La increíble historia de Aerochaco: la agonía de la aerolínea provincial que brilló en los ‘60 y los recuerdos de su último piloto

Comenzó como una aérea del estado chaqueño y si bien nunca tuvo los mejores resultados económicos, sobrevivió varias décadas. Cambió de nombres y dueños y en 2016 se presentó a liquidación judicial, trámite que aún no se cerró

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Una de las tripulaciones de la aérea provincial (Foto: gentileza de Miguel Basail)
Una de las tripulaciones de la aérea provincial (Foto: gentileza de Miguel Basail)

Aerochaco fue una de las pocas aéreas provinciales que existió en la Argentina, y seguro la que más tiempo subsistió. Fue furor en las décadas del 50 y el 60. Nació en 1956 bajo la forma de una sociedad mixta entre el gobierno de la provincia del Chaco, con un 99% de participación, y del Aero Club provincial, con el 1 por ciento restante. En la práctica funcionó como una empresa provincial subsidiada.

Por aquellos años, la red vial chaqueña era muy deficiente, las rutas estaban en pésimo estado y circular entre las localidades provinciales se hacía una tarea muy difícil. En ese contexto, la flamante aerolínea funcionó como nexo entre las principales ciudades del interior de la provincia y la capital, Resistencia.

En 2016 se presentó a liquidación judicial, trámite que aún continúa en curso

Comenzó sus operaciones con aeronaves monomotor DHC-2 Beaver con capacidad para un máximo de 7 pasajeros. En esa etapa unió las localidades de Castelli, Sáenz Peña, Charata, Villa Ángela, Villa Ocampo, Zapallar, Clorinda y Formosa con la ciudad de Resistencia. En aquel entonces la capital chaqueña contaba con unos 84.000 habitantes y la población en los destinos oscilaba entre 14.000 y 4.000.

Un artículo del portal AeroMarket –escrito por el historiador Pablo Potenze– detalló todas las etapas de la compañía aérea chaqueña desde su fundación hasta su completa disolución hace no muchos años.

En sus comienzos, la empresa obtuvo resultados económicos positivos aunque muy ajustados. Sin embargo logró operar de forma satisfactoria obteniendo algunos subsidios federales.

Primeras rutas aéreas que realizó Aerochaco (Mapa: gentileza de AeroMarket)
Primeras rutas aéreas que realizó Aerochaco (Mapa: gentileza de AeroMarket)

Fue a partir de la década del sesenta, cuando la población argentina comenzó a motorizarse, que Aerochaco tuvo que modificar su esquema empresarial. Con la masificación de los automóviles particulares, el país comenzó a invertir en infraestructura vial, mejoró el estado de las rutas y se multiplicaron los servicios de autobuses. Esto produjo que la demanda de pasajes aéreos al interior de Chaco cayera abruptamente.

Ante esta situación, Aerochaco buscó suplir la situación ofreciendo vuelos hacia destinos cada vez más alejados de Resistencia y dejó de lado las rutas interprovinciales. En 1967 comenzó a volar hacia Misiones y Formosa y luego se extendió hasta el norte de Santa Fe y a la ciudad de Córdoba. Sin embargo, producto de su escasa flota de aeronaves, en 1968 su coeficiente de ocupación fue de apenas el 19,8 por ciento. Los pequeños aviones Beaver no eran adecuados para esas rutas.

Dos años más tarde, y en búsqueda de mejorar su servicio, la empresa compró dos aeronaves DHC-6 Twin Otter de la empresa canadiense De Havilland Canadá con capacidad para unos quince pasajeros. Con ellos planeaba unir Resistencia con las principales ciudades del norte argentino. Para eso contó con apoyo económico de Misiones, Formosa y el Estado Nacional. Sin embargo, los números obtenidos no fueron buenos, con altibajos año a año.

Aeronave DHC-6 Twin Otter de Aerochaco (Foto: gentileza de AeroMarket)
Aeronave DHC-6 Twin Otter de Aerochaco (Foto: gentileza de AeroMarket)

En 1978 Aerochaco compró dos Fairchild-Hiller FH-227B usados con capacidad para 44 pasajeros. Con esta adquisición, la aerolínea provincial mejoró significativamente su servicio pero tras años con ciertas dificultades en el mantenimiento de sus aviones, perdió confiabilidad y el 1° de enero de 1982 dejó de operar para volver a hacerlo en junio de ese año.

Fue entre estos años, más precisamente en 1979, cuándo Miguel Basail comenzó a trabajar como piloto de Aerochaco. Hoy retirado y siempre viviendo en su amada Resistencia, contó su historia a Infobae como empleado de la empresa.

Comenzó sus operaciones con aeronaves monomotor DHC-2 Beaver con capacidad para un máximo de 7 pasajeros

“Es verdad que nosotros sobrevivimos todos esos años gracias a las ayudas del Estado Nacional, la complementación económica cubría la capacidad de nuestros aviones que no era vendida. Sin embargo, el problema es que Argentina nunca tuvo una política aeronáutica como nuestros vecinos Brasil o Paraguay. Hoy si querés ir en avión hasta Posadas desde acá tenés que hacer la ruta Resistencia-Buenos Aires-Posadas. ¡Una locura!”, comentó el ex piloto.

Al consultarle por el desempeño de la aerolínea, Basail esgrimió su orgullo chaqueño: “No tuvimos un solo accidente fatal en toda la historia de Aerochaco. Solamente percances, roturas de aeronaves menores al 5% y teníamos un cumplimiento que superaba por poco al 90%”.

Miguel Basail (derecha) junto a su esposa Aida Brisighelli quien trabajó junto a él como comisaria de a bordo y un compañero (izquierda) en la cabina de un avión de Aerochaco (Foto: gentileza de Miguel Basail)
Miguel Basail (derecha) junto a su esposa Aida Brisighelli quien trabajó junto a él como comisaria de a bordo y un compañero (izquierda) en la cabina de un avión de Aerochaco (Foto: gentileza de Miguel Basail)

“Lo que más nos demoraba era la meteorología, la región entre Buenos Aires y Rosario al sur, hasta Asunción al norte, y Uruguayana hasta Tucumán de este a oeste es de las peores zonas para volar en el mundo”, afirmó Basail. “Cuando hacíamos algún vuelo, si no te comías la mufa [palabra utilizada en la jerga aeronáutica para referirse a una tormenta] a la ida, te la encontrabas a la vuelta. Por esto nuestros pilotos eran de los más demandados”, agregó.

Basail recuerda que entre los pasajeros que transportaban había hombres de negocios, sobre todo en la ruta Resistencia-Tucumán, por el mercado del azúcar, pero que un 90% eran turistas.

“No tuvimos un solo accidente fatal en toda la historia de Aerochaco. Solamente percances, roturas de aeronaves menores al 5% y teníamos un cumplimiento que superaba por poco al 90%” (Basail)

AeroMarket destacó que en junio de 1982, Aerochaco volvió a operar tras un cese de cinco meses. Según el portal, los números no fueron los mejores y Chaco buscó asociarse con otras provincias norteñas. Así, en 1984 se fundó la Aerolínea Federal Argentina (ALFA) constituida por los gobiernos de Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Salta, San Juan, Tucumán y la municipalidad de San Rafael.

Si bien ALFA sumó frecuencias para la ruta Resistencia-Córdoba-Villa Dolores-Córdoba-Santa Fe y se ideó como una empresa interprovincial, nunca dejó de ser una cuestión chaqueña y es por esto que se la siguió conociendo bajo el nombre de Aerochaco. Además, continuó operando las rutas de su antecesora y manteniendo a su staff original.

Basail junto a su esposa Aida Brisighelli cuando la compañía operaba bajo el nombre de ALFA (Foto: gentileza de Miguel Basail)
Basail junto a su esposa Aida Brisighelli cuando la compañía operaba bajo el nombre de ALFA (Foto: gentileza de Miguel Basail)

Los años que se sucedieron no fueron buenos para la nueva ALFA. Se atrasaron en el pago de los sueldos y hubo varios conflictos gremiales. A esto se le sumaron procesos de suspensión y reanudación de sus servicios hasta que en 1990 dejaron de operar.

Basail cuenta que fue en 1989 cuando Aerochaco, ya bajo el nombre de ALFA, operó su último vuelo. “Tuve el triste honor de ser el comandante del último vuelo de Aerochaco”, recuerda, tras verificar en su bitácora de vuelos en la que anotaba todos sus viajes y confirmar que ese fue el último: el 31 de diciembre de 1989 en la ruta Resistencia-Tucumán-Mendoza-Tucumán-Resistencia.

“Al bajar nos recibieron los mecánicos y nos dijeron que se habían suspendido todos los vuelos. Nosotros ya lo sospechábamos. Éramos unos 12 pilotos y 40 empleados más, entre personal de abordo, mecánicos y demás empleados”, concluyó Basail.

El último capítulo para Aerochaco comenzó en 2008, cuando el entonces el gobernador Jorge Capitanich resolvió resucitar la aerolínea

Con todo, ahí no termina la historia de Aerochaco. Luego de algunos intentos fallidos para venderla, en 1993 el gobierno chaqueño decidió disolver la compañía y comenzó los pasos necesarios para su desaparición formal. En 1994 se llamó a licitación para privatizar los dos FH-227 que quedaban y hacer lo propio con automotores, inmuebles, talleres, repuestos, herramientas, una turbina, concesiones de rutas y el uso de instalaciones del Aeropuerto de Resistencia. Los bienes se adjudicaron a Emprendimientos Aéreos, una sociedad chilena con socios norteamericanos, paraguayos y argentinos que utilizó el nombre de ALTA (Asociación Latinoamericana de Transportes Aéreos).

La misma abandonó todo lo relacionado a Aerochaco excepto el personal indispensable. Tras algunos años, también fracasó y el 13 de agosto de 1998 canceló sus servicios definitivamente.

El último capítulo para Aerochaco comenzó en 2008, cuando el entonces el gobernador Jorge Capitanich resolvió resucitar la aerolínea. Algo que parecía imposible ya que no había personal calificado ni infraestructura para hacerlo. Se creó un fideicomiso y se recurrió a Macair Jet, perteneciente al Grupo Macri, que le vendió horas de vuelo de sus Jetstream.

La empresa volvió a volar a Sáenz Peña, Córdoba y Villa María, pero con una muy baja demanda. Con el tiempo, por la escasa rentabilidad de las operaciones, las rutas se fueron levantando, la última, en 2013. En 2016 se presentó a liquidación judicial, trámite que todavía está en curso.

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