Juan Pablo Scariati y su mujer tendrían que haber vuelto de Cancún el 29 de marzo. Mientras esperan que su vuelo los regrese al país, se alojan en la casa de un familiar en Miami, que los sostiene económicamente porque ya no tienen más dinero. “Todo lo que no está prohibido se puede hacer. Si no se podía volar, lo hubieran prohibido”, le dijeron a Infobae