En su debut en Wall Street, los nuevos bonos argentinos terminaron con un rendimiento del 11,5%

Los títulos argentinos arrancaron en un pésimo día para los mercados globales y lo sintieron las cotizaciones de activos financieros de los países emergentes. Por ahora, la tasa está lejos del 10% que imaginaba el Gobierno cuando negoció el canje con los acreedores

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Los nuevos bonos argentinos no tuvieron un debut soñado ni mucho menos en Wall Street. Al final de la jornada, los papeles quedaron con un rendimiento promedio del 11,5%, bastante lejos del 10% que calculaba el ministro de Economía, Martín Guzmán, en la negociación con los acreedores. Por ahora aparecen pocos interesados en comprar y los grandes fondos que recibieron los nuevos títulos tampoco están dispuestos a incorporar cantidades adicionales en sus carteras.

La jornada, sin embargo, tuvo características especiales por la fuerte caída que sufrió Wall Street, encabezadas por las compañías tecnológicas. Pero la ola de ventas afectó también a los activos financieros de países emergentes y los bonos argentinos no fueron la excepción. Por eso, fue difícil distinguir cuánto fue efecto local puro y cuánto la contaminación de un contexto internacional muy negativo, al menos ayer.

Si algún bonista quisiera salir a vender lo que recibieron durante el canje no recibiría los USD 55 de los que se hablaba al cierre del canje, sino más cerca de USD 50. El Global 2030, el más corto de las nuevas emisiones (sin contar el título colocado en compensación por los intereses corridos), finalizó a USD 50,50, por lo que la tasa implícita se ubicó en 11,3%. El resto de los títulos que hicieron ayer su debut fueron los siguientes: el 2029, (más ilíquido), 2035,2038, 2041 y 2046. La mayoría terminó flojo y con rendimientos cercanos al 11,5% mencionado.

No es fácil determinar si la debilidad se debe estrictamente a la desconfianza que aún genera el rumbo de la Argentina y la falta de una señal clara del futuro plan económico, o si los títulos fueron “contaminados” por un escenario financiero muy flojo ayer para los activos de riesgo.

Guzmán convenció a los grandes bonistas de aceptar su propuesta, bajo el supuesto de que la deuda rendiría 10% anual en dólares cuando comenzara a cotizar. Pero ayer el debut mostró un rendimiento significativamente más alto. Fue por otra parte un día muy negativo para los mercados internacionales.

La expectativa del equipo económico es que los bonos se vayan acercando a un rendimiento de 10% anual en dólares, lo que implicaría una significativa mejora de los precios que se vieron ayer. Pero todo indica que llevará algún tiempo para conseguirlo, siempre y cuando se tranquilice el contexto internacional y se den pasos que están esperando los inversores.

Quizás el dato más importante que se está mirando a corto plazo sea el proyecto de Presupuesto 2021. El adelanto que hizo el ministro de Economía ya causó cierta preocupación, al adelantar que el déficit fiscal primario del año que viene se ubicaría en niveles de 4,5% del PBI. Esto supone un ajuste mucho más lento de las cuentas públicas, lo que representa un impacto negativo para los bonos al ponerse en riesgo la futura capacidad de pago del Gobierno.

Pero en el fondo lo que se estará mirando, tal como enfatizaron las calificadoras, es la capacidad de la economía argentina de recuperar crecimiento económico. Si el país puede salir adecuadamente de la crisis desatada por el coronavirus, será mucho más fácil obtener recursos fiscales para pagar la deuda, sobre todo a partir del 2025 que es cuando deben comenzar a pagarse los vencimientos de capital.

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