
La expectativa en pos de un pronto acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se complementó con la reciente suba de tasas dispuesta por el Banco Central y un ritmo más acelerado para la devaluación del peso, que acorta la brecha cambiaria con los dólares alternativos al “cepo” a niveles de octubre.
Los rendimientos más elevados para las apuestas financieras por el peso, que se estima también se trasladarán a tasas próximas a la inflación para la colocación de bonos del Tesoro, le dieron continuidad al desarme de posiciones dolarizadas.
Por ello, los dólares negociados en Bolsa cayeron a sus precios más bajos de 2022, a menos de un mes de haber alcanzado máximos históricos. Y el dólar libre los acompañó parcialmente, ahora en mínimos en un mes.
El dólar libre recortó 1,50 peso y cerró ofrecido a $210 para la venta en el reducido mercado informal. Se trata de la cotización más baja desde el 17 de enero, cuando se pactó a 209 pesos. El “blue” mantiene un incremento de tres pesos o 1,4% en el breve transcurso de 2022.
Con la tendencia declinante, el dólar libre quedó a 12,50 pesos o 6% del récord de $222,50 del 27 de enero, un movimiento que va en línea con el retroceso de las paridades bursátiles.
En tanto, el bursátil “contado con liquidación” se contrajo casi seis pesos o 2,8%, $201,63 a través del Global 2030 (GD30C), mientras que el dólar MEP se desplomó 2,2%, a $196,51 con el Bonar 2030 (AL30D). Se trata de sus cotizaciones más bajas desde el 29 de diciembre del año pasado.
“Creemos que la inflación le va a ganar la carrera al resto de las variables, por eso mantenemos la postura de incrementar ponderación en la curva CER, con mayor participación en la parte media de la curva donde observamos asas reales positivas positivas a partir de vencimientos del 2023 -recordar que las licitaciones primarias vienen dando premios interesantes vs mercado secundario en un contexto de fuertes vencimientos de deuda en pesos-”, explicó Lucas Yatche, Head of Strategy and Investments de Liebre Capital.
“A nivel cambiario, las sucesivas subas en las tasas, la firmeza de la soja y la aceleración del crawling-peg continúan contribuyendo a transitar la actual etapa de mayor calma que viene permitiendo que la elevada ‘brecha’ vaya aflojando. En dicho sentido, también juegan a favor los descensos de los dólares financieros, alimentados por dicho escenario y en simultáneo los crecientes arbitrajes hacia los títulos CER ante apuestas tácticas”, explicó Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
En el segmento mayorista del dólar, la divisa se transó a $107,19 por unidad, unos 15 centavos arriba de los valores del cierre pasado. En lo que va del año, el tipo de cambio oficial avanza un 4,4%, mientras que la brecha cambiaria con el dólar libre se sitúa ahora en el 95,9 por ciento.
El ingreso de dólares privados creció en unos USD 100 millones y en el segmento de contado (spot) se operaron USD 250,9 millones, aunque dicho aumento del volumen no fue suficiente para que el BCRA comprara divisas. Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio destacó que “la insuficiencia de la oferta y solidez de la demanda impulsaron intervenciones del BCRA que hoy asistió al mercado con unos USD 55 millones”.
“Teniendo como objetivo principal la acumulación de reservas, resulta importante destacar la dinámica de tipo de cambio real ya que es un indicador de competitividad en relación a nuestros principales socios comerciales y acumula una caída aproximada del 16% interanual -apreciación en términos reales-”, indicó Brian Torchia, gerente de Finanzas Corporativas de PGK Consultores.
“Si bien este indicador no se determina estrictamente por la carrera entre el tipo de cambio nominal -devaluación- y el nivel general de precios internos -inflación-, desvíos significativos de una variable respecto de la otra pueden generar presión sobre el mismo, afectando patrones de consumo y generando al final del camino presión sobre reservas, por ejemplo, artículos importados que parezcan más baratos productos de una devaluación suavizada”, detalló Brian Torchia.
En lo que va del mes de febrero, el balance para el BCRA por sus intervenciones en el mercado de cambios es positivo en aproximadamente 37 millones de dólares. Las reservas internacionales disminuyeron el lunes en unos USD 30 millones y finalizaron en 37.321 millones de dólares.
Entre los detalles que contempla el acuerdo con el FMI destaca la acumulación de reservas por USD 5.800 millones este año, otros USD 4.000 millones el próximo año y USD 5.200 millones en 2024. Esta acumulación de reservas determinará a su vez el nivel de fluctuaciones en el tipo de cambio, que buscará mantener la competitividad de enero de 2022.
“En ese marco, tanto el tipo de cambio como las tasas de interés fijadas por el BCRA tendrán algún tipo de relación con la evolución de la inflación”, indicaron desde Research for Traders.
El Banco Central adjudicó este martes $704.618 millones (unos USD 6.573 millones al tipo de cambio oficial) en Letras de Liquidez (Leliq) a 28 y 183 días, más el debut de las Notas de Liquidez (Notaliq) a seis meses, en todos los casos con tasas en alza.
Se trató de una excepcional contracción monetaria de unos $410.000 millones, habida cuenta de los vencimientos que recaían en la fecha, por 294.657 millones de pesos.
Con el driver del acuerdo con el Fondo, el índice líder S&P Merval de la Bolsa de Comercio porteña avanzó un 0,5% este martes, 90.440 puntos, tras una mejora del 0,7% en la ronda previa.
Mientras las bolsas internacionales acusaban renovadas bajas por la escalada militar en Ucrania y las sanciones financieras de los EEUU contra Rusia, el Merval en dólares -según el “contado con liquidación” implícito en los ADR- alcanzó lo más alto en tres meses, desde el 10 de noviembre del año pasado.
