Flotas para empresas: cómo es el negocio que se expande en Argentina y que mueve la mitad de las ventas de 0 km en Brasil

El costo de compra y mantenimiento de un auto se debate cada vez con mayor intensidad. El crecimiento del uso de vehículos vía aplicación lo confirma. Las automotrices empiezan a ver esa parte del negocio

Guardar
El automóvil es una bien
El automóvil es una bien muy costoso de adquirir y mantener. El carsharing está creciendo en Argentina no sólo para particulares sino también para empresas. (Getty Images)

El carsharing es un fenómeno que empezó a crecer con fuerza en muchos países del mundo con la llegada de esta década pero por varias causas simultáneas que generaron una necesidad para cambiar los estándares de movilidad de las personas.

Mucho influyó la pandemia, porque generó una caída de actividad que repercutió en la economía personal y corporativa, obligando a un rediseño de costos operativos en general. Pero, paralelamente, en busca de combatir el calentamiento global y con la mirada puesta en alcanzar la meta de carbono cero para el año 2050, se cuestiona la compra de un auto que no solo genera emisiones contaminantes desde el proceso mismo de fabricación, sino que además tiene una baja rentabilidad por estar detenido el 90% del tiempo, tener un valor de adquisición alto que se deprecia con el paso del tiempo y que además provoca costos adicionales como seguro, patente y mantenimiento.

Por si esto fuera poco, un debate mayor aún es si tiene realmente sentido transportar a una persona, que tiene un peso de 80 kg y ocupa 1 m2 de superficie promedio, en un vehículo que pesa más de 1.500 kg, consume energía y combustible fuera de proporción en relación al volumen transportado.

En países como Argentina, con una vasta superficie de territorio y largas distancias para unir puntos estratégicos, el carsharing todavía es una solución de movilidad que crece lentamente.

Kinto es la empresa que
Kinto es la empresa que Toyota creó para alquilar autos propios a particulares y abastecer de flotas a empresas

Toyota, de hecho, es la única terminal automotriz que creó su propia flota de vehículos de alquiler para uso personal y una red de puntos de entrega y devolución diseminados por todo el país. Lo hizo a través de Kinto, una subempresa de la marca que tiene dos productos distintos para abastecer de unidades a personas y empresas. Kinto Share y Kinto One.

“Para este fin de año vamos a tener prácticamente 900 unidades en lo que es el sistema de carsharing. Y esto con una promoción nuestra de muy bajo perfil, porque es un negocio muy complejo y requiere mucha estructura si lo querés hacer bien”, explicó Gustavo Salinas, presidente de Toyota Argentina.

“Estar involucrados en un negocio de retail, donde viene una persona y te quiere alquilar un auto por un día y vos sos una especie de ‘elefante burocrático’ que tenés que llegar a darle un buen servicio al cliente, no es fácil. Tuvo una curva de aprendizaje interesante. Hoy la tenemos muy aceitada y el nivel de satisfacción de los clientes es muy alto, pero también somos muy conscientes de que no lo podemos masificar irresponsablemente y deteriorar el nivel de calidad del servicio”, explicó el ejecutivo.

“En cuanto al servicio de flotas para empresas, que son los alquileres de largo plazo y más que alquileres, es la administración de flota de largo plazo con empresas que tenemos de primera línea, la empresa que empieza a usar Quinto One difícilmente vuelve a tener la flota con capital invertido propio porque hay una eficiencia de capital muy grande”, finalizó.

Salvo por este negocio de Toyota, Argentina todavía no tiene muy desarrollado el sistema alquiler de flotas como una unidad de negocio dentro de las terminales automotrices. También hay otras empresas particulares como Rentennials, que en 2025 alcanzó los 3.000 alquileres con un movimiento económico estimado por la empresa en 1.160 millones de pesos.

Las flotas de autos de
Las flotas de autos de empresas representan más del 50% de las ventas de 0km en Brasil

Lo que sí ocurre cada vez en con un mayor volumen de unidades es la venta a empresas que subalquilan esos autos, por ejemplo derentas.com, para utilizarlos como servicio de transporte de pasajeros con chofer vía aplicación como Uber, Cabify, Didi, entre otros, pero también a alquiladoras de autos sin chofer, que tienen una necesidad de renovar sus flotas periódicamente por el intenso uso que tienen, especialmente en destinos turísticos alejados a los que la mayoría de los visitantes llegan por vía aérea y alquilan un auto para traslados de recreación.

Una vez más, la referencia de Argentina es Brasil, donde más del 50% de las ventas que hacen las automotrices no es a usuarios particulares sino a empresas, lo que de algún modo muestra que la movilidad está cambiando en la región y muchas personas se movilizan en autos provistos por su empleador.

Con los cómputos de noviembre incluidos en los primeros 11 meses del año, el 51,4% de los automóviles que se patentaron fueron para empresas, ventas directas, mientras que el 48,6% quedó para las ventas minoristas, es decir para personas físicas. Si se lo analiza por segmentos, en autos particulares es mayor la venta en concesionarias, un 52,8% y menor la de empresas con el 47,3%. En cambio, en la categoría de utilitarios livianos la ecuación cambia completamente y queda con un 33,8% para personas individuales y el restante 66,2% para las flotas de empresas.

“El carsharing dejará de ser un complemento del sistema automotor para convertirse en su contrapeso. Y la industria deberá enfrentar una realidad que evitó durante demasiado tiempo: el futuro de la movilidad no está en fabricar más autos, sino en usarlos mejor”, dijo Gerardo Germanó, especialista en movilidad urbana, y CEO de Rentennials.