El gigante Olivier Richters, el nuevo “malo” en Reacher 3: “Sé que doy villano, pero me encantaría hacer comedias”

La serie Reacher de Amazon Prime Video ha destacado desde su primera temporada por la imponente presencia de Alan Ritchson en el papel del protagonista, Jack Reacher.

Sin embargo, para su tercera entrega, la producción ha decidido subir la apuesta en cuanto a físico y antagonismo con la incorporación de Olivier Richters, un actor y culturista de 2,18 metros de altura y 160 kilos de peso.

Conocido como El gigante holandés, Richters interpreta a Paulie, un imponente matón que se enfrenta directamente a Reacher en una de las batallas más esperadas de la temporada.

Un papel a la altura del desafío

El personaje de Paulie, según relata Richters en entrevista con GQ, es un contraste marcado con Jack Reacher.

Mientras que el protagonista sigue un código moral y se rige por normas de conducta estrictas, Paulie actúa según su propio instinto sin preocuparse por las consecuencias.

“Cuando recibí el guion, no había leído los libros aún, así que me apoyé en mi profesor de interpretación”, cuenta Richters.

“Quería entender cómo Paulie percibe a Reacher, porque ambos son gigantes, pero su mentalidad es diferente. En la vida real, los hombres muy grandes suelen ser calmados, porque no necesitan imponerse de manera agresiva. Así que decidí que mi personaje no se sentiría intimidado por Reacher desde el primer momento”.

La tercera temporada de Reacher introduce a dos villanos principales: Quinn, interpretado por Brian Tee, y Paulie, a cargo de Richters.

Según el actor, esta dupla refuerza el desafío para el protagonista: “Reacher es conocido por su combinación de inteligencia y fuerza, pero esta vez sus enemigos se dividen en esos dos aspectos. Quinn es más inteligente que él, y Paulie es más fuerte, lo que hace que esta temporada sea especialmente interesante”.

Una transformación física extrema

Para interpretar a Paulie, Richters tuvo que someterse a un riguroso entrenamiento y una dieta extrema. A pesar de su ya imponente físico, tuvo que aumentar su masa muscular en cinco kilos adicionales en un año.

“Para mantener mi tamaño mientras hacía cuatro horas diarias de entrenamiento de acrobacias durante cuatro meses, tuve que consumir 7,000 calorías al día”, explica.

El actor describe su rutina como un reto sin precedentes en su vida:

• Siete comidas al día para mantener su volumen corporal.
• Dos horas de entrenamiento de acrobacias por la mañana y dos por la tarde.
• Una hora de culturismo en la noche para preservar la musculatura.
• Diez horas de sueño diario, incluyendo una siesta de dos horas por la tarde, para acelerar la recuperación física.

Richters reconoce que este nivel de exigencia fue extremo: “El cuerpo humano no está hecho para soportar ese ritmo, así que tuve que priorizar el descanso para no colapsar”.

Un respeto mutuo con Alan Ritchson

A pesar de sus imponentes físicos, ni Richters ni Ritchson entrenaron juntos para la serie, aunque compartieron intensas sesiones de acrobacias.

“No quise interrumpir su rutina porque, como protagonista, tenía una carga de trabajo enorme”, comentó Richters. Sin embargo, el respeto entre ambos fue evidente, incluso más de lo que ellos mismos imaginaban.

“En una entrevista, Ritchson comentó que lo intimidaba mi tamaño porque era la primera vez que tenía que mirar hacia arriba para enfrentarse a otro hombre en pantalla”, dijo Richters.

“Lo curioso es que yo me sentía intimidado por su habilidad en la lucha. Nos enteramos de esto por entrevistas, lo que nos pareció muy gracioso”.

Los retos de medir 2,18 metros

Más allá de su papel en Reacher, Richters enfrenta desafíos diarios debido a su impresionante estatura y peso.

“A los 14 años ya medía 1,95 metros y a los 19 llegué a 2,15 metros. Era muy delgado, así que empecé a hacer culturismo para sentirme mejor conmigo mismo, igual que alguien con sobrepeso busca adelgazar”, relató.

Sin embargo, ser “El gigante holandés” tiene sus dificultades:

• No puede usar transporte público cómodamente.
• La mayoría de la ropa debe ser hecha a medida.
• Las sillas suelen romperse bajo su peso.
• Los objetos cotidianos, como bolígrafos o asientos de inodoro, son demasiado pequeños para él.
• Las miradas constantes de la gente pueden resultar incómodas.

A los 22 años, aceptó que su estatura nunca cambiaría y decidió aprovecharla en lugar de sufrir por ello.

“El primer paso fue sentirme bien con mi cuerpo en el espejo, y el segundo fue darme cuenta de que la gente no me miraba de forma negativa, sino con asombro”, mencionó.

Un gigante con sueños

A pesar de haber construido su carrera interpretando personajes que explotan su físico, Richters aspira a diversificar sus roles.

“Para Reacher, tuve que rechazar dos películas, una de ellas Gladiador II... Sé que doy villano, pero me encantaría hacer comedias. De hecho, si en algún momento se me presenta la oportunidad, pienso audicionar, definitivamente”, aseguró.

El actor menciona como ejemplo Un detective en el kínder, la película de Arnold Schwarzenegger en la que el físico imponente del protagonista contrasta con una historia ligera y cómica. “Creo que podría divertirme mucho con mi altura en una historia así”, afirmó.

Con su papel en Reacher, Olivier Richters se consolida como una presencia imponente en la pantalla y un actor con el potencial de trascender más allá de los roles de villano.

Aunque su físico lo hace destacar, su visión a futuro muestra que su ambición va mucho más allá de ser solo “El gigante holandés”.