JP Morgan Chase & Co planea contratar a 1.500 empleados adicionales en su centro corporativo de Buenos Aires en los próximos cinco años, con el objetivo de fortalecer uno de sus principales centros globales dedicados a tecnología, operaciones, finanzas y servicios legales.
Actualmente, el banco cuenta con una oficina en la Ciudad de Buenos Aires, y está trabajando en un plan inmobiliario a largo plazo para acomodar al equipo ampliado, según Alfonso Eyzaguirre, CEO para América Latina y Canadá, y jefe de banca de inversión en la región, reportó la agencia internacional Bloomberg.
Argentina se destaca como un centro estratégico para JPMorgan gracias a su fuerza laboral calificada, dominio del idioma inglés y alineación con los husos horarios de Estados Unidos. Otras empresas como Accenture y MercadoLibre también aprovechan estas ventajas, junto con las favorables condiciones laborales y la tradición del país en carreras tecnológicas e ingenierías.
JP Morgan inauguró su sucursal en Argentina en 1948 y estableció su hub estratégico en Buenos Aires en 2014, transfiriendo funciones desde India y Estados Unidos. Este año, también ha aumentado el número de empleados destinados a atender a clientes en Brasil, México y otros países de la región. La reciente fusión de la banca comercial con la banca corporativa y de inversión global ha sido un catalizador para ampliar servicios en América Latina.
“Con esta integración, ahora podemos atender a los clientes de la banca comercial en países de América Latina donde antes no teníamos cobertura,” explicó Eyzaguirre a la agencia internacional. Anteriormente, la banca comercial de JPMorgan operaba solo en Brasil y México, pero ahora puede ampliar su alcance en la región.
En total, JP Morgan emplea a unas 3.500 personas en operaciones bancarias en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, además de contar con una oficina de representación en Panamá. Este equipo también incluye empleados que atienden a clientes latinoamericanos desde Miami, Londres, Nueva York y Suiza.
El banco presta servicios a más de 700 corporaciones locales, instituciones financieras, la mayoría de los gobiernos de América Latina y a más de 1.500 subsidiarias de multinacionales. Este año, la atención en la región se ha centrado en su negocio de pagos, que incluye servicios de tesorería y banca transaccional. El avance en México está casi completo, mientras que en Brasil se han logrado avances significativos.
Eyzaguirre destacó la oportunidad de atender a filiales de multinacionales y empresas locales con necesidades de gestión de efectivo en moneda local. Además, señaló el interés de los inversores por visitar Argentina tras el primer año de mandato del presidente Javier Milei, con la expectativa de mayor actividad en los mercados de capitales y fusiones en 2024.
En México, Eyzaguirre ve oportunidades a mediano y largo plazo, respaldadas por su integración logística con Estados Unidos y una base industrial consolidada. También anticipa un crecimiento significativo en los activos administrados por los fondos de pensión mexicanos (Afores), que podrían duplicarse para 2030.
JPMorgan también evalúa nuevas oportunidades en mercados donde no tiene presencia física, como Uruguay, Paraguay, Guatemala y El Salvador. En estos países, busca transacciones estructuralmente complejas, como el reciente canje de deuda por conservación de la naturaleza de USD 1.000 millones en El Salvador.
En Brasil, la firma centra sus esfuerzos en el mercado de deuda local, aunque con un enfoque selectivo en transacciones complejas y de mayor escala.