Una experta en lenguaje explica cómo debería hablar un niño según su edad: “Al principio solo es llanto, pero después vienen las palabras”

Cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje, pero si se detectan señales de alerta es fundamental acudir a un especialista

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Una experta en lenguaje explica
Una experta en lenguaje explica cómo debería hablar un niño según su edad: (Imagen: TikTok)

Escuchar a tu hijo decir las primeras palabras es un momento emocionante y un paso gigantesco para lo que va a ser su forma de comunicarse y expresarse con los demás, aunque el ritmo de este proceso puede variar considerablemente de uno y otro.

Generalmente, en los primeros 24 meses de vida, los más pequeños ya suelen combinar palabras para intentar interactuar con sus padres. Es más, desde el primer momento intentan relacionarse con la gente de su alrededor. “Al principio solo es llanto a modo de reflejo”, ha explicado Edi, terapeuta del lenguaje, en un vídeo subido a sus redes sociales.

Durante estos primeros seis meses de vida, estos lloros “irán evolucionando” empezando a sonreír, y “a veces haciendo vocalizaciones o sonidos de disfrute”, ha añadido la experta.

Las bases del lenguaje

Una vez finalizada esta etapa, entre los seis y los doce meses, es cuando comienzan los balbuceos significativos que, aunque no tienen un significado asociado, son fundamentales para construir las bases del lenguaje.

“Cerca del año, los bebés producen sílabas en juegos rítmicos como ‘papá, papá’ o ‘mamá, mamá‘, pero todavía no tienen una intención comunicativa clara”, ha señalado Edi. Es en este periodo cuando resulta crucial reforzar el uso de gestos como saludar o señalar, ya que complementan la intención comunicativa de los niños.

En los primeros 6 meses,
En los primeros 6 meses, los niños comienzan a jugar con los primeros fonemas. (Freepik)

¿Cuándo dicen sus primeras palabras?

La evolución hacia las primeras palabras suele darse después del primer año de vida, entre los 12 y los 16 meses. Es decir, es normal que uno de 12 meses diga muchas palabras y otro de 15 apenas pronuncia la primera. En esta etapa, las palabras sencillas como “mamá, papá o agua” tienden a dominar el vocabulario, iniciando el viaje hacia una comunicación más estructurada.

Al llegar a los 18 meses, los menores amplían su léxico de manera significativa. “En promedio, empiezan a pronunciar unas veinte palabras, aunque estas pueden incluir aproximaciones fonéticas, onomatopeyas e incluso gestos con significado”, ha indicado Edi.

Es también en este punto que se observa un refinamiento en la coordinación entre labios, lengua y dientes, lo cual fomenta una mejor pronunciación y uso de consonantes como “p”, “b”, “t” y “k”.

Frases con significado

El avance hacia los dos años representa, en muchos casos, un cambio cualitativo en la capacidad expresiva del niño. Según ha dicho Edi, en este momento de su desarrollo ya son capaces de unir dos palabras en frases simples como “Mamá, ven” o “Ame agua” (Traeme agua).

Además, su repertorio de palabras puede situarse entre 50 y 200 términos, dependiendo de su entorno y estímulos. “Quizás no suene perfecto en términos de fonética, pero ya muestran una intención comunicativa evidente”, ha sostenido la experta.

El Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes ha propuesto a las comunidades autónomas que en Educación Primaria y Secundaria no se utilice el teléfono móvil en horario lectivo. (Fuente: Ministerio de Educación)

Atención temprana al retraso

La Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Asociación Americana del Habla, Lenguaje y Audición (ASHA) destacan que la atención temprana puede marcar la diferencia ante posibles signos de retraso. Entre las señales que pueden indicar problemas incluyen: que el niño no combine palabras al llegar a los dos años, que pierda habilidades previas o que al cumplir los 15 meses aún no haya pronunciado ningún término comprensible.

Así, el consenso de expertos reafirma un mensaje clave: cada niño posee su propio ritmo de desarrollo, pero es fundamental observar de cerca su comportamiento para identificar cualquier señal de alarma. “Mantente tranquila, pero atenta. Mientras los avances sean progresivos, todo va en buen camino, pero si algo no parece normal, acude a un especialista”, han remarcado las asociaciones.