El gurú de la hipnosis y un particular experimento sobre la comida y los prejuicios

Aryel Altamar utiliza el mentalismo para realizar shows que sorprenden al público y derriban preconceptos. En esta ocasión, le demostró a los participantes que muchas de sus preferencias eran erróneas. Cómo fue la experiencia

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Un hipnotizador profesional “borra” los
Un hipnotizador profesional “borra” los prejuicios que tienen los participantes con respecto a ciertos alimentos.

En materia de gustos no hay nada escrito, dice el saber popular. Pero, a través de un reciente experimento llamado "Dejá Que Tu Boca Decida", se buscó mostrar que  muchas de las ideas y elecciones, especialmente en materia de alimentos, en realidad están más relacionadas a los prejuicios que al sabor.

¿Pero es posible utilizar este método para demostrarle a las personas que, en realidad, ese sabor que tanto reprueban está lejos de ser desagradable? Según un popular mentalista, la clave se encuentra en los recuerdos.

"La hipnosis se utiliza de manera muy distinta a como la utilizaban Freud o Charcot", explica Aryel Altamar, que se hizo famoso por sus trucos de mentalismo, adivinación e hipnosis en concursos de talento. "Hoy utilizamos esto junto a técnicas de psicoanálisis para lograr efectos muy positivos e inmediatos en tratamientos de fobias, traumas, o hasta para dejar de fumar".

En esta ocasión, el desafío de Altamar fue el de aplicar estas técnicas para poder mostrarle a las personas que, en realidad, se estaban perdiendo de todo un mundo de sabores desconocidos. "El olfato también tiene algo muy importante, porque es el sentido que más rápido se conecta con los recuerdos".

"A través de la hipnosis podemos rememorar recuerdos positivos y con ellos solapar recuerdos negativos hasta eliminarlos. Lo mismo podemos hacer con los prejuicios, que también nacen de recuerdos negativos", explicó el mentalista.

Los voluntarios, ya hipnotizados, probando
Los voluntarios, ya hipnotizados, probando un Whopper.

Un experimento abierto al público

Burger King y Pepsi, para llevar a cabo el experimento mencionado anteriormente, buscaron voluntarios con ideas negativas muy definidas sobre sus productos, con el objetivo de demostrar que la mente de muchas personas, especialmente a la hora de elegir una bebida o una comida, en realidad no están basados en el gusto o la calidad, sino en experiencias pasadas o recuerdos, muchas veces inconscientes e irracionales.

Los resultados sorprendieron tanto a los participantes como al propio hipnotizador, porque enfrente tuvo personas con ideas fuertemente instaladas. "No entiendo como a alguien le puede gustar el Whopper", declaró un participante antes de ser hipnotizado con respecto a la popular hamburguesa de Burger King. "La Pepsi no me gusta, es berreta", aseguró otro.

Su percepción cambió totalmente luego de alcanzar un estado de concentración profunda, dejando atrás el prejuicio que tenían sobre la Pepsi y el Whopper. Luego de verse a ellos mismos disfrutando de esos productos que tanto rechazaban se dieron cuenta que no había nada de malo en su sabor, sino todo lo contrario

La Pepsi también fue probada
La Pepsi también fue probada en un estado “libre de prejuicios” por los participantes.

Las reacciones fueron sorprendentes y, según Altamar, los participantes se llevaron una lección muy valiosa: "La mayoría coincidió en que los prejuicios no deberían existir", explica el mentalista, "además se preguntaban de cuántas cosas se perdieron en sus vidas por culpa estas ideas", sintetiza.

Abrir las puertas de la percepción

"Cualquier persona puede ser hipnotizada", asegura el experto, quien agrega que el método no tiene efectos secundarios ni se utiliza en el proceso ningún tipo de fármaco. El hipnotizador anima a los interesados a sumarse a esta experiencia mental y dejar atrás sus prejuicios y miedos al respecto: "Como siempre digo en mis shows, el quedarse dormidos o desmayados para siempre es una total mentira de las películas de ficción, eso no pasa. Lo único que se logra es un estado de concentración absoluta. Lo peor que puede pasar es que no logren un trance profundo".

Para desafiar a quienes no creían en este experimento, Pepsi y Burger King convocaron a una jornada de hipnosis llevada a cabo por Aryel en uno de los locales de Burger King. Allí, una vez más, los interesados se sometieron voluntariamente a la hipnosis, pudieron comprobar cómo es ser hipnotizado y se sacaron los prejuicios sobre los productos de dichas marcas.