer, la diabetes o patologías cardiovasculares.

“El hierro de la carne se absorbe más rápido, y eso no es bueno”, declaró. A su juicio, ni siquiera las opciones consideradas magras deberían recomendarse como fuente de hierro. En la misma línea, cuestionó el consumo de pescado por su contenido en hierro hemo, al que también atribuyó efectos negativos para la salud, en particular un mayor riesgo de cáncer de colon.

Scharffenberg, que ha mantenido una dieta vegetariana durante toda su vida, sostiene que una alimentación basada en vegetales contribuye a reducir el riesgo de enfermedades crónicas. “He sido vegetariano toda mi vida”, afirmó, subrayando que este tipo de dieta ha sido una de las claves de su longevidad.

La relación entre la carne roja y el cáncer, según un estudio

Carne roja. (Shutterstock)
Carne roja. (Shutterstock)

Diversas investigaciones han analizado la relación entre el consumo de carne roja y el desarrollo de enfermedades como el cáncer. Uno de los informes más citados al respecto es el publicado en 2015 por la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), organismo dependiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y divulgado en la revista The Lancet Oncology.

Tras revisar más de 800 estudios epidemiológicos, el informe clasificó la carne roja —como la de vacuno, cerdo o cordero— en el grupo 2A, que incluye sustancias probablemente cancerígenas para los seres humanos. Esta categoría se basa en evidencias limitadas en humanos pero suficientes en modelos animales.

Además, el mismo documento situó a las carnes procesadas, como embutidos, salchichas o bacon, en el grupo 1, reservado para agentes con evidencia suficiente de carcinogenicidad en humanos, al mismo nivel que el tabaco o el amianto. Según el análisis, el consumo diario de 50 gramos de carne procesada puede aumentar el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%.

Aunque el informe no establece una cantidad segura de ingesta, sí recomienda reducir el consumo de estos productos dentro de una dieta equilibrada. Instituciones como el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés) han respaldado estas advertencias, recomendando limitar el consumo de carnes rojas a no más de tres porciones semanales y evitar, en la medida de lo posible, las carnes procesadas.