Miles de latinoamericanos llegan cada año a España en busca de oportunidades laborales o académicas y, entre ellos, la población venezolana supone una parte importante. En 2022, 1.258.894 personas llegaron a España, siendo 72.000 procedentes de Venezuela. Se calcula que actualmente viven en España unos 438.380 venezolanos.
La adaptación a un país y una cultura nuevos pueden ser difíciles para las personas extranjeras. En este sentido, las redes sociales suponen un espacio importante para compartir conocimientos y generar comunidad, haciendo esta transición más sencilla.
Por ese motivo, Maddy (@katrin_madeleine) ha querido compartir su experiencia en TikTok. El vídeo espera poder ayudar a otros compatriotas a preparar mejor su viaje a España y a solventar las dificultades que puedan encontrar por el camino.
Los enchufes son diferentes
@katrin_madeleine PARTE 2 Cosas que me hubiera gustado saber anres de venir a ESPAÑA 🇪🇸#venezuela #venezolanosenespaña #venezolanoseneuropa #venezolanosenmadrid #latinoseneuropa #colombia🇨🇴 #peru🇵🇪 #argentina🇦🇷 #panama #latinosenespaña #latinosenmadrid #colombianosenespaña #colombianosenmadrid #tips #migracion #migrantes #fy #fyp #inmigrantes #paratiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii #paratii ♬ sonido original - Maddy 💗
Entre las cosas que le hubiese gustado saber a Maddy antes de llegar a Madrid está la diferencia entre los enchufes venezolanos y los españoles. En Venezuela, se utilizan enchufes y tomas de corriente de tipo A y tipo B. El primero tiene dos clavijas paralelas, mientras que el segundo añade una tercera clavija de conexión a tierra. También poseen un voltaje diferente, de entre 100-127 V, mientras que en Europa se ubica entre los 220 y los 250 V.
Por tanto, muchos venezolanos necesitan adaptadores y convertidores de voltaje para que sus productos eléctricos funcionen. “Esto te evita un dolor de cabeza y sobre todo si tienes un computador o tienes una plancha o algo que normalmente no tenga esta salida para poder enchufar”, dice Maddy en su vídeo.
Un cabello más estropeado
Desde que se mudó a España, Maddy asegura que su cabello ha “cambiado muchísimo”. “Esto es un cabello liso que está supermaltratado. No sé por qué, pero aquí el agua es muy diferente”, lamenta, pues no consigue que mejore.
Los cambios de agua pueden dañar el pelo. Las aguas blandas suelen ser menos dañinas, mientras que las aguas duras resecan el cabello. El agua de Madrid se considera blanda, pero en algunas zonas puede tener mucha cal, debido a la antigüedad de las tuberías. “Si yo hubiese sabido esto del principio, hubiese colocado filtro de agua en la ducha desde que llegué. Hubiese comprado el filtro para el agua que tomo desde que llegué”, recomienda Maddy. “Lo estoy haciendo ahora. Estoy tratando de que se me recupere el cabello”, asegura.
Un desodorante diferente
Según cuenta Maddy, los desodorantes que se venden en Venezuela y en Europa también son diferentes y en el Viejo Continente no funcionan tan bien. Recomienda por ello un desodorante concreto que venden en Mercadona “y es uno de los únicos que funciona superbién porque es muy similar a los que usamos en Latinoamérica”.
Cuidado con el aeropuerto
Nada más llegar a España, Maddy tuvo algunos problemas para conseguir una línea telefónica. “Me hicieron pagar entre 20 y 30 euros, ya no recuerdo bien, y resulta que al final fue exagerado porque hasta por un cargador me quitaron 20 euros, y era un cable genérico”, critica.
Por ello, recomienda evitar contratar la línea telefónica directamente en el aeropuerto. “Todo te lo van a vender mucho más costoso”, asegura.
No traigas tanta ropa
Para ella, otro de los errores que cometió fue traerse demasiada ropa desde Venezuela. “Muchas veces pensamos que hay que traernos todo y nos cuesta un poquito despegarnos el tema de la ropa que usamos”, explica. “Aquí las temporadas son superdiferentes y al final vas a terminar comprando un montón de ropa de invierno, un montón de ropa de verano...”, asegura. Por eso, recomienda no llevarse demasiada ropa y no llenarse de cosas innecesarias “que al final del día te van a ocupar espacio en el clóset”.
De hecho, es primordial para ella controlar los gastos los primeros meses. “Cuando uno llega aquí, quieres entrar en todas las tiendas y comprar absolutamente de todo. No malgastes el dinero. Los primeros tres meses, cuatro meses, cinco meses son vitales porque obviamente vas a estar buscando trabajo, vas a estar en negro, no vas a tener un ingreso recurrente y el dinero que traes es vital”, dice.