El Gobierno no tuvo un buen comienzo en mayo, el mes en que se concentra la mayor cantidad de vencimientos de títulos públicos

Con muchas dificultades para contener las distintas variantes del dólar, el Gobierno enfrenta un escenario adverso para conseguir la renovación de sus bonos con el nivel de tasas actuales

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El Gobierno comenzó mayo con el pie izquierdo. En uno de los meses más complicados por la cantidad de vencimientos de bonos que debe afrontar, perdió en todos los frentes en su intento de bajar al dólar pese a haber utilizado todos los recursos propios y ajenos que tiene a mano.

En el mercado libre, mandó a las “manos amigas” a vender, cuando el “blue” tocó $ 155. Al principio consiguieron que vuelva a $ 150, pero a diferencia de las intervenciones anteriores ahora les tocó hacerlo a principio de mes cuando ya empresas y público no necesitan vender dólares para hacer frente a vencimientos. El resultado fue que el “blue” se encaramó a $ 153 (+$3) y quedó con un piso de $ 154 para hoy.

Con los dólares alternativos tuvieron la misma respuesta. Se recuerdan pocas ruedas con tanta intervención como hoy. El Banco Central vendió USD 22 millones nominales a 48 horas en bonos AL30C. Saturó la plaza vendiendo bonos en dólares contra pesos. Compró los bonos con dólares a un precio más elevado y los vendió en pesos a valores más bajos. A pesar de tanta oferta, el mercado cerró en alza. El dólar MEP, donde se operaron USD 35,6 millones un volumen que es casi 50% más elevado que el habitual, subió 75 centavos a $ 152, 96. En el mercado libre donde los operadores negocian el GD30, el precio subió a $ 154. El contado con liquidación negoció como en sus mejores tiempos casi USD 90 millones y aumentó 60 centavos a $ 156,24 pero en las mesas de dinero se negoció a $ 158,27 después de tocar $ 160.

En plena dolarización de las carteras, el Banco Central dejó que el dólar mayorista suba tan solo 4 centavos a $ 93,60. Como la oferta de los exportadores llegó a USD 239 millones, compró USDD 110 millones que hizo que las reservas aumentaran 97 millones a USD 40.360 millones. Para alimentar sus reservas no vendió dólares a importadores.

Los bonos en dólares cedieron en el exterior y cortaron un rally de 5 ruedas de alzas. El riesgo país aumentó 8 unidades a 1.556 puntos básicos.

El avance del dólar volteó a los bonos indexados. El TX23 fue el que más caro pagó este vuelco del mercado y cedió 1,41%. Cabe aclarar que uno de los principales fondos del exterior tiene la mayor parte de su cartera argentina en bonos que ajustan por el CER y no los piensa renovar en la próxima licitación.

Los depósitos UVA, que ajustan por la inflación, subieron en abril casi 16% y es un contraste con los plazos fijos que en ese lapso aumentaron poco más de 3%, es decir, siguieron el ritmo de la tasa de interés, lo que significa que quedaron neutros.

Pero estas inversiones en pesos se están opacando porque se acabó el carry trade, donde se apostaba a las opciones indexadas esperando que le ganen al dólar. En la segunda quincena del mes pasado, el plan comenzó a desbarrancarse y en mayo se está afirmando la tendencia. Los que apostaron al peso perdieron rotundamente. Por supuesto, los inversores levantaron sus colocaciones en todo lo que sea riesgo. En la bolsa se negociaron apenas $ 822 millones y el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 0,37%.

Más movimiento tuvieron los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares en las Bolsas de Nueva York- que operaron $ 1.961 millones. El resultado fue mixto con un leve predominio de las bajas. Edenor (-4,32%), BBVA (-3,05%) y Globant (-2,59%) fueron los más afectados. Entre los más destacados estuvieron Tenaris (+3,32%), Ternium (+2,56%) e IRSA (+2,88%).

Para hoy se espera otra rueda con fuertes apuestas para el dólar porque hay demasiadas vulnerabilidades en la economía, además de la inoportuna interna entre el Instituto Patria y el ministro de Economía, Martín Guzmán, que, aunque no deje el cargo, su poder quedará resentido. En mayo se concentra la mayor cantidad de vencimientos de bonos del Gobierno y un dólar fuerte desalentará la renovación de esos títulos o hará que le pidan tasas más elevadas.

Al mercado le preocupa que la política antiinflacionaria más sólida sea anclar al dólar. El resultado está a la vista: pese a tener las tarifas casi ancladas, la suba de precios continúa. Por eso las grandes manos buscan el contado con liquidación y los ahorristas el “blue”.

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