Esta semana, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) aprobó los cuadros tarifarios de transición para la tarifa del gas, que implican un aumento del 6% en promedio en la factura que reciben los usuarios residenciales del servicio de gas por redes. Para las pymes y los comercios la suba es del 4% en promedio.
Las facturas de gas que reciben los usuarios se componen de cuatro variables: el precio del gas, el transporte, la distribución y los impuestos (nacionales, provinciales y tasas municipales). Para el resto del año, no se prevé otro ajuste para los segmentos de transporte y distribución, según confirmó a Infobae Federico Bernal, interventor del Enargas.
¿Hasta cuándo van a regir los cuadros de transición? “La tarifa de transición tendrá vigencia hasta la publicación de los cuadros tarifarios definitivos. Estimamos para fines de 2022, principios de 2023 que esto último ocurra”, señaló Bernal. Además, anticipó que durante este año se presentarán las primeras propuestas para segmentar las tarifas de acuerdo a los ingresos de los usuarios, entre otras variables.
El 17 de diciembre del año pasado, el Gobierno —a través del Decreto 1020— dio inicio al proceso de renegociación de las Revisiones Tarifarias Integrales (RTI) que llevó adelante el gobierno de Mauricio Macri, con un plazo de dos años. Mientras tanto, se aplicarán las tarifas de transición.
En diálogo con Infobae, Bernal explicó cómo se aplicarán los nuevos aumentos y el proceso de segmentación de tarifas:
—¿Cómo avanza el proceso de segmentación de tarifas según los niveles de ingresos de los usuarios?
—Desde el Enargas y para el servicio público de gas por redes, le estaremos presentando al Presidente un paquete de primeras propuestas a ser aplicadas este año. Los criterios serán amplios y van mucho más allá del nivel de ingresos. No obstante, para definir los nuevos criterios se requiere de un trabajo arduo de varios meses más.
—¿Qué otro tipo de criterios se van a tener en cuenta?
—Beneficiarios del IFE, tarjeta Alimentar, diferenciación para inquilinos, entre otros.
—El porcentaje de aumento que se oficializó, ¿cómo impacta en el nivel de subsidios al sector?
—Transporte y distribución no requieren subsidios con la adecuación vigente desde este 2 de junio. De hecho, tampoco requirieron subsidios durante el mantenimiento tarifario de 2020 y los primeros meses de 2021. En relación al subsidio al precio del gas, aumentarlo o disminuirlo es una decisión que no compete al Enargas, sino a la Secretaría de Energía y al Ministerio de Economía.
—¿Cuánto del porcentaje del precio del gas pasa a la tarifa a partir de estos nuevos cuadros?
—Los cuadros tarifarios de transición incluyen los precios del gas que figuran en los contratos entre productoras y distribuidoras y que recibimos en Enargas. Y en lo que respecta al “precio del gas”, no hubo modificaciones en relación a los cuadros tarifarios anteriores.
—¿Cuándo impactarán estos aumentos en las facturas que reciben los usuarios?
—Recordemos que la facturación es mensual y que acumula el consumo del bimestre anterior. O sea, la mitad del impacto de esta adecuación vendrá en julio y agosto, mientras que la adecuación plena lo hará en septiembre y octubre. Es decir, y para el 6% promedio para un hogar, 3% se recibirá en julio y agosto y el 6% completo en septiembre y octubre. Puesto en montos esos porcentajes, un 50% del total de usuarios residenciales promedio nacional va a pagar menos de $30 en julio y en agosto, mientras que el 80% de los usuarios menos de $120 en septiembre y en octubre. Es importante remarcar que las facturas de esos meses, sobre todo las de agosto y septiembre, portarán mayores montos a pagar, tal vez del doble o más. Pero esos mayores montos obedecerán prácticamente en su totalidad al mayor consumo por el invierno.
—¿El porcentaje de aumento es igual para todas las categorías de usuarios?
—No. La adecuación para los residenciales es del 6% promedio, mientras que para las pequeñas y medianas empresas y comercios por ejemplo ronda el 4%, también promedio. Las tarifas de nuestro gobierno son justas, razonables y se pueden pagar. Sus adecuaciones contemplan la situación socioeconómica de los usuarios y las usuarias y son verdaderamente graduales y previsibles. Como dijo el Presidente en su discurso del 1 de marzo ante el Congreso, la pesadilla tarifaria de Macri se terminó. Se terminó que millones de hogares se vean obligados a decidir entre alimentarse o tener que pagar los servicios públicos.
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